Es Port, Balearic Islands

Hemos comido paella de pescado, muy rica.
El servicio ha sido muy bueno, atendidos por Tolo.
El precio nos ha parecido caro: , ensalada, paella para dos, botellita pequeña de vino blanco y café 88€.

Desastre!
Es un desastre indescriptible cuando llegas a este "restaurante". Agresión del jefe directo que piensa que la gente quiere ir al baño sin consumir. El zumo de naranja más caro de Mallorca (y no fresco, ¡no sabemos en cuánto tiempo se hace!) No comimos pero viendo los platos del buffet no nos tentó.
¡Higiene cero!
Al salir, tuvimos que insistir en despedirnos porque el jefe estaba viendo una caricatura en su móvil.

Linda vista, la única abierta en febrero y listo. Zumo de naranja exprimido diluido en agua, ya listo en la ventanilla de autoservicio (¡6,25 euros!). No es posible tener otro cuando hay cajones de naranjas. Comida digna de una cantina de mala calidad. Lugar sucio, bienvenida desagradable. A evitar

Llegamos y había 33 gatos ENCIMA y al rededor de las mesas, nos pareció gracioso al principio y las vistas bonitas y nos quedamos.
Acto seguido sin preguntarnos nada nos trajeron la carta y preguntaron qué íbamos a beber; sin siquiera llegar a sentarnos.
Ya que se tardaba tanto en llegar a la cala, y que era el único restaurante abierto (febrero) pues nos quedamos a comer ahí. Los precios eran una barbaridad, pedimos un entrecot con patatas fritas cada uno, 26€. No tenía sal ni las patatas ni el entrecot, estaba pasadísimo y hasta me supo extraño.
A medida que estaba ahí sentada me di cuenta de que todos los tiestos y todos los bordes del local estaban llenos de cacas de gato de hace días y semanas.
Trajeron SIN PEDIRLO un aperitivo, unas aceitunas rancias, pan duro y una mahonesa que menos mal que ni probé.
Tuvimos que entrar a llamar al camarero para cobrarnos ya que pasaba el tiempo y nadie salía ni a recoger los platos ni a cobrar, las mesas de la gente que se había ido se llenaron de gatos sucios que chupaban todo los pobres. Normal; ya que nadie les quitaba los platos y quedaban ahí sin recoger.
Después de entrar a pedir que alguien nos cobrase nos dijeron que es que cobraban dentro, bueno pues al pagar vemos 3,50€ como tasa añadida POR PERSONA. Les preguntamos que qué era eso, y dijeron que era por el servicio del camarero y el aperitivo. Lógicamente nos quejamos y recalque que el aperitivo, en mal estado, ni lo pedimos y que en ningún sitio viene indicado que te cobren 3,50€ por atenderte.
En la carta hay un apartado que pone: servicio de carta (pan y aceitunas) : 3,50€. Pero en ningún momento se entiende que ese precio se pague solo por ser atendido, y además muy pero muy mal atendido. Los camareros mal educados, e inexistentes ya que recalcó tuvimos que entrar, ni salían a ver qué tal ni si necesitábamos algo ni nada. Digno de pesadilla en la cocina.
Si tenías pensado ir, y no has ido aún, no lo hagas. Al final de quejarnos no nos hicieron pagar los 3,50€ ya que les indicamos que era ilegal pedirlo de ese modo y al verme hacer fotos a como estaba todo imagino que les diera apuro por si llamábamos a alguien.
Los baños mejor ni comentarlos…

El departamento de salud se habría caído muerto del susto. Las cucarachas corren por el mostrador y hay gatos por todas partes (incluso en las mesas) que se pueden oler desde lejos. Los baños estaban asquerosos y también las bebidas, que también eran demasiado caras (zumo de naranja 6,25 €). El cocinero en el cuarto de atrás con su celular y cocinando al mismo tiempo, nada de zapatos de celular ni nada por el estilo.

Es una pena que no tengan un buen servicio y sobretodo que no tengan comida apetitosa en un lugar turístico, donde después de haber visitado el Torrent lo que te apetece es tomar un buen café con una hermosa vista al mar. La comida está muy mal presentada y con muy mala pinta. Al escoger algo de comer, luego te lo llevan al microondas para calentarlo. A los camareros se les nota constantemente la mala tensión. Me gustan los animales, pero en el restaurante hay demasiados gatos... Realmente demasiados!

Servicio antipático, comida muy pobre y cara, calentada en microondas. Trozos de pollo en paella con huesos pequeños - más huesos que pollo.
El baño es un desastre.

Desafortunadamente, por necesidad y a pesar de leer críticas, tuvimos un almuerzo demasiado caro aquí. 28€ por siete gambas, un poco de ensalada con salsa común y corriente era demasiado.
Desafortunadamente, todo el restaurante apesta a orina de gato, pero no es de extrañar que los gatos incluso hagan gimnasia en las mesas. Es mejor hacer un picnic. Hay suficientes lugares hermosos para quedarse.

Sa calobra es un lugar que no puedes perderte en tu viaje a Mallorca es precioso, de los mejores sitios que he visto en la isla. Lo único malo de Sa Calobra es este establecimiento en el cual recibes un trato como si estuvieras en el programa pesadilla en la cocina. Pedi un bocadillo por tan solo 10€ el cual tenia el pan calcinado y cuando pedi que me cambiaran el pan me dieron un cuchillo y me dijeron que rascara un poquito cuando ni los pájaros se comen eso. IR A SA CALOBRA PERO NO COMAIS AQUI!

