Casa Rural Mas del Pí, Tarragona

Pasamos los dias de fin de año en familia. Bonito sitio y casa. Todo correctisimo, limpieza, comida, vinos.
La amabilidad y el buen hacer de Rosalinda y su hijo Guillen nos encanto y seguro que repetiremos

Recomendadisimo para familias con niños

Si quieres desconectar y escuchar el silencio, no lo dudes, deja los tacones en casa, ponte calzado cómodo y disfruta de la naturaleza, sin más. Para repetir.

Creo que hay diferentes experiencias según si vas mediante bono regalo o por cliente normal. Para nosotros, experiencia sin más. No da mucho tiempo a desconectar ya que el check-in era a las 17h, creo que porque veníamos mediante caja de experiencia y hay diferente trato (escuchamos que les decía a otra pareja que a los que vienen con caja les decía de hacer el check-in a las 18h para ahorrar electricidad y gasto). Nunca había visto un check-in tan tarde. Tuvimos que hacer tiempo en el coche y por los alrededores ya que hacía mal tiempo y no podíamos entrar hasta esa hora. La mujer que lo lleva ni agradable ni desagradable del todo, sorprende el ver ciertos comentarios tan positivos y de amabilidad ya que a nosotros no nos dió para nada esa sensación. Quizás tenía un mal día cuando la conocimos. Si realmente lleva sola el lugar, es un faenón y eso se nota en el mantenimiento. Quizás en verano el entorno y la casa sean más amigables, pero en invierno es bastante desangelado. Tampoco te da pie a que puedas disfrutar del resto de la casa, la única información fue donde estaba nuestra habitación, eso sí, diciendo que si veíamos que algo no estaba bien se lo dijeramos. El desayuno muy simple con café (si te gusta), zumo de naranja de bote, pan de pagès (lo mejor), fiambre, queso y jamón tirando a malillos. Creo que pierden la oportunidad de ganar clientes para otra vez de los que vienen inicialmente con caja de experiencia, si el trato es tan justo. Y si no les sale a cuenta, creo que deberían desvincularse de smartbox etc ya que los huéspedes que venimos con regalo no tenemos culpa.

Para empezar una estrella pq -5 no se puede. Sin información ninguna del acceso una simple piedra en medio del camino y un camino solo de un coche.entrada apartir de las 18h. Cosa q jamás había visto y la dueña sin comentarios para no ofender. Un fiasco. No se la aconsejo a nadie

Fue fantástico, Rosalinda nos acogió super bien, habitación espaciosa con terraza enorme y sábanas calentitas, desayuno abundante y completo, en un entorno rural inmejorable. Volveremos

Sitio a evitar como la peste. Mi cuñado hizo una reserva como regalo justo antes del coronavirus para abril, mientras estábamos confinados. El responsable no se puso en contacto con él para cambiar los días de la reserva o devolver el dinero, dado que por supuesto era imposible ir durante el confinamiento. Cuando nos dimos cuenta, para nuestra sorpresa, que no no nos habían dicho nada, los responsables aducieron que éramos nosotros quienes teníamos que haberles avisado de que no íbamos (¿¿Cómo se supone que íbamos a ir durante el confinamiento?) No nos han querido ni devolver el dinero ni cambiar las fechas, además de hacerme perder el tiempo durante semanas buscando la transferencia que le habíamos hecho. Quizás sea legal lo que ha hecho, pero el trato es pésimo. Mejor ir a otro sitio.

Fue una experiencia muy buena. La habitación con baño muy limpia y la cama bastante comoda. Muy buen trato de la dueña. Es un sitio para desconectar.

La atención muy bien. Muy amables, la habitación correcta, la cama y almohadones muy cómodos. El desayuno muy bien, el exterior necesita atención, las hierbas lo invaden todo y está bastante destartalado, un poco más de cuidado y los exteriores serían encantadores.

Fuimos un grupo de amigos, con niños y perro a pasar unos días y celebrar el cumpleaños de mi hija. Fuimos muy bien atendidos por Rosalinda, la propietaria de la casa. Ella es una señora muy servicial, atenta, muy buena persona además de excelente cocinera. OJO, su cocina no es un restaurante: ella hace un menú único para todos y como yo soy vegetariana le dije con tiempo y se adaptó a mi. Es comida casera, buenísima, pero no vayas con expectativa de un restaurante (aunque hace mejor que muchos!). En cantidad es bastante generosa y el vino ecológico está súper bueno.
Rosalinda es muy trabajadora y lo hace praticamente todo ella sola. Siempre con una sonrisa, amable y preocupada por si estamos bien.
Los baños y habitaciones muy limpios. Cada habitación tiene su propio baño.
Quien quiere venir a Mas del Pi debe saber que no hay una cocina para que te puedas preparar lo que quieras, allí es su casa y debes entender y respetar esto. Si necesitas copas de vino, vasos, cubiertos, etc, seguro que te lo dejará pero todo aquello habría que solicitar y no abrir los cajones y cogerlos sin permiso como cuando alquilamos un piso de Airbnb. Si te quedas a comer o cenar avisa con algo de tiempo. Si sales a pasear, Hay pueblos interesantes que conocer por allí, nosotros fuimos a Ametlla de Mar, Perrelló y Tortosa. Hemos comido en Mas del Pi y también fuera.
También hemos estado todo un día por allí jugando con los niños, tomando vino y aire fresco. Te puedes hacer una caminata, jugar a la pelota, mirar las estrellas por la noche porque allí el cielo es una pasada…
No hay dudas que volveremos allí otras veces y que recomendamos a todos aquellos que quieren estar en un ambiente de mucha tranquilidad y paz, sin lujo y sin prisas…

