RESTAURANTE LA PRADERA., Cuenca

El lugar es ideal para los niños, hay patos y les encantará.
La comida es muy abundante y sabrosa en general.
La atención recibida exquisita.

Hemos pasado el fin de semana en El Picazo y comido, cenado y tomado aperitivo en este lugar.
La atención espectacular. El personal súper amable, paciente y profesional. El entorno espectacular, a la orilla del río Júcar. Perfecto para ir en familia, pareja o con amigos. Si vas con niños es ideal porque tienen un espacio fenomenal para jugar.
Relación calidad - precio buena.
Lo recomiendo sin duda si visitas El Picazo. Sobre todo para tomar el aperitivo o comer en un día de sol. Fenomenal.
Tiene un parque para niños al lado y se aparca bien.

Una pasada, muy recomendable. Todo estaba buenísimo, el chuletón tenéis que probarlo.
Un trato de 10.
Y el sitio al lado del rio inmejorable.
Volveremos sin pensarlo.

Hemos estado cenando en el rest. La pradera esta noche y ha sido espectacular. El entorno es inmejorable, la calidad del servicio estupenda, Andres nos ha atendido de maravilla. La comida estaba buenísima, calidad precio de 10!

Lamentable visita a este restaurante al que llevaba yendo desde niña. La comida dejaba mucho que desear y te cobran lo que quieren al pedir la cuenta, sin registro en caja ni concordancia con la carta que presentan. Las fotos de Google están desactualizadas, el servicio está muy poco cuidado. Definitivamente ha perdido el encanto que le caracterizaba.

Mi segunda vez a cenar, súper bueno todo y recomiendo la hamburguesa de angus, se nota que todo es casero. Atención de 10. Sin duda volveremos muchas más veces

Hemos ido hoy a tomar algo y cenar y lo único que hemos recibido ha sido un mal trato por parte de uno de los camareros diciendonos que estabamos molestando… sinceramente no recomiendo para nada venir aquí porque no es la primera vez que nos sucede

De los peores sitios a los que se puede ir, personal nefasto sobre todo una de las camareras

El servicio de lo peor que he visto en mucho tiempo. Trato horrible por parte de los camareros. En la carta pone bocadillos al gusto. Le pides un bocadillo y todos son problemas. Además que el precio es carísimo.

Después de una hora de paciencia nos fuimos sin haber sido atendidos y viendo como los "camareros" pasaban por delante y atendían todas las mesas de alrededor, a pesar de nuestras continuará llamadas a unos y otros.
Mi experiencia fue desagradable y no volvere.

Un sitio encantador y la comida estupenda, sobretodo los chuletones son una pasada. Un trato coordial y eficaz. Pequeña espera de unos 10 minutos para sentarnos pero valió la pena.

Fuimos a tomar algo y el trato que recibimos fue horrible por parte de uno de los camareros. Si trabajas de cara al público lo mínimo es hablar de buenas maneras…

Después de esperar en una mesa 45 minutos y tener que ir a buscar al camarero nos dice que la mesa está reservada, en la mesa no pone nada, pues nos vamos a otra mesa que acababan de dejar, otros 45 minutos, pues nos viene el camarero de malas maneras diciendo que esa está también ocupada, nos preguntamos donde indican que están reservadas. Nos tuvimos que ir, con cara de imbéciles. Vergonzoso

Lugar con encanto.
Servicio deficiente por la escasez de personal.
No se puede pretender dar servicio a 20 mesas con 3 camareros.

Si nos has estado, no tardes en reservar e ir.
Cenas al lado del río y viendo los patos en el agua.
Super bonito

Un desastre de personal, después de una hora esperando y con poca gente hemos tenido que suspender el pedido, es un pena porque el sitio es bonito pero la atención horrible, no vayais

Muy mala experiencia tardaron mucho en servirnos la cena, mal servicio
todo ultracongelado y de mala calidad, cobran precios más altos que los que ponen en la carta, no disponen de pago con tarjeta, personal muy desagradable.

-El restaurante está bien en líneas generales.
-Disponen de unas amplias instalaciones, con muchas mesas repartidas en las zonas de barra, de comedor y de terraza.
-Las vistas del tramo del río Júcar que se pueden ver desde el restaurante son bonitas y encantadoras. Un auténtico remanso de tranquilidad, donde se puede tomar algo mientras se observa el discurrir del río y los animales que viven en el mismo, en especial a las ocas y a los patos.
-El personal del restaurante suele dispensar una buena atención, un buen servicio y un buen trato a sus clientes.
-Disponen de aseos públicos propios.
-Se encuentra aparcamiento fácilmente en las inmediaciones del restaurante.