Es verdad que es enero y no hay nada, pero nada, abierto en el lugar. Ya nos advirtieron que para usar los baños, tenías que consumir, yo pedí un café con leche 3,5€, en el aeropuerto de Palma café con leche, más grande, 2,5€.
El personal muuuuyyyy desagradable, y el local con muy poca higiene.
Lo de los gatos, es otro tema, demasiados y molestando a la clientela.
Una pena.

Viajamos allí en enero, y después de bajar todas las infinitas curvas, todo estaba cerrado, hasta el acceso a la playa de sa Calobra.
El restaurante, sucísimo, sin comida (Bueno eso había sido mejor) lo que había, horrible en todos los aspectos, pero la sorpresa fue el precio (ni un restaurant de Estrella Míchellin), por supuesto autoservicio, sin pan…. Etccccccc
Salimos a la terraza que se estaba bastante bien, pero todo lleno de gatos (creo que habia más de 20) y estaban al acecho para subirse a la mesa y comerse tus majares.
Si tengo que puntuarlo del 1 al 10 …. Le doy un-1 y gracias.
No lo recomiendo

Lugar asqueroso. Hay gatos por todo el restaurante e incluso vimos cucarachas. El personal es muy grosero y nos hizo pagar por bebidas que ni siquiera pedimos. Evitar a toda costa.
La inspección sanitaria debería cerrar este restaurante lo antes posible.

No sé si al propietario todavía le importa, pero si está leyendo esto, considere los siguientes comentarios.

1. La comida estaba rancia. Fuimos en temporada baja y todavía había bastantes opciones en el mostrador, pero el pastel que comí estaba rancio, seco y probablemente hecho hace más de una semana. Me habría encantado pagar los 7,5€ por un trozo de tarta normal, ya que la ubicación y la vista son muy valiosas, pero ofrecer comida rancia con riesgo de intoxicación alimentaria es inaceptable en cualquier caso.

2. Los inspectores de salud deberían visitar este restaurante. Hay varios gatos deambulando por el restaurante, sentados en las mismas sillas que los clientes y ninguno de ellos parecía ser una mascota doméstica (y vacunada). Francamente, es bastante espantoso.

3. La actitud del dueño fue extremadamente irrespetuosa. Omitió cobrarnos dos latas de Coca Cola y, a mitad de la comida, se nos acercó y nos acusó: “No pagaste la coca”. Habíamos pagado, pero no aceptamos el recibo, así que decidimos pagar nuevamente. Teníamos dos latas sin abrir y le dijimos que pagaríamos una y devolveríamos la otra. Continuó cobrándonos por dos latas a pesar de que vio a mi amigo guardar la lata. Honestamente, no me importaron los 3-4 € que cuesta la lata, pero el dueño nos trató como si estuviéramos tratando de engañarlo.

Un asco de sitio, mesas sin recoger llenas de loza y restos, gatos y aves comiendo de ellos. Llegas con tu mascota atada, y poco más tienes que defender a tú perro de más de una docena de gatos bufando, y no estoy exagerando. 2 cafés 7€, el sitio espectacular, el establecimiento lo llevan para sangrar a los turistas ya que en invierno no tienes más posibilidades. Deberían regular precios en zonas concretas de la Isla, solo vean las reseñas.

Puedo comprender que cobreis caro, por lo de la ubicación y demás, pero lo que no es aceptable es que cocineis tan mal que no sepais freír un huevo (literalmente), ni las patatas, unas que rezumaban aceite y otras semicrudas.
De verdad, no cuesta tanto guisar bien algo tan básico, pongan un poco de interes, caramba, el cliente se irá satisfecho.
Luego, ante la queja de las patatas semicrudas el camarero las retira después de decir: ah! Y nos quedamos esperando que nos trajera de nuevo otras bien hechas. No, no volvió. Eso sí al pagar nos cobraron 58€ donde incluían una tapa que no pedimos, los cubiertos y el servicio.
Para no volver nunca.

No lo recomiendo para nada, te cobran 7€ por los cubiertos y la comida a parte de cara mal hecha, carne seca, patatas crudas y verduras pasadas desechas, no saben ni freir un huevo, me lo pusieron seco y quemado, total una pena, el entorno es precioso pero llevaros un bocata

Le doy 1 estrella porque no puedo dar menos, la vista desde la terraza es preciosa, lástima por todo lo demás, muy caro. El llamado café (el peor que he probado en Mallorca) 3,50€, la tarta de manzana estaba rica, pero Debería costar 5,50 € por porción. Me han estafado en lugares mejores que este. Evita este lugar.

No recomendable. Comida asquerosa y gatos corriendo por todos lados. También muy caro. Los baños también están sucios. Es una pena.

Problemas estomacales masivos después, no lo recomiendo. Totalmente caro también y me dan náuseas al pensar en ello de nuevo.

Una estafa! Una dorada enana 28€ y un tumbet seco y recalentado 22€ Olor a barniz mientras comíamos con un montón de gatitos desnutridos que en vez de darles pienso dejan que entren al restaurante y luego los echan a patadas.
Nos hemos quejado de la pésima calidad y nos han dicho que "es lo que hay".
No hemos mirado las reseñas antes de entrar y ha sido un grave error.
Ojalá tengan que cerrar y dejen de abusar de los clientes