Barcelona Museum of Contemporary Art

Uno de los museos de arte contemporáneo más pobres e insignificantes que he visitado. Sólo se salva la arquitectura de la sede.

Ayer sábado por la tarde fuimos al Macba aprovechando que es gratis. (El precio normal 12 adultos y 10 los niños).
La verdad es que estuvo entretenido. La visita fue de 1 hora.
Tienes que tener la mente abierta y que te guste el arte contemporáneo conceptual en otro caso mejor visita otro museo.
También puedes aprovechar para visitar la zona pues hay muy buen ambiente.

Bonito edificio y excelentes instalaciones.
Las exposiciones eran un poco pobres cuando fuimos, así que tal vez consulte su sitio web antes de ir para asegurarse de que haya exposiciones decentes.

La única estrella es solo por lo lindo que es el edificio.
Las exposiciones son una ridiculez, una burla, una estafa, de mal gusto, no tienen ni pasión. Artistas mediocres.

Muy bien el museo y las vistas, pero lamentablemente muy mala la atención por parte de una de las chicas de la mesa de entradas, donde compramos el ticket.
El resto todo muy lindo

Hay muchos museos de arte moderno que son mejores. Hay muchas aportaciones aquí, pero el arte en sí no es particularmente impresionante. No recomendaríamos elegir este museo.

El Museo hace c.e (una pérdida de tiempo y espacio), pero los patinadores afuera son muy "competentes".

Encontré algunos conceptos demasiado complicados y muchas de las descripciones de las obras de arte no son muy fáciles de digerir. 3/5 para el museo, 1 estrella adicional porque el museo ofrece entrada gratuita todos los sábados.

Hace poco visité el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona con grandes esperanzas de sumergirme en una exhibición vibrante de brillantez artística. Desafortunadamente, mi experiencia fue poco menos que decepcionante. Recomiendo encarecidamente a los visitantes que ahorren tiempo y se salten este museo por completo, ya que ofrece poco o ningún valor en términos de arte, historia o significado cultural. En su lugar, recomendaría encarecidamente explorar la encantadora ciudad de Toledo o cualquier otra ciudad antigua de España, donde realmente se puede apreciar el rico patrimonio y los tesoros artísticos que abundan.

Al entrar al museo, fui recibido por una colección decepcionante y mediocre que no logró involucrar mis sentidos ni despertar ningún tipo de respuesta emocional. Las exhibiciones carecían de la creatividad, profundidad e innovación que esperaba de un museo de arte contemporáneo. Parecía como si los curadores hubieran reunido al azar una mezcla de obras de arte mediocres sin ningún tema o propósito coherente.

Para empeorar las cosas, la interpretación y la curaduría del museo eran muy deficientes. Hubo una clara ausencia de placas informativas o contexto que acompañara a las obras de arte, lo que dejó a los visitantes agarrando un clavo ardiendo para comprender el mensaje previsto o la visión artística detrás de cada pieza. Sin este elemento crucial, se sentía como deambular sin rumbo por un laberinto de creaciones sin relación y sin sentido.

Además, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona no supo capitalizar su potencial para mostrar la historia y el patrimonio cultural únicos de la región. En lugar de celebrar el legado artístico de Barcelona y su vibrante escena artística, el museo optó por una selección insulsa y corriente que no ofrecía una idea del espíritu creativo de la ciudad.

Si realmente quieres experimentar la verdadera esencia del arte y la historia en España, te imploro que explores Toledo o cualquiera de las numerosas ciudades antiguas que salpican el país. Estos lugares están repletos de sitios históricos, arquitectura impresionante y obras maestras de artistas de renombre a lo largo de los siglos. Ofrecen un cautivador viaje en el tiempo, donde cada rincón cuenta una historia y cada calle destila encanto y carácter.

En conclusión, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona está dolorosamente por debajo de su potencial, dejando a los visitantes con una sensación de tiempo perdido y oportunidades perdidas. Recomiendo enfáticamente no visitar este museo y lo animo a aventurarse en otro lugar para experimentar las verdaderas maravillas artísticas e históricas que España tiene para ofrecer.

Todas las exhibiciones salieron súper pretenciosas. Aleatorio pero sin sentido es como lo diría. Si alguna vez se preguntó por qué se burlan del arte contemporáneo, este museo es el pináculo de cómo el arte contemporáneo se presenta como una arrogancia y sin nada de sustancia.

Grandes obras de arte de artistas fuera de la corriente principal. Muy contento de haber ido, incluido en la tarjeta de Barcelona también. Habría pagado felizmente el precio completo.

Un lugar para los amantes severos del arte contemporáneo, no nos gustaba este formato, pero aquí como se suele decir, gusto y color.

Una experiencia diferente y muy interesante. El museo es amplio y es fácil sentirse a gusto en él. Tiene una gran variedad de colecciones.

Hermoso museo, mucha luz, arquitectura moderna, salas grandes, objetos interesantes que incluyen explicaciones.

Gran lugar donde empapar te de arte, son 3 plantas dedicadas a distintas temáticas y exposiciones temporales

El museo genial. El entorno vergonzoso. Skaters a decenas, gente en el suelo con desperdicios y un olor a marihuana insoportable. Realmente triste q un museo así se encuentre en semejante lugar

Es más pequeño de lo que pensaba tal vez esperaba demasiado
¡Consulta el horario de la exposición y visítala!

És la primera vez que visitamos este museo y le pongo 4 estrellas porque es un poco caótico para ver las exposiciones; Ya que no hay indicaciones de cómo seguir el recorrido para ver todas las salas.
Aún así, es un museo totalmente diferente a los demás que hay en Barcelona. Os recomiendo que vale la pena visitarlo el sábado por la tarde porque la entrada es gratuita, pero mejor reservar por internet.

¡Pérdida de tiempo! ¡Qué lástima!
¡Quedé completamente decepcionado con la selección de las obras de arte presentadas!
Sin embargo, ¡un edificio muy hermoso!

Descubrí que las exposiciones no tenían ningún interés, me hizo pensar en el trabajo de segundo año en una escuela de arte suburbana. Por otro lado, el edificio, diseñado por Richard Meier, solo merece el desvío, incluso si ha envejecido mal.en lugares.