Tripea, Madrid

Brutal experiencia, cada plato era mas sorprendente que el anterior. Platos originales muy buen ejecutados y riquísimos de sabor

Muy bien, calidad precio de lo mejor de madrid.la musica muy alta, mejor sentarse lejos de los altavoces

¡GUAU! ¡¡Qué comida tan deliciosa!
Fui allí con un amigo para el servicio de almuerzo. ¡Ambos somos amantes de la comida y la experiencia en Tripea es una de las mejores que hemos tenido en Madrid!
El restaurante está situado dentro de un mercado, donde encontrarás una mesa larga alrededor de la cual se sientan todos los invitados. El concepto es un servicio de 8 platos peruanos-asiáticos, incluido un postre. Los cursos se sirven para todos al mismo tiempo.
¡Cada plato fue elaborado cuidadosamente, bellamente presentado y lleno de deliciosos sabores! Mi favorito personal era el panecillo BAO que aparece en algún lugar a mitad de la comida.
Nuestro camarero fue amable y atento, y nos explicó cada plato.
¡¡Altamente recomendado!

Fuimos con nuestra bebé, llegamos un poco tarde y fueron muy amable; nos esperaron para empezar, el concepto es muy cool y el servicio genial, comimos muy bien, lo único que podríamos decir es que al inicio no entendíamos muy bien como funciona el menú, ya que era nuestra primera vez, el chico nos desinformo diciendo que nos quedaríamos con hambre, que eran platos muy pequeños, inició hablando de los platos fuera de carta y no del concepto del rest, al final terminamos pidiendo un plato extra un poco elevado de precio y estábamos más que llenos cuando llego, pero en general es una experiencia que recomendaría.

Menú degustación riquísimo, todos los platos eran espectaculares con una combinación de sabores muy diferente a lo que estoy acostumbrada.
Repetiré sin dudarlo.

El menú degustación esta muy rico, una mezcla de sabores y texturas muy equilibradas. Me gusto bastante!

Es nuestra tercera vez y como siempre insuperable. Merece la pena el trabajo que cuesta conseguir reservar mesa. Te dan ganas de rechupetear el plato en cada salto. Sabor en su máxima expresión.

Segunda visita en diciembre de 2022, después de ir en sus primeros meses allá por 2017. Tripea es con toda probabilidad el mejor sitio de Madrid en el que podrás comer si tienes 50€ en el bolsillo. La relación calidad precio es imbatible. Funcionan con un menú cerrado, a una hora específica y comes en una única mesa larga compartida, pero nada de esto desluce la experiencia: al contrario, probablemente no sería posible de otra manera. Se nota que Roberto ha pulido el menú al máximo, lo que en 2017 eran solo bocetos (y ya entonces estaba bien rico todo) ahora son verdaderos platazos uno tras otro. Puedes complementar el menú con algunos extras, aunque no son necesarios para disfrutar al máximo. El ceviche de langostinos y la codorniz al massaman valen por sí solos la visita, pero el resto de pases no desmerecen.

La comida muy rica, con buen producto y buena presentación. La atención del personal fue correcta pero excasa, me hubiera gustado alguna explicación más del concepto o cómo funciona el menú (era un regalo y la primera vez que iba). Se come en una mesa alta corrida en el pasillo del propio mercado y estás muy cerca del resto de comensales.

Experiencia excepcional. El sitio tiene un encanto especial y la comida es toda una experiencia. 100% recomendable. Volveremos:)

Es la 2ª vez que cenamos aquí, y hemos vuelto a salir encantados. En ambas ocasiones hemos cenado en la mesa corrida y el ambiente es perfecto. Me encantaron los mejillones!

Gran experiencia gastronomica, en medio de un mercado que sorprende. Sin carta, menú degustación con algunos fueras de carta extra. Bocados muy ricos, aunque en nuestra experiencia fue de más a menos con la codorniz final rica pero no a la altura del resto de platos.

El restaurante se encuentra dentro de mercado Vallehermoso. Es una mesa larga en donde se sientan varias reservas y van sacando los platos a la vez. La calidad de estos es estupenda, de cantidad es suficiente y te explican los ingredientes de cada plato. Fue una buena experiencia.

Super recomendable, el sitio el ambiente y la comida exquisita. Soy celiaco y mi amiga esta embarazada y nos modificaron algunos platos para poder disfrutar de la experiencia.

Cenamos en Tripea y solo decir que es un disfrute máximo desde que te sientas. Pedimos también los extras que tienen y salimos rodando de felicidad. Sin duda lo mejor que he probado relación precio-calidad. Un 10 para ellos

Es una auténtica maravilla. Merece la pena como experiencia y la mezcla de sabores es muy buena. 100% recomendable. Además, el personal es súper agradable

COCINA: Se echó mucho de menos pan para muchas de las salsas que se quedaban en el plato. Una pérdida grande.

