Centro Hípico Connemara Pony Club, Girona

Un molt bon lloc on portar als futurs genets i amazones per aprendre l'art de la doma i el salt.

Un molt bon lloc on portar als futurs genets i amazones per aprendre l'art de la doma i el salt.

Centro con instalaciones excelentes. Los caballos viven en semilibertad. El entorno es maravilloso. Los profesionales que trabajan de primera.

Nunca había tenido contacto directo con caballos. La experiencia fue muy bonita, lo recomiendo. No es solo montar, te enseñan a cuidar al animal. Y profesionalidad para enseñar al inexperto.

El Pony Club Connemara es increíble. Los caballos están en semilibertad y las instalaciones muy bien cuidadas. Los profesores son encantadores y muy profesionales. Me ha gustado muchísimo. Recomendable 100%!

Las instalaciones son impresionantes, el buen ambiente.
Los profesores son muy profesional se nota que le gusta mucho su trabajo, los alumnos lo pasan muy buen aprendiendo.
Recomendable totalmente!

Un trato irrespetuoso y nefasto por parte de la responsable! No volveremos y no recomendamos. Desorganización total con las clases. Muy mal trato.
2ª reseña:
Con su respuesta a la reseña inicial no hace más que confirmar lo comentado. Lejos de asumir responsabilidades y tratar de compensar al cliente de algún modo, opta por atacar y desprestigiar, no esperábamos otra cosa. Empieza argumentando que "un mal día lo tiene cualquiera", que como observo es un argumento utilizado en reseñas de clientes anteriores, también de lamentable respuesta por su parte. Pero es que no se trata de un mal día, que obviamente puede tenerlo cualquiera, se trata del modo de hacer y de ser. Tienen un grave problema si pierden la paciencia con 4 clases que le dan a un cliente. Porque para dar formación se requiere mucha paciencia, y más con niños de 6 años, para lo que sinceramente creo que no están capacitados. Les recomiendo formación en la gestión al cliente, nada, algo básico, les sorprenderá lo beneficiosa que puede ser para su negocio. Pero vamos a explicarlo todo, para que no quede duda: Comenta que somos un cliente entrometido, ¿Por quedarnos a ver cómo practica nuestra hija de 6 años en sus primeras clases sin obviamente hacer ningún comentario en absoluto? Confesaré que al principio nos quedábamos por ilusión de verla hacer la clase, pero luego ya comenzando a ser consciente de los riesgos inherentes a la práctica ecuestre que usted intuyo cree conocer, y decidimos quedarnos al apreciar una falta grave de seguridad. Si observamos a una sola persona como responsable de la hípica, un joven profesor al que la responsable de la hípica llama "el nen", mostrando ese talante respetuoso del que hace gala en sus respuestas, un profesor que se agobia por tener unos padres observando desde dentro de la cafeteria (con los cristales tintados), la clase de su hija en pony, pues no da ninguna seguridad. Si además este profesor debe estar por distintas clases de diferentes niveles a la vez, te encuentras a ratos a tu hija de 6 años con sólo 4 clases dadas, preparando a solas un pony para montarlo, tampoco da seguridad alguna. Y claro, el profesor, con cara de agobiado de buena mañana, más bien por tener que asumir responsabilidades que no debería, y no por tener que aguantar a los padres, que le han mostrado comprensión por tener que soportar lo insoportable, nos pregunta el domingo al llegar a la clase de siempre de las 10h, que qué hacemos tan pronto ahí, si hasta las 11.30h no empieza la clase. Todo eso sin mirarnos a la cara ni dejar de hacer sus labores. Añadiendo que debemos comunicar cada semana antes de ir a clase, qué día pensamos ir. Y todo eso sin mostrar un mínimo de empatía ni disculpa por la falta de comunicación y encontrarnos allí 1: 30h antes. Al parecer su superior debía comunicarnoslo, pero no lo hizo. Le dijimos al profesor de buenas maneras que no lo sabíamos, que su superior siempre nos dijo que las clases empezaban a las 10h, sábados o domingos, como quisiéramos, y que nos íbamos a hacer tiempo por ahí hasta la hora de empezar, a lo que el profesor, de agobio fácil, nos dijo "te lo digo yo que esto es así, que soy el profesor". Al poco rato recibimos una llamada de la responsable, con un tono fuera de lugar (recuerda que estás hablando con un cliente), acusándonos de "agobiar al nen" e indicándonos que si no nos gusta no estamos obligados a ir, y que la hora de clase siempre es a las 10h sin previo aviso (contradiciendo así al joven profesor y mostrando una grave falta de comunicación interna), todo muy surrealista. Desconocedores del mundo de la equitación lo somos obviamente, es el primer contacto que hemos tenido, pero con lo que hemos aprendido en 4 clases con vosotros, ya sabemos diferenciar lo que está bien de lo que no. Y hemos podido compararlo con otras hípicas, en las que hemos comentado el tema y ya os conocen sobradamente, así que no hace falta que les hagan ningún tipo de recomendación.

Excel·lent,!
La nostra, neta de 9 anys, ha passat el millor casal d'estiu estan en aquest centre  El seu desig és poder tornar ben aviat.  

Disfrutant i practicant l'ordre la responsabilitat i el companyerisme, entre altres, ha après com tractar els cavalls i les seves reaccions. Estic segura que això li servirà per a la seva formació personal.  

Entrar a Connemara et dóna pau, tot està endreçat, net, els cavalls estan molt ben cuidats amb grans espais.

Donem les gràcies a Connemara, molt  especialment a Carmen León que amb la seva professionalitat ha sabut transmetre aquets grans valors a la nostra néta Bruna.
Gràcies Carme.

Que desagradable experiencia:

Fuimos con nuestros hijos a dar un paseo en poni. Por telefono se nos informó que costaba 15 euros la media hora sin entrar en más detalles. Al llegar No recibimos ningún tipo de informacion del proceder de la actividad y en ningun momento se nos informo de que eramos nosotros los responsables de controlar el tiempo.la actividad empieza con la puesta a punto del poni, cepillarlo y prepararlo antes de montarlo, con lo que ya dedicamos mucho tiempo. Tras ello, los niños montaron en el poni durante aproximadamente 40 minutos tras los cuales decidimos volver a la cuadra, aunque nadie nos llamo ni estuvo pendiente de nosotros, en ese momento nos propusieron lavar el poni y dejarlo.
La desagradable sorpresa llegó cuando fuimos a pagar, y nos cobraron como si hubiéramos estado montando durante 1h. La responsable del lugar nos argumentó en un tono inapropiado que nosotros eramos los que debíamos controlar el tiempo.recomendamos a las familias que deseeis ir a la hipica, que vayais con cronometro en mano, por no tener la desagradable sorpresa que nosotros hemos tenido.