Bar Restaurant Çò d'Òskar, Lleida

Bocadillos muy buenos, muy buen trato a pesar de que hemos llegado tarde a comer (pasadas las 15: 30) nos han atendido y reabierto la cocina y encima nos han invitado a los cafés, genial.

No hay viaje a Vielha que no pare aquí. Un lugar agradable. Limpio. Acogedor. Los bocadillos buenísimos. Y los pinchos.hmmm qué bueno todo.

Comida mediocre. Antención penosa, no he visto gente más estúpida cara al público que en este sitio, además sin mascarilla y sin respetar las medidas sanitarias. Baños sucios. No recomiendo para nada.

Y porque no se puede poner 0 estrellas
Nadie llevaba la mascarilla, 6 croquetas de m.congeladas y de 2cm 10 euros abusivo, las bravas igual congeladas, el pan seco, el camarero un poco más y duerme caliente muy mal trato. No aconsejo ni tomar un agua lo peor de lo peor enfin.mejor no seguir escribiendo.

Aunque avisan que para menos de diez euros no aceptan pago con tarjeta, nuestra cuenta era superior y nos pusieron la tonta excusa de que no había cobertura, no saben que no hace falta cobertura para pagar. Mal servicio al cliente en definitiva

0 medidas anticovid, los camareros no llevaban mascarilla ni dentro del local ni cuando salían a servirte. Además los croissants que pedimos estaban secos. No vayáis si podéis evitarlo.

Esperiencia efímera y menos mal. Un trato deficiente y un servicio muy justito. Nos ha cobrado un pincho de tortilla a compartir como dos pinchos. Os dejo el ticket para que os hagáis una idea de los precios de este bar.

Una vergüenza!
El pan duro, raciones carísimas para ser congelados. Para colmo el trato pésimo…
No lo recomiendo para nada, sin duda me voy con mal sabor de boca…

Con total sinceridad dos bocadillos de fuet 8€ me pareció una locura. Estaban buenos o era el hambre que teníamos pero el pan era el típico y sin más.

Aunque el camarero era algo majo.

Todas las tapas son congeladas a precios carisimos. Una estafa.
Además, en pleno covid, ni los camareros, ni el encargado, ni los dos cocineros llevaban mascarilla.

Nunca creí poder ver una puntuación tan mala en Maps. Hasta encontrar este local! Media hora en la terraza y ni caso, y el local vacío, por supuesto nadie con mascarilla ni "tonterías ", este es el Bar de los "malotes" del pueblo.

Hemos ido a comer unos bocadillos, que sinceramente eran bueno, aunque de precios elevados. Las bravas eran congeladas y caras. Los camareros no llevaban mascarilla, además de no tener tacto con los clientes (sobretodo la señora, muy desagradable) el chico joven por su parte era agradable. En cuanto al precio, solo aceptan efectivo, y son elevados para lo que es.

La comida estaba "normal", sopa de cebolla de sabor rica pero con una trancha de pan de molde encima, tanto cuesta poner un trozo de pan del día tostado? Y de segundo pescado con patatas congeladas.
El dueño bastante amable.
Pero lo que realmente me ha sorprendido es que no pedí postre, café directamente y me lo han cobrado a parte!
Considero caro el menu con respecto a la calidad 15,50€ y normalmente creo que el café debería entrar dentro del menu si es que no quieres postre.

Camareros sin mascarillas, no se puede pagar con tarjeta. Zero medidas anti covid19. Lo único bueno es que abren temprano.

Buena carta y buena calidad. Me parece un poco raro que no tengan para cobrar con tarjeta. Pero todavía más raro es no avisar a los clientes. En estas alturas tienen datáfono hasta los del top manta.

Ya no es solo que no lleven máscara los camareros sino que incitan a que se la quiten nada mas entrar y no desinfectan nada. Un peligro para todos