Can Carol Hotel Restaurant. Bodes, celebracions i empreses. Caterings, Barcelona

Le falta una remodelación en las habitaciones y algunos puntos de la casa.

Éramos un grupo de 18. Alquilamos todo el alojamiento por 3 días. La casa en sí está muy bien, limpia y con mucho encanto, el patio es muy bonito para poner mesas y muy bonito. Las habitaciones muy bien también. Sin embargo en algunas duchas es complicado ducharse, ya sea con agua demasiado caliente o con agua fría, y casi sin presión de agua caliente en algunas duchas.

Por otro lado, la comunicación con el dueño es complicada y fue deshonesto.
La piscina está totalmente fuera de servicio, no funciona cuando habíamos elegido este alojamiento por eso en gran parte. Y nos hizo creer que se iba a encargar él en lugar de decirnos que la filtración no funcionaba. Nunca volvió para cuidarlo. Cuando llegamos, todos los bordes de la piscina estaban verdes con moho. Nos dijo que era por las tormentas. Tenemos una piscina, sabemos cómo funciona. No se mantiene en absoluto y Lluis no hizo ningún esfuerzo por limpiarlo o poner suficiente agua antes de nuestra llegada.
Le pedimos que hiciera un gesto para la piscina, se negó.

También nos pidió que pagáramos todo el alojamiento en efectivo en el último momento cuando tenga una terminal de pago disponible. No hizo ningún descuento.

Nos adaptamos a sus peticiones pero Lluís no hizo ningún movimiento a cambio.

También le pedimos que nos trajera una paella el sábado por la noche. Nos pidió 24€ por persona. Más caro que en el restaurante. Nos las arreglamos de otra manera.

En resumen, la casa está muy bien, con encanto, espaciosa y agradable, pero la piscina está fuera de servicio y el dueño no es nada complaciente y no tiene sentido del servicio.

Fui ahí con una excursión de esas do de te comen el coco para comprar cosas carismas. A parte de aguantar esa charla de 3 horas tan agobiante, cosa que el restaurante no tiene ninguna culpa, la comida estuvo más que buena y el ambiente agradable. En mi vida comí un fideua tan rico. El joven camarero un encanto, muy pendiente de todos nosotros y eso que éramos casi 50 personas. El cocinero salió personalmente para preguntarnos si todo estaba bien. Es un sitio para volver una y otra vez, desde luego.

Cogimos la casa completa para un finde de amigos. La decoración está cuidada pero carece de mantenimiento adecuado. La cocina pobre de utensilios y mal acondicionada. El dueño se ajustó poco a nuestras necesidades. Lo positivo es que está cerca de Barcelona y el jardín exterior con piscina.

Ya es precioso por fuera imagínense por dentro. Destaca su portal adovellado de los siglos XVI-XVII.
Recomendable la estancia.

Un restaurante grande y acondicionado para grandes eventos y celebraciones. Tiene una bonita y gran terraza y un pequeño parque para los peques. Dentro es muy espacioso, con una parte de pista donde bailar. Buena comida. Buena atención. Lo que no hay, y es algo creo que importante, es en los lavabos, una tabla, aunque sea abatible para usar de cambiador de pañales. Vi a varias mamás que cambiaron a su bebé en unas condiciones incómodas. Por lo demás todo muy bien, y tiene su propio parking también, acceso para sillas de ruedas.

Tot i que va ser un dinar de grup, el servei va ser atent i acurat. Quant al menjar, perfecte