Hotel Port Aine 2000, Rialp

Un paisatge espectacular, els llits no són molt còmodes, el menjar molt escàs i és repeteix al dinar i al sopar.
Vam agafar pensió completa i en arribar ens diuen que una se les nenes només té el allotjament inclòs, que els àpats van a part, o posa a en la lletra petita que envien quan fas la reserva i l'has de mirar molt bé per poder veure'l.
Una llàstima per que el joc és impressionant però no repetirem.
Tot en molt mal estat.

Deja mucho que desear como hotel, no funciona el ascensor, ni las máquinas recreativas que hay de ocio, quizás en temporada alta de esquí sea mejor pero esta bastante precario todo.
Del buffet mejor ni hablar ya sea el de la noche que no reponen nada como el de la mañana que es muy escaso.
Tiene muy mala ubicación a no ser que vayas a esquiar porque está a pie de pista.
Las habitaciones si q son bonitas pero los grifos pierden agua y la TV no funciona

Un sitio perfecto para pasar en familia. El.buffet bastante bueno teniendo en cuenta que los buffets habitualmente no son de mucha calidad en estos sitios, no es muy variado pero se come bien. Las habitaciones y el servicio buenos Recomiendo buscar ofertas y packs para el hotel por internet

Muy bien pero el servicio de Cafetería un poco impresentable. Cuando no hay nadie tienes que ir al bufete a buscarles y resulta que estaban todos comiendo y digo que cuando puedan se acerque alguien y salta un chaval joven levantando la mano y diciendo: Estamos comiendo. Patético.

Hemos estado con dos niños de 4 y 2 la verdad que muy bien. Repetiremos en unos años. Hotel muy grande. Con muchas actividades y personal muy muy amable.

La ubicación es encantadora.un paraje natural a 2000 metros de altura. El Buffet para desayunar es siempre igual. Para cenar cambia todas las noches. Los camareros y el resto de trabajadores son muy amables.un 10 para ellos. Las habitaciones son grandes y con vistas espectaculares. Lo peor las camas, son de muelles, muy blandas y muy ruidosas.

El hotel está situado en un lugar impresionante, las vistas a la naturaleza son increíbles y merece la pena ir. A mí personalmente no me gustaron las camas, los colchones me parecieron incómodos, pero eso es una cuestión personal. Tampoco me gustó mucho el olor general del hotel y de sus estancias.
Las habitaciones son muy amplias y los baños también, el equipamiento del hotel en general está muy bien, disponen de varias salas de recreo, algunas con máquinas de ocio como futbolines o billar, otra con mesas y sillas, otra con sillones y otra habilitada para niños, y su servicio de restaurante con bufé libre es excelente. Tiene un servicio de actividades que incluye kart y tirolina entre otras cosas, algunos de los trabajadores encargados del servicio no tenían un buen trato con los clientes, pero la experiencia merecía la pena.
Pudimos ver y tocar vacas y caballos que estaban libres por los alrededores del hotel.