Els jardins de castellarnau, Barcelona

Tal vez la peor decisión de nuestras vidas haber puesto en sus manos el cuidado de mi madre. Una mujer que necesitaba atenciones, motivaciones, ayuda en general tras ser diagnosticada de Alzheimer.
En muy poquito tiempo ha pasado por situaciones evitables, infecciones múltiples, caídas y lesiones como consecuencia de una falta de atención necesaria por parte de este centro.
Todo han sido excusas, falta de claridad, no asumieron su responsabilidad cuando les reclamábamos atención hacia mi madre, muchas quejas por nuestra parte que corregían un día y en poco volvíamos a tener a mi madre siempre muy sedada según ellos por su medicación, los fines de semana parecía un zombie y cuando les pedías explicaciones más de lo mismo.
En el centro le desapareció el anillo de casada a mi madre que nunca se lo había quitado desde que se casó con mi padre y la contestación del centro fue que intentarían averiguar que había sucedido pero que en los estatutos del centro pone que no tengan cosas de valor los residentes.
Falta de personal, de seguimiento del paciente y muy poca claridad en todos sus aspectos.
En menos de un año mi madre pasó de entrar por su pie al centro a en unos meses estar postrada en una silla con un cinto de sujeción para evitar caídas, sin que el centro asumiera su responsabilidad.
Mis palabras hoy son para evitar que nadie cometa nuestro error, que busquen la profesionalidad más que los espacios de un centro o lo que se publique en redes sociales. Claridad y transparencia hacia las familias que ponemos nuestros seres queridos bajo su cuidado.
Hoy mi madre ha dejado de sufrir y ya descansa en paz con su marido después de que unas llagas ulceradas y la necrosis en un talón del pie le provocasen una infección que no ha podido superar.
Muchas personas que tienen sus familiares en el centro la conocían y he querido informarles de su fatal desenlace.

Fuimos a hacer una actividad de entretenimiento para los residentes en esa residencia, de tocar música, o mejor dicho acompañé a mis hijas que estan en una colla (grupo) de percusión, para entretener un rato en los días de carnaval, a solicitud de los trabajadores de esa residencia para mayores.
Fué bastante bien, pués se lo pasaron muy bien y quedaron muy agradecidos tanto el personal que allí trabaja como los internos.
Una grata experiencia.

Ponemos una estrella ya que no permite escribir la reseña sin estrella alguna.

Ingresamos a mi abuela en Abril de 2022, nos quedaba cerca de casa de la família y, nos costó asimilar el gran cambio pero, poco a poco nos fuimos mentalizando.
Día a día nos fuimos dando cuenta que hay poca sensibilidad hacia los usuarios, poco cariño, y, acercamiento. Poca claridad hacia la persona que va a ver al usuario, ya que siempre te mantienen en espera fuera de la residencia (aún así, habiendo avisado previamente de que vas a ir a verlo, cosa que tampoco nos parece lo correcto ya que pueden surgir imprevistos y al fin y al cabo, vas a ver a tu familiar, creemos que podemos ir a verlo cuando nos apetezca o, nos vaya bien).
Los servicios que ofrecen al usuario dejan mucho que desear (podólogo, peluquería, entre otros), y las cuidadoras o, cuidadores se nota que probablement no están muy a gusto (sea por lo que sea) ya que la atención hacia los pacientes dejan mucho que desear, tienen poco gusto a la hora de vestirlos, asearlos y peinarlos, a más de mimarlos como he dicho anteriormente.

En concreto, hablo por el caso de mi familiar, mi abuela, una persona muy cariñosa, amable, conformista, y muy presumida, cuando íbamos a verla nos dolía verla en ese estado.

En cuanto nos ha sido posible, la hemos cambiado de residencia.
Éste centro quizá por la zona, quiere aparentar lo que no es, y precisamente, no es nada económico, le falta muchísimo para ser una buena residencia, a más, de la poca coordinación que hay entre trabajadores.

No la recomendamos, sinceramente, duele tener que escribir ésto, pero es duro tener que ingresar a un familiar en un centro donde vas a verlo y, ves todo ésto.

No me gustó nada aunque los comentarios que había oído eran buenos. No llevaría a mis mayores allí parece un psiquiátrico.

Es un sitio encantador donde están los abuelos-as muy bien cuidados, aparte de eso, es un lugar ideal, buen trato del personal, amabilidad y cariño

Buena residencia para nuestros/as personas mayores, los cuidan muy bien y el trato es educado, estoy tranquilo por mi familiar que esta allí porque se que esta en buenas manos, y hay medico, fisioterapia etc.si que recomendaría esta residencia
un saludo
Fco. Javier Arroyo

Una residencia genial, con personal muy cualificado y muy atentos y cariñosos con los residentes, a parte de tener muy controlado el tema cobid 19