Dakidaya, Barcelona

No es nada agradable que te vayan presionando para que te vayas. Solo les interesa doblar turno, o sea llenar 2 comedores y te van apretando y recordando que te tienes que ir. Vamos! Que no volveremos y los de la mesa de al lado igual. Además los siguientes clientes de pie al lado de las mesas, mirandote y esperando su turno. Eso no lo he visto en ningún restaurante. Se les hace esperar fuera, hasta que vayan saliendo las mesas. Me parece muy pesetero y poco cuidar al cliente.
Es tan desagradable! Y la camarera desganada y desagradable también. Vamos, que buscaremos otro japonés. Se acabó el Dakidaya!

Fuimos para probar el ramen y la verdad es que salimos muy decepcionados. Del servicio, hubo tanto un chico muy amable como una chica que parecía que le estuviéramos haciendo un favor yendo. Bastante rato esperando. Probamos también el ceviche, que nos gustó mucho, y un uramaki con mango el cual no sabía a nada.

Es un clásico en nuestra familia al que volvemos reiteradamente. Ayer celebramos Sant Jordi con una gran cena. Totalmente recomendable.

Es un lugar maravilloso, la comida es deliciosa, es una experiencia totalmente inmersiva, la atención es excelente, totalmente recomiendo este lugar, simplemente increíble

Burna relación calidad precio. Hay platos espectaculares pero algunos otros se quedan un poco cortos.
En general buenísimo. Repetiremos.

Tardaron más de media hora en traernos un par de tonkotsu ramen, que no eran para nada auténticos.el caldo en un principio estaba muy bien, pero a medida que ibas tomando, te dejaba un picor exagerado en la garganta, aunque desaparecía al poco rato. El cerdo del ramen no parecía estar adobado sino echo a la plancha y venía muy poca cantidad, tanto de carne como de resto de ingredientes en general.
En los makis de salmón había una espina bien grande! Suerte que nos dimos cuenta!
Nos pedimos unos nigiris de pez mantequilla que estaban muy buenos, a buena relación cantidad precio.
Después de tantas decepciones no pedimos postre. Pero al comunicar nuestra decepción a la agradable camarera nos obsequiaron con unos chupitos de un licor llamado "umeshu" con un par de mini magdalenas de chocolate, bonito detalle para compensar.
En general un restaurante con aires de grandeza que no da la talla. La calidad precio no está equilibrada.

Cenamos super agusto. Estaba todo muy rico y nos tendieron muy bien. Es ciero que iba con un poco de miedo pero para mi sorpresa fueron muy atentos. Los platos variados y bien elaborados y si tengo que destacar algo la última sección de carta es sensacional. Cuelgo unas fotos. Dignos de mención los postres, somos muy golosos y nos encantaron por originales y bien elaborados. Que me faltaria? Un gran té japonés lástima que se le dé tan poca importancia en los restaurantes japoneses en general siendo tan importantes en la gastronomia de Japón.