Nosotros estuvimos este agosto de 2021 y hemos estado como en casa. Rosalinda muy amable y servicial, los perros superbien educados, no se acercaban, ni ladraban. Hemos estado muy tranquilos, los niños encantados, las hamacas increiblemente cómodas, jajaja.:)

Le doy cinco estrellas porque no le puedo dar diez, de diez fue la atención que recibimos por parte de Rosalinda, la anfitriona de la casa. En todo momento nos sentimos muy bien atendidos, no nos faltó de nada, nos preparó unos platos exquisitos que nos deleitaron. La casa es acogedora, las habitaciones muy cómodas y un entorno ideal si queréis desconectar de la gran ciudad. Ideal para venir en familia y con niños pues también hay animales que harán sus delicias.

El entorno precios! Hemos estado este fin de semana mi pareja y mi perrita la tranquilidad de la casa la comida Rosalinda y Guillen cercanos y pendientes que no falte de nada! Volveremos sin duda! Gracias Rosalinda y Guillen un placer haberos conocido

Ubicación ideal para desconectar, pero cerca de lugares muy interesantes para visitar. Lo mejor, la atención de Rosalinda, muy amable, que nos ha hecho sentir como en casa. Hemos ido con perro y genial. Los animales de la casa también son encantadores.

Mala experiencia para no repetir ni recomendar. Llegamos a esta casa por una caja de La Vida es Bella que nos regalaron. Desde el primer momento la dueña fue poco amable y nos dejo claro que no le gustaban las condiciones con las que trabajaban en la caja, cosa de la que no tenemos ninguna culpa nosotros, transmitiéndonos la sensación de no ser recibidos como cualquier otro cliente. Ibamos con un bebe de 2 años y la primera reacción al hablar por teléfono fue cobrarnos 20 euros por ponernos una cuna para él. Al final cuando llegamos no nos cobró nada porque durmió en la cama con nosotros, a pesar de que en la habitación había un altillo con 2 camas, que nos remarcó que no podíamos usar porque tendría que limpiar más. Tampoco quiso darnos cena y eso que es un servicio que tiene en oferta que obviamente hubiésemos pagado a parte, excusándose en que no tenía pan, a pesar de que es un Mas en medio del monte que presume de ser autosuficiente y se lo estábamos diciendo a las 7 de la tarde. En general es una lástima porque el entorno del lugar es agradable y tranquilo, a pesar de estar dejado, sucio y lleno de chatarra, pero la poca amabilidad de Rosalinda hace que no te sientas bien recibido, al menos si vas con una caja que te han regalado.

Un lloc excel·lent per desconectar.
El menjar de qualitat i abundant.
La Rosalina i en Guillem atents a que no et manqui de res molt amables i propers.
Tornarem i recomanarem.

Lugar paradisíaco donde los aya, estuvimos en esta masía mi novia, su hija y yo como en nuestra propia casa. La Sra. Rosalinda y su hijo Guillem se volcaron en sus atenciones para con nosotros. Han sido unas vacaciones inolvidables. Es un sitio para recomendar. Nosotros volveremos en cualquier momento que dispongamos de unos días de asueto. Queremos probar mi novia y yo la "jarka" que dispone este lugar y que esta situada a uno metros de la masía, es una tienda de ensueño para pasar unas noches inolvidables con tu pareja.dispone de ducha, nevera ecológica y retrete ecológico.todo muy campestre. Aaahh se me olvidaba no quiero dejar de recodar a los nobles guardianes de la masía, los perros: Rocky, NIca y Erika por su nobleza y confianza han estado en todo momento jugando con nosotros.

Casa rural con mucho encanto. Llena de detalles, todo limpio y muy cuidado. Lugar ideal para desconectar del estrés de la ciudad.
Rosalinda y su hijo son muy amables y se preocupan de que sus huéspedes estén agusto. Desayuno muy completo, y la cena casera, deliciosa. Alrededor hay muchos sitios que visitar.

Lugar precioso, tranquilo y la señora muy amable y atenta, veo más abajo un comentario de una chica que le regalaron un bono y tuvo problemas, a mí me regalaron uno con el cual e ido y no he tenido problema ninguno, solo me entraba el dormir y la señora no ha puesto impedimento ninguno, yo decidí desayunar y contentísima, volveré, siento que está chica tenga una mala experiencia a lo mejor no miró su bono bien, lastima

Tenía un Bono regalo para disfrutar en la casa. Como enfermera me lo regaló mi empresa. La persona que me atendió me NEGÓ la reseva, a pesar de HABERME CONFIRMADO que entraba una noche sin hotel en mi bono.
Después de decir que Sólo quería disfrutar de mi noche en la casa, me NEGÓ la reserva porque no acepté el DESAYUNO.
Una decepción muy grande!
Además de decirme literalmente que NO LE SALE A CUENTA.
Era muy sencillo, y me cerraron las puertas. Una lástima. Ellos pierden clientela y posibilidades de que acudan personas a través de mi recomendación.
A los señores de la casa decirles que mejores el trato/ tacto hacia los clientes interesados. Ustedes son los únicos perjudicados.

Un sitio muy tranquilo y con un trato exquisito por parte de la dueña, con un muy rico desayuno, lugar ideal para bajar las revoluciones y disfrutar de la naturaleza