RESTAURANTE CASA PAVÓN, Salamanca

Muy buen restaurante todo perfecto y el camarero que nos atendió súper amable nos trató súper bien

Nos ha parecido muy caro sobretodo la bebida. Y el bacalao deja mucho q desear para como estaba. En la foto esta mejor que en directo

Hemos comido el domingo allí, buena comida, cantidad y calidad. La atención de los camareros ha sido muy buena también, la chica no ha podido ser más amable, todo el rato con una sonrisa y muy atenta. La parrillada de verduras está tremenda y las croquetas son gigantes y muy muy ricas y el tostón cuchifrito perfecto, en trozos pequeños y muy crujientes.

Una amplia carta, con una relación calidad precio excelente.
Totalmente recomendable tanto para tapear como para comer y cenar

Hemos estado comiendo hoy aquí, nos ha atendido un muchacho que se llama Juan en el bar. Se desvive por los clientes. No había sitio para comer y nos ha hecho un hueco y super rápido. La comida riquísima!

Lamentable el camarero de terraza, con muchas mesas vacías nos dice que no tiene mesa para dos personas y bastante tiempo después siguen vacías.
Seguramente le sobra el dinero o la falta de trabajar. En fin poca profesionalidad. Nada recomendable. Mejor buscar otro sitio que valoren los clientes y el buen servicio.
Si no es él el dueño mejor que valore si le compensa tener empleados así.

Lugar expectacular y el trato de los camareros super bueno. La comida buenisima. Lo recomiendo al 100%.

Turistas cuidado con la cartera. Cachopo bien, lo demás que comimos normal, Copa de vino (de la jarra) con casera 12 € (un abuso) y Crema de Castaña = crema de nada.

Estábamos de paso por Béjar y aunque no teníamos reserva, pasamos a intentar almorzar y no tuvimos problema en que nos atendieran, el personal muy amable y atento, y la comida deliciosa, una pena ser solos personas para poder haber pedido más y probar más platos, era un día frío y con lluvia y se estaba realmente agusto, el salón era muy agradable, si volvemos por Béjar, seguro que pasamos por allí.

El restaurante está muy bien. La atención de los camareros fue muy buena, estaban siempre pendientes de que no faltase nada.
Pedimos zamburiñas, estaban muy buenas y la salsa sabía muy bien.
También pedimos huevos rotos, en el cual destacaba el jamón que estaba muy bueno.
El solomillo lo pedimos al punto más, lo hicieron muy bien y ninguna pega.
Mucha gente comenta cosas del pan, es normal que te cobren por el pan y el servicio.

Siempre que elegimos Béjar para cenar optamos por reservar en éste restaurante. Se come fenomenal, cualquier plato que pedimos es un éxito asegurado. Tienen una amplia carta de vinos y de comida y toda la materia prima con la que cocinan es de calidad y se nota en cada plato que sirven. Tanto el dueño como los empleados son profesionales como la copa de un pino. Repetiremos por los siglos de los siglos

Dimis con este lugar por casualidad y hemos comido estupendamente: cuchifrito, oreja. Tienen la barra repleta de tapas con una pinta estupenda (probamos la hamburguesa y los palitos de cangrejo con mayonesa). La atención perfecta y el precio también. Es un acierto.

Venimos para el aperitivo y nos quedamos a comer. Rico tico. La sopa castellana, el gallo a la plancha, gambas al ajillo. Y la leche frita riquisimoooooo

Comida muy buena y servicio rápido. Hemos comido en el salón de arriba porque la terraza estaba llena. A destacar la atención del camarero, que de forma muy eficiente y atenta ha llevado todas las mesas sólo, con el comedor completo y siempre con una sonrisa en loa labios.

La tortilla de patata y gulas, riquísima y jugosa. El solomillo muy bueno, pero apenas llevaba guarnición. La leche frita muy rica.

Paramos por casualidad, pero al día siguiente volvimos, los camareros muy amables y atentos, la comida exquisita, volveremos sin dudarlo, recomendable 100%

Todo aquel que desee visitar Béjar, debe tener parada obligatoria en Casa Pavón. Este es un restaurante tradicional, con excelente relación calidad precio y muy cuidada elaboración gastronómica. El comensal, no va a encontrar platos complicados de escasas dimensiones: por el contrario, todas sus elaboraciones son generosas y la materia de primerísima calidad. Destaca además la oferta gastronómica por su cuidado servicio, de los que te encuentras ya en pocos sitios: Manuel Maíllo, fundador y padre de esta empresa, y sus descendientes, se preocupan desde el primer momento para que el pasajero se encuentre tan a gusto como el habitual. Cercanía, cariño y profesionalidad.
De los platos, destaco sin duda la carne (cualquier plato), aunque en la próxima visita será sin duda obligatorio repetir las croquetas. Riquísima también la ensalada de cítricos con perdiz escabechada.
En definitiva, una experiencia recomendable si se desea visitar Béjar.

Estuvimos tomando el aperitivo, la atención fue excelente, y eso que sólo había un barman para el bar y la terraza.
Tienen una gran variedad de pinchos que ponen con la consumición, los que probé estaban muy ricos
Seguro que repetiré

Hemos parado en este restaurante por las buenas opiniones que tenía, pero nuestra experiencia ha sido otra. Ya veníamos de tomar algo en Baños y cuando llegamos vimos pasar al camarero con una ensalada de brotes con una burrata en el centro del plato que tenía muy buena pinta así que pedimos eso con una cerveza y una coca cola zero, el restaurante nos puso de acompañamiento un pincho de tortilla y una tapa de huevo frito con patatas.

Nos colocamos en una de las mesas altas de la entrada y para empezar tuve que recogerme yo la mesa e incluso limpiarla con el trapo.ya empieza mal.cuando llegó la ensalada era la misma ensalada que habíamos visto pasar pero con media burrata troceada, mas bien machacada, y le comentamos al camarero que no era lo que esperábamos y tras consultarlo con la cocina nos trae media burrata cortada en un plato excusandose de que es lo que le ha dado el jefe. Nuestra decisión fue devolverle esa media burrata y el plato completo ya que por 14€ no nos pareció apropiado.en cualquier buen restaurante se hubieran llevado el plato y hubieran traído otro completo.

Para finalizar, pagamos y ya fue la locura. 9,80€ por 2 coca colas y un botellín de cerveza. Mi pareja cometió el error de no pedir la factura para ver los precios pero en cualquiera de las posibilidades (caro o que tuvieran el poco detalle de cobrarnos lo que puso el restaurante de tapa acompañante) nos pareció que no merece la pena volver a pasar por este sitio.

Los Huevos Rotos muy buenos. Un calderillo de los mejores calderillas dé Bejar.
Manolo el dueño un profesional de los de toda la vida. Y los camareros con un servicio exquisito.