Joieria Bertha Pujol, Tarragona

Compré unos pendientes y el tercer día se separó una sujeción de uno de ellos. Su respuesta ya me dejó de piedra: "que había de ir con cuidado". Lo arreglaron cobrándome 5 euros aún estando en garantía. Mi sorpresa al llegar a casa fue que los habían montado al revés. Los volví a llevar y me dijeron que pasara el sábado siguiente. Cuando los fui a recoger la persona que me atendió me dijo que no los tenía porque no habían ido a recoger el paquete al autobús. Le comenté que había venido expresamente a Tortosa para recoger los pendientes y ella me contestó que tenía que haber llamado antes de venir, así de simple, sin disculpas.
Señores de Berta Pujol, en primer lugar, hoy en día en que el comercio online hace tanto daño, se ha de tener en cuenta que el producto es importante pero la experiencia lo es tanto o más. Por tanto, teniendo en cuenta que el tiempo del cliente es muy importante, cuando una empresa no puede cumplir con los acuerdos establecidos con el cliente, es ésta misma la que ha de contactar con él.
En segundo lugar, los pendientes no estaban rotos, había una "arandela" medio abierta, por tanto, no procede cobrar al cliente estos 5 euros (conozco la ley de garantías de primera mano pues me dedico a ello de hace muchos años).
Salí de allí disgustada y fui a otra joyería a comprar otros pendientes. Lo siento pero habéis perdido una clienta.