Font Martina, Barcelona

Horrible la atención por parte del camarero que nos atendió, al principio nos vacilaba todo el rato, nos quería dar una mesa para dos personas cuando éramos nueve y tardaron demasiado en tomarnos nota, hasta que nos pusimos serios y empezó a hablarnos “normal”. Las bravas medió crudas y se notaba que estaban verdes. Se olvidaron de unos bocatas e hicieron mal los cafés. Para colmo nos quería cobrar cosas que no habíamos pedido. No voy a volver, ha sido una experiencia horrible nunca nos habían tratado con tan poca educación.

No es pot fer ni una cervesa tranquil. Música infame a tota canya. Regattonton a volum horrible. Se sent força metres al voltant. A ningú sembla importar-li.lloc a evitar!

Local con terraza, mesas en el interior, zona con barbacoas con mesas y piscina. Zona tranquila, buen trato y servicio.

Un desastre de organización en el restaurante todas y cada una de las veces que hemos ido, ni una oportunidad más. Tardan media hora en atenderte y otra hora más (si tenéis suerte) en que te traigan algo. Ah y tened cuidado con la cuenta también y revisadla con cariño.

Restaurante tranquilo el zona deportiva, amplio, con chimenea y muy buena comida, el arroz buenisimo! La dueña muy simpatica y agradable.

El lugar es correcto para tomar algo, pero la señora que sirve, es muy antipàtica y mal educada. Parece que te haga un favor.

Bona tarde a Tots i a totes la brigada tindria que anar a on estar les tales merender de la font Martina amb una karcher i netejarles i pintar totes les baranes están amb molt mal estat.ni ha gent de sobres per Fer aquestes feines. I pintar tambe el tenis club font Martina es te que donar airé d'activitat.i el Bar font Martina obrir les Taules de dins terraza i possar música el Mati ambient.

Excelente lugar.
Muy buen servicio.estupenda relacion calIdad-Precio.
Recomiendo al 100%.

Bar restaurant de piscina municipal. Preu econòmic, menjar acceptable. Servei molt lent i alguns errors en la comanda i servei.

La piscina, estupenda. El servicio, pésimo. Después de pagar 8 euros para entrar mi hijo y yo (porque el pase de 10 baños de la temporada pasada NO SIRVE, lo cual me parece abusivo), no hay papel en el lavabo, y al pedirlo, la señora me da UN TROZO. Ni siquiera nos ofrece el rollo.
El precio de los helados han subido de forma alarmante, costando el más barato 2€.
Como novedad, este año el socorrista te llama la atención si te estás comiendo unas patatas o una chuche en el césped.
Pero seguiremos viniendo como cada verano, eso sí, trayendo el papel higiénico de casa.