La Bodega d'en Rafel, Barcelona

Un sitio perfecto para comer bien. Todos los platos buenísimos. Silvia (camarera) fue súper amable con nosotros en todo momento.

No es muy buena la comida y la verdad nos sentó fatal lo que comimos, me decepcionó no volvería.

Nada especial. Los buñuelos sabían a aceite que no se cambia desde hace días. Los melos de vedella también estaban súper aceitosos y llenos de grasa, sin sabor alguno. ¡¡¡Por favor limpie los baños súper sucios!

Un pequeño lugar muy bonito con cocina local. El personal es muy amable y no habla muy bien inglés, pero aun así hará bien su pedido;) Menú en inglés disponible. Definitivamente compra unas patatas bravas allí, son mucho mejores que en otros lugares.

Pésima experiencia.
Fuimos pensando encontrarnos una bodega de toda la vida y nos encontramos una trampa para turistas. La comida bien pero cara y la camarera que nos atendió muy desgradable y borde. No volveremos, aunque entendemos que juegan a eso y no a tener clientes que repiten.

Fuimos a cenar antes de un concierto a las 6: 30 y todo un acierto. Raciones tirando a pequeñas, pero muy ricas y bien de calidad-precio. Probamos el surtido de croquetas, el pulpo a feira y un canelón de carne. Para repetir:) Nos sirvieron muy rápido.

Bodega con solera. Comida, precio, servicio de 10! Por decir algo, lo único es que se genera mucho ruido, pero forma parte de la experiencia!

El servicio no fue bueno la última vez que fui allí, y algunos miembros del personal fueron groseros, lo cual no es normal según mi experiencia, sin embargo, la inconsistencia fue decepcionante; esto incluye la calidad de la comida, que, en esta ocasión particular, estaba por debajo de la media. La velocidad con la que salió mi comida y la presentación descuidada ilustran claramente que mis papás no estaban hechos por encargo.
Es posible que sea porque el dueño no estaba que el resto se sintió cómodo para dejar caer la pelota.
Yo estaba muy decepcionado

Mi experiencia en la Bodega d'en Rafel fue muy agradable. Destaco el ambiente familiar y acogedor del bar. Las raciones no son muy grandes pero son perfectas para pedir unas cuantas y compartir entre varias personas. A destacar el pulpo, los pimientos y las croquetas.

La camarera fue muy amable y atenta, y para terminar nos propuso una selección de postres que resultaron ser deliciosos, pero me quedo con la cheesecake y las trufas de chocolate.

Sin duda, un lugar que vale la pena visitar si buscas una cena agradable y variada entre varios amigos.

Sensacional!
No te lo pierdas. Es una maravilla.
El servicio sensacional, la cava una delicia y además se las embotellada para el
Restaurante.
Simplemente genial.
Ojalá tengan la misma suerte de que los atienda Silvia.

Joya de bar de barrio que es realmente auténtico, local y asequible. Platos estilo casero sin aires extravagantes, pero realmente muy buenos. Se sirven platos tradicionales como cap i pota, caracoles, pulpo a la feria, croquetas, tortillas y más.

¡Ambiente bullicioso y jovial si ese es tu tipo de ambiente! Si eres pijo y estirado no vengas, este no es tu lugar. Éramos los únicos extranjeros allí (lo cual nos encantó). El personal es amable, amable y rápido con el servicio.

No teníamos reserva para cenar y estaban llenos, pero se las arreglaron amablemente para acomodarnos en el bar, lo cual en realidad era bastante cómodo. Intenta conseguir una reserva (o pon tu nombre en la lista; sinceramente, no sé cómo funciona, jaja).

Yo no bebo vermut pero mi amiga sí, lo servían de barril y le encantó. Acabo de tomar cervezas y vino. El único plato que probé y que podría saltarme son las bravas; la salsa no es mi estilo. ¡El descanso fue genial!

Este está a la altura de las expectativas locales. Divertido. Auténtico. Alto. Volveremos por más.

Sitio genial, comida buenísima y el personal increíblemente amable. No tengo fotos de lo bueno que estaba, pero pedimos lo siguiente: surtido de croquetas, pan con tomate, butifarra, patatas bravas, ensaladilla rusa y buñuelos de bacalao. Todo espectacular.

Estaba paseando y encontré esta joya en el medio del barrio de Sant Antoni.
Bodega pequeña y con tapas y platos caseros exquisitos. Los dueños son muy amables, estaban atentos a todo.
La ventresca de atún, imperdible y el estofado era genial. Volveré por más!

Simplemente perfecto si buscas un auténtico restaurante tradicional español
Excelente personal, excelente comida!

Tenía muchas ganas de venir y la verdad es que acertamos de pleno. La comida buenísima, el servicio muy atento y amable, la cocina rápida y precios más que correctos. Repetiremos seguro.

Recomendable reservar antes de ir, al menos el fin de semana la noche

Es una pequeña empresa familiar. El bar es sencillo y acogedor. El personal es muy amable y las tapas riquísimas.

Vinimos aquí por recomendación de un amigo que vive en Barcelona. Me alegro de haber tomado la decisión correcta. Si buscas un lugar en Barcelona para comer unas ricas tapas a buen precio y no demasiado turístico, esta es una muy buena opción.

Pedimos las Croquetas Variadas, las albóndigas y el Fricandó de Ternera. Todo estaba delicioso, especialmente el Fricandó, muy tierno, con un suave y armonioso sabor a canela y salsa suficiente para pedir una porción de pan para mojar. Las albóndigas eran las favoritas de mi hijo de 6 años.

Al salir tuvimos una larga charla con el propietario. Nos regalaron unos bombones caseros que estaban muy ricos.

Un bodegón catalan muy clasico con excelente comida. Mucha variedad de tapas y todas muy ricas.
Nos atendió Silvia con mucho cariño y siempre estuvo atenta a que necesitabamos.