Menú degustación:

1. Puerro anticuchado a la brasa romescu, cacahuetes y chipotle. Bearnesa de cilantro, aceituna y cecina discarlux.
Delicioso y complejo. Un must. Se notaban las diferentes salsas en cada bocado aunque era difícil de comer. Un plato no debe desmontarse al partirlo a menos que esté pensado para comerse de un solo bocado (lo que no era el caso).

2. Tiradito de atún rojo, aliño de maracuyá y miel de ajos fermentados, kéfir de cabra, migas de panko, chile y sate.
Gran calidad aunque un plato un poco soso. La miel de ajo apenas se notaba, el maracuyá sí y el kéfir proporcionaba un buen contraste.

3. Bao relleno de ají de gallina, aceituna botija y huevo frito de codorniz.
Espectacular el huevo y la salsa. Al relleno le faltó untuosidad.

4. Ceviche caliente de mejillones al wok, leche de tigre, ají amarillo y noodles.
Plato estrella. Espectaculares, la salsa les iba de lujo. Sin embargo, era demasiado salada solo con los noodles y cansaba un poco. ¿Tal vez añadir una segunda salsa algo más dulce aparte para cuando acabas los mejillones echársela encima a los noodles y revitalizar el plato arreglando ese exceso de sodio?

5. Codorniz guisada en curry massaman, azafrán y palo cortado. Puré robuchón a las 5 especias chinas, pak choy al wok.
Lo mejor: el pak choi con el curry funciona bien. Lo peor: La codorniz estaba seca y una estaba un pelín cruda (a pesar de que la salsa abundaba por lo que esto se arreglaba un poco). El curry tenía el grado justo de picante para un paladar europeo junto con el agradable contraste de especias que se puede esperar. Sin embargo, el puré robuchon simplemente diluía los sabores, yo lo evitaría en este plato. No estaba mal pero no destacaba. Sinceramente una decepción: el plato más flojo de la noche.

6. Brownie de chocolate y lúcuma, mole dulce y hierbabuena.
El brownie en sí nos encantó pero la lúcuma no nos gustó. Estaba demasiado templada. Necesita un punto más de dulzor y acidez (yo probaría con physalis o yuzhu) y estar fría para el contraste. De lo contrario no aporta nada y el brownie se hace pesado. Los peta-zetas son la gran sorpresa pero al estar cubiertos en chocolate pierden la frescura y aportan más pesadez aún. Muerte por chocolate aunque podría funcionar si se refina.

BEBIDAS: Se agradeció el agua de Madrid a 0€ (la botella preciosa). La carta de bebidas alcohólicas muy correcta aunque no indican maridaje ni recomendaciones al preguntar. Los vinos que probamos fueron un acierto aunque dos de las personas que fuimos no bebemos alcohol y no había opciones. Muy mejorable la carta de bebidas sin alcohol, el gran olvidado.

AMBIENTE: ¡No es accesible!
La música estaba demasiado alta, dando dolor de cabeza e imposibilitando hablar en ocasiones. Además, era estridente y no pegaba con el menú. No apto para personas con migrañas o con sensibilidad auditiva.
Como persona bajita, grande y con piernas cortas: las sillas eran un suplicio. Me pegué la velada escurriéndome, no podía posar los pies en el suelo para estabilizarme y, al ser grande, me "salía" por los lados. Además, una persona con problemas de movilidad tendría problemas para subirse y mantenerse en ellas. Muy mejorables, la verdad.
Las mesas altas no son aptas para personas en silla de ruedas ya que no llegan a ellas.
Los cuchillos especialmente mejorables. Los ganchos bajo la mesa son un punto a favor.

SERVICIO: Había dos camareros: un chico y una chica. Él vino poco pero fue muy correcto y nos preguntó nuestras opiniones. Bien.
Ella al dejar o recoger los platos no hacía comentarios ni nada. Un poco incómodo. A la hora de decir los platos iba tan rápido que no podíamos seguirla. Bastante mejorable.
Se habría agradecido que los platos estuvieran escritos en una pizarra al menos.

PRECIO: 45€ el menú (ofrecían la opción de añadir platos aunque no indicaban el precio de estos) + bebidas (unos 5€ la copa de vino)

RESERVA: Se tiene que hacer el 1 del mes a las 12: 00 del mediodía o te quedas sin.

¡Increíble experiencia gastronómica!
Pedimos además del menú un par de extras y todo buenísimo. Mereció la pena esperar por poder cenar en Tripea.
Buena calidad precio.

Muy rica toda la propuesta de su menú cerrado de cocina nikkei. El tiradito de atún con cecina y los mejillones en salsa curry espectaculares. La atención muy buena y el ambiente del mercado genial. Precio medio del comensal entre 50 y 60 con bebidas incluido

Buenísimo todo! Estuve hace unos años y ya lo recordaba bueno, pero volver ha sido un acierto. Comida con influencia peruana mezclada con productos muy de aquí (cecina, sobaos…) así que si te gusta este estilo de comida, en Tripea disfrutas seguro. El único pero por el que no le doy las 5 estrellas es que la camarera no tenia mucha idea de los vinos que servían así que nos tuvimos que arreglar por nuestra cuenta. Pero por todo lo además, de diez!