Hotel Restaurant Manel, Barcelona

Lamentablemente muy caro para las habitaciones que tienen
Los aires acondicionados son portátiles
Camas pequeñas
Las cenas acaban a las 21: 00 y el desayuno a las 7: 00

Conozco el Hotel Manel, pero no por hospedarme. Por lo que sé, las habitaciones, están muy bien. Manel es un señor encantador, la atención que para mi es lo principal, es exquisita. El pasado martes 24 de enero estuvimos mi ex Jaime, mi hija y yo, celebrando el cumpleaños de nuestra "niña", no tan "niña". Nos hicieron una paella, que ni las de Vilanova i la Geltru. Unas navajas y croquetas de la casa con una ensalada mientras nos prepararon esa deliciosa paella, que no puedo decir que estaba mejor.las croquetas.me parecieron increibles!
Puedo decir que mi ex los conoce porque es vecino, y sabe de ellos. Yo he ido a desayunar con él, a tomar algún café con hielo, alguna que otra coca cola.pero nunca había ido a comer.volveré a ir a celebrar mi cumpleaños sin lugar a dudas. Felicidades por esa amabilidad, por ese hacerte sentir como en casa. Un abrazo

Ducha sucia y la ventana del baño no se podía cerrar.

La calefacción sin funcionar y a la noche nos quedamos sin luz en varias habitaciones, teniendo que cambiar de habitación.
En el restaurante la mesa sucia.

Por otra parte la atención fué estupenda.

Un hotel muy caro para lo que son las instalaciones añadido a los problemas que comento más arriba.

He estado en el Hotel Manel solamente para comer (no me he hospedado aquí). Personal amable y sitio acogedor. Era un sábado y hicimos el menú del día que con vino y postre nos salió unos 20 euros por persona. Los platos son de cocina típica de la región. Me pareció rara la forma de presentar algunos platos como el trinxat de la cerdenya y la crema catalana, que suele venir en tarrinas de cerámica y en este restaurant te lo ponen en el plato. Aún así, todo muy rico.

La qualitat del producte és força bona, l'espai ampli y el servei excel·lent. Perfecte per anar-hi amb clients

Un lloc bastant car, sols tenien el menú especial… que d’especial no tenia re. Ensaladilla rusa i butifarra, o gaspatxo a un preu abusiu.
Begudes cares.
El hotel no funciona l’esta convertint en apartaments turístics.
Acostuma a estar buit, llevat quan fan alguna festa al voltant.

Es una pensión de las de hace 20años, un calor que parece una sauna tenía un aparato de aire acondicionado portátil que hay que sacar el tubo por la ventana que entraba aún más calor un ruido insoportable, el baño súper dejado en todo las continas, de antes de la Guerra. No me quede re nunca más prefiero quedarme a dormir en al coche. Y el precio como si fuese el hotel PALACE. Carísimo. Pésimo

El mejor hotel de la zona para mi. Habitaciones limpuas con todos los servicios. El wifi es gratuito y va muy bien. El cocinero es un maestro.

Cuando está el hombre mayor de pelo blanco nunca entró el jefe no el otro mas gordito es muy desagradable para atender malos modales formas se nota que el negocio no es suyo

Bon menjar i servei, ancara que al ser un grup de 40 persones alguns menjar estavan un xic fred

Restaurant amb un bon menú. Disposa de sales per a dinars de grups grans i petits. Servei molt professional i molt amable.

Típico de toda la vida. Calidad siempre, buen trato. Para comer, de lo mejor de Martorell, sin duda

Menú de mediodía excesivamente caro (15,75€ bebidas a parte) la calidad es buena, el sitio tranquilo y agradable, pero muy caro en comparación con otros restaurantes del pueblo. Sorbetodo por no incluir las bebidas.

Yo no pondría ni el nombre Hotel. Más bien parece un Hostal. Cuando me hospedé, estaba lleno de sudamericanos que no respetaban a los que estábamos alojados. Muchísimo ruido. Portazos de puertas cada dos por tres y hablaban en tonos altos. A uno tuve que llamarle la atención a la 01: 30h de la madrugada. No volveré a ir.

Comida de calidad y con posibilidad de menú. Es ideal para cualquier celebración o hasta para ver el fútbol por las noches. Igual que por sus buenos desayunos.

Buena comida, de calidad, a buen precio, quizás el salón interior ponen demasiado fuerte el aire acondicionado, recomendable llevar chaqueta los frioleros/as.

Sólo puedo opinar de su restaurante, ya que suelo ir a almorzar como ciclista, sin lugar a dudas uno de los mejores sitios de la zona, además es muy de agradecer poder guardar las bicis bajo llave.

Cama comodísima, excelente atención del personal, desayuno variado y de buena calidad. Pedimos un taxi que no apareció y la chica hizo todas las gestiones para conseguirnos otro en menos de 5 minutos. Además, la chica fue muy amable y nos brindó información súper exacta y relevante de transporte público para visitar Barcelona centro en español para mi y en un inglés perfecto para mi compañero norte americano. Sensación de estar en un sitio que a pesar de no ser nuevo, está súper limpio. Gracias! Volveremos!