Casa Arana, Barcelona

Este si que es un sitio del que provoca escribir no una reseña, más bien un artículo.
El ambiente es super agradable en esa calle porque está llena de árboles, pasa pocos autos y la gente en general está siempre como de buen rollo, las casas de la cuarta están particularmente bien conservadas y provoca admirarlas te tomas una caña helada, las croquetas son de la mejores que me comido en la vida y ojo que he vivido mucho, la atención es muy buena a pesar de que el sitio se llena y como todo bar en España hay poco personal (pero les aseguro que esta gente se mueve mucho para que no lo notes), los precios no están nada mal y en los alrededores hay una muy buena cantidad de sitios por descubrir, así que si eres como yo puedes dedicarle un día a la zona para juegues al sibarita jajajaja.

Nos gustó, fuimos de casualidad a tomar algo y decidimos quedarnos a comer y estas son mis conclusiones:
Pedimos un par de cervezas tostadas por recomendación del camarero y estaban muy buenas (pedimos otras dos más).
Para acompañar pedimos 4 croquetas de bacalao y 4 de cabrales. (No son precalentadas en el microondas, ese detalle me gustó mucho) muy buenas las croquetas, las de cabrales de escándalo, lo único que tardaron un poquito en servirlas precisamente porque eran recién hechas.
A la hora de comer pedimos "bacallà a la llauna" cominos dentro del restaurante, es pequeñito y me recuerda a los restaurantes de los años 50 del Bronx.
El bacalao muy rico, nos sirvieron un buen lomo acompañado de pimientos del padrón y patatas. Acompañamos el plato con una copa de Ribeiro (repetimos otra copa) y para rematar un par de carajillos de Bayleis que te lo traen con un sobre de azúcar y un chocolatito.
En total costó todo 70 euros (35 c/u).
La atención fue buena y el personal amable.
Volveremos a ir.