El Taller, Barcelona

Siempre que visito El Taller me siento bien atendido. El ambiente es bastante familiar.

Sus bocadillos de atún y vegetales son riquísimos.
Los recomiendo.

Servicio amable y eficiente, precio acorde a lo ofrecido, tirando a bajo. Servicios limpios.

Solo entrar la camarera de muy malas maneras le ha dicho a mi marido que no pisara el suelo que había fregado su compañera. A quién se le ocurre fregar el suelo cuando todavía están abiertos con clientela! Ha entrado una señora mayor y la he tenido que advertir que tuviera cuidado porque habían fregado y se podía resbalar. No tenía puesta señal de suelo mojada, se llega a caer alguien…
Cuando la camarera ha salido a llevar un café me ha mirado con cara de muy pocos amigos.
Con lo bonito que es ser amable y agradable…

Café muy bueno y tarta de queso y bollería buennisimo también y servicio muy amable gracias

Fui a comer un café sin mas pero tiene un buen ambiente y el servicio es rápido y satisfactorio

La estancia es muy bonita y agradable, decoración está muy bien! Las degustación que pedí no estaba echa en el día, parecía sacada de una caja! Rapidez en el servicio! Ya que solo se dedica a esto esperaba que fuera recién echo o más natural.

Un local agradable, donde tomar un café y una pasta o comprar pan, la dueña del local es muy simpática.

Lo que es las pastas y el sitio está bien, pero la atencion de las camareras es pesima, no creo que vuelva, no me gustan las malas caras

Amb l'excusa de la inflació, pràctiques "exòtiques": articles (de 1a necessitat) amb preus exorbitats i sense etiquetar/anunciar, com 1/2 pa de pagès per 2,25 €

El sitio es cuqui (aunque le falta pulir detalles como quitar las etiquetas de las plantas de la vitrina) un poco desorganizado, pero en general bien.

Las pastas están buenas y la terraza está bien porqué es amplia, pero las camareras son unas maleducadas. Cuándo después de repetirle dos veces que el café lo quería de soja y ponérmelo de avena, al decírselo, me ha contestado súper borde a lo que le he dicho que no pasa nada que me lo quedaba igual ante las caras de pocos amigos de las dos mirándome perdonándome la vida. Después la camarera ha venido a mi mesa a reponer las servilletas estando nosotros sentados pegando golpes en la mesa con los cafés y las pastas ahí sin haber acabado de merendar y mirandonos mal todo súper brusco y súper incómoda.
Ya podrían seleccionar mejor a sus dependientas.

Lo mejor las dependientas de EL TALLER Esplugues super simpáticas y atentas con todo el personal

Buen servicio y agradable lugar para tomar un descanso y/o merendar con los amigos o familiares.