Farmàcia Laguna, Barcelona

Farmacia muy amplia, ubicada a escasos metros de la mítica Sagrada Familia, muy buen trato y atención rápida y profesional.

Me encanta esta farmacia, todo el personal que trabaja siempre muy atento y lo mejor de todo qué se encuentra abierta todos los días del año (365). La recomiendo!

Muy descontenta y es una vergüenza. Soy compradora habitual ya que vivo a la esquina. Ayer entré a la farmacia con mi pareja para ver los multivitaminicos que tenían en el mostrador de dentro.
Al salir de la farmacia, la trabajadora me sigue y me para en la puerta para decirme “ Enséñame ahora mismo lo que llevas en la chaqueta” por supuesto le enseñé mis bolsillos y le recalqué que no era NINGUNA LADRONA, revisa mi chaqueta y me confirma que NO LLEVO NADA. Trato horrible y por supuesto la peor experiencia, que te cachen cuando eres habitual compradora de la farmacia y ninguna ladrona. Deberían de filtrar mejor. Parece ser que ya no se puede entrar a mirar los productos que se venden. Trabajadora mal educada y trato feo. Una clienta menos que tenéis.

Nos atendió un chico (de unos 35 años con orificios de pendientes en el rostro) de una manera despota y mal educada.
Se negó a decir precios alegando que tenían mucho trabajo (eran 6 trabajadores y dos clientes).
Mi acompañante estaba muy enferma y no podia casi hablar, al pedir yo los medicamentos y comentar que sucedía él obligó a mi acompañante a explicarle qué le ocurría, ahogándose y mientras se mareaba ella lo intentó, no pudiéndose expresar bien ÉL SE ENFADÓ Y SE PUSO HACER MUECAS Y A QUEJARSE CON SUS COMPAÑERAS.
En ese instante nos fuimos.
Nunca he recibido un trato así en ningún lugar del mundo.
No sé cómo tienen a gente así que además leo que más gente se queja de ese trabajador en concreto.

Nada recomendable por el personal, pides un medicamento y probablemente son muy novatos, ni siquiera saben buscarlo en el ordenador, una pérdida de tiempo. Es una pena, ya que la farmacia tiene de todo, pero el personal cada vez que voy me gusta menos

De las farmacias mas caras de Barcelona! He ido a comprar una leche de formula y me cobraban a 28€, cuando en el resto de las farmacias la tienen entre 18 y 20€! Por supuesto no la compré. Es un robo!

Se nos ocurrio comer serca de esta farmacia, algo nos cayo mal muy mal nauseas y calambres en el estomago, pues estubimos casi una hora en el restaurant entre la comida la bebida y la charla, nos asercamos a esta farmacia a pedir algo que nos calme estas molestias, la persona a cargo nos dijo es posible que sea que algho estaba muy guardado o los condimentos pero a la final nos dieron unas pastillas y unos sueros de rehidratacion por si los necesitabamos ya que luego nos podia soltar el estomago, gracias por la ayuda y si.los sueros salieron buenos ya que realmente nos solto el estomago pero estamos a salvo

Una farmacia muy recomendable, MONSE y MANUEL, son muy majos y atentos, la verdad es que en comercios que trabajan de noche es raro encontrar una atención tan buena y familiar.
Muchas gracias.
Deseando coger el próximo constipado para ir a veros

Farmacia de toda la vida. La atención es la mejor del mundo, cercana, atenta, afectuosa y rápida.
Todo el personal es fantástico, es la mejor farmacia del barrio.

Casi siempre he encontrado todo lo que buscaba. Y sino no lo tienen en stock lo traen muy rápido. Gracias por el servicio que prestáis.

La atencio dels empleats es molt bona son molt pacients i t'ajuden molt. Cal esmentar que la persona que hi ha de seguretat a la porta de l'establiment es molt educat perque saluda a tothom a qui entra i surt de la farmacia. Enhorabona!

Personal atento y amable. Medidas de higiene. Uso obligatorio de mascarillas, alcohol en gel en manos

Farmàcia 24 hores oberta, personal amable però tenen els cartells en castellà. Fan arrecades amb pistola, pero aneu en compte, van a saco, a mi me'n van fer una i me la van enganxar amb la goma de la mascareta quirúrgica.quan vaig arribar a casa, vaig haver-me de treure l'arrencada recent feta per poder-me treure la mascareta.

Me dieron un producto equivocado, volví por el correcto, me dieron uno abierto y me dieron mal el vuelto. Muy mal!

Hace muchos años que voy a esta farmacia, hoy la atención de Manuel fue excelente, así como de Raquel en otras oportunidades. Gracias y sigan asi.

Bona farmàcia, hi ha de tot i tracte agradable, l'únic misteri és què malgrat parlen espontàniament en català sembla que no el saben escriure (perquè tots els rètols els fan en castellà).

Totalmente inaceptable que se hayan negado a venderme la pastilla del día después por ser hombre y no estar acompañado de la chica.

No dan recibos, por política! No dan ni ofrecen recibos.

Lo descubrí después de llegar a casa que perdí €100 que me hubiera devuelto el seguro por no tener recibo.

Encima cuando volví a para quejarme, me un explicaran que era su política (sin explicar porque).

La ley 29/2006 (art. 15.4) dice que están están obligados dar recibos, ellos dicen que no.

En los sitios donde no dan recibos, hay razones- como no les gusta pagar impuestos etc. Me pregunto por que tienen esta política.

Hoy he ido a Carrefour, un bar y este farmacia. Adivina cuántos recibos tengo.

Mal, cuatro, pero eso es porque en Carrefour me han dado tres.

Si alguien sabe donde se puede denunciar esa política, dime algo por favor.

Atención excelente, muy amables y profesionales. Abierta 24h todos los días, perfecta para una urgencia.

LAMENTABLE! Ayer por la noche acudí a esta farmacia a por una medicación. Lógicamente, me encontraba mal y necesitaba dicha medicación con urgencia. Le mostré a una chica farmacéutica mi receta electrónica en el teléfono móvil. No podía acceder al sistema y, en vez de darse cuenta de que el problema estaba en su ordenador, me dijo que mi receta no era válida y que no podía servirme la medicación. Insistí en que estaba recién descargada de la plataforma de Salud de la Generalitat, y que si se fijaba en la fecha, la receta estaba en vigor hasta 2021.

Aquí viene lo bueno. Su compañero, un chaval joven, me dijo “la fecha no da validez a una receta, aprende a leer recetas”, entre muecas y risas irónicas hacia mí perdona.

Finalmente, la chica rubia reinició el ordenador y mi receta le dio VALIDA. Me sirvió el medicamento. Al salir, dado mi malestar físico y la tensión de aguantar las mofas del otro farmacéutico, cogí un pequeño cartón del mostrador y lo tiré al lado suyo, diciéndole “tal vez deberías aprender tú a leer una receta”. Acto seguido me fui del establecimiento y escuché como me gritaba “ven aquí que te parto la cara payaso! ”.

Al dueño de esta farmacia le aconsejó que ponga farmacéuticos que sepan tratar con clientes (pacientes) y que sepan guardar un respeto hacia ellos, dado que se trata de un servicio de primera necesidad. No contrate más a chulos de barrio en el turno de noche, ya que éstos aprovechan la más mínima ocasión para hacerse los machitos para ligarse a las demás empleadas.