La Pedra Llarga, Girona

La Sònia, la persona que regenta el restaurant-bar, és molt agradable amb tota la clientela. El menjar està bo, la carn a la brasa molt ben feta. Els preus són molt competitius. Potser caldria fer una inversió en la renovació del local perquè la gent s'animi a quedar-s'hi. És un bon redtaurant de carretera i l'ambient és tranquil i agradable. Gràcies Sònia per haver atès tan bé a uns foresters!

La dueña es majísima y muy atenta.
La comida se nota que es casera y las raciones abundantes.

Como nota extra, comimos en la terraza con el perro y le trajeron agua, no en todos los restaurantes hacen eso, y es de agradecer

Si usted tiene hambre, pero hambre de verdad, aquí un lugar sabroso y generoso en las raciones. Buena brasa, las lentejas maravillosas y la merluza rica. El servicio, atento.

Molta amabilitat, rapidesa, plats amb molta quantitat i recomano les faves estàn bonissimes

Un bar a la entrada de Sant Hilari, on hi trobaràs un personal molt amable que serveixen unes tapes més que correctes que acompanyen a la beguda corresponent

El peor restaurante que he conocido, hora y media para el primer plato, y el trinxat llega frío y sin butifarra negra, cuando habíamos visto salir algún plato y la llevaba, el segundo peus a la brasa, incomibles, duros y recalentados, mi hijo una butifarra también fría, el pan no llego nunca después de pedirlo bastantes veces, 18€ el menú es un robo, y comentamos con el servicio todo y solo tuvieron una pequeña sonrisa, ni unas disculpas o algo por lo menos por educación, cobrar si al segundo de pedir la cuenta ya la teníamos en la mesa, nada recomendable

Para el chico del Kétchup y la Coca Cola, los manjares no están echos para la boca del cochino!

Un lugar muy acogedor. El servicio muy atento y la comida muy buena y abundante. 100% recomendable

Terrible calidad. Lo único bueno el ketchup que era de sobre y la Coca Cola
El resto de comida (para tirar!)

Un auténtico desastre, lentos, en el comedor grande tienes que comer con el abrigo puesto, no tenian pan y un poco más y nos vamos sin comer los segundos.obviamente no comimos ni los postres. Con algo más de personal arreglariamos algo.

Me ha sorprendido, un restaurante discreto a la entrada del pueblo, me quedé a comer porque el menú me pareció atractivo, y la verdad excelente, este chef sabe hacer callos, proveedor unos callos con sigrons excelentes, y de segundo un secreto a la brasa muy correcto, vino y gaseosa y mi pareja un refresco, precio excelente, creo que eran 13 euros por persona, se lo recomiendo a todos, si estáis cerca de este lugar, merece la pena parar a comer, un saludo y bon profit.

Me ha gustado Menú muy completo, cuando vaya por esa zona seguramente repetiré aunque me gusta conocer sitios diferentes, recomendable

Paramos a comer allí por accidente y oye! Que sorpresa! Ibamos con dos perros y pregunté si podiamos comer con ellos en la terraza y me miraron como si de diera por hecho que si podiamos! Me encantó su reacción! Des de que nos sentamos hasta que nos tomaron nota pasó mucho rato pero cabe destacar que era hora punta y estaba la camarera sola. Una vez nos tomó nota todo fue rodado, la comida muy buena y cantidades razonablemente generosas! Además en los postres tuvo el detalle de ponernos ración doble! Supongo que para compensar el retraso de antes!
Muy contenta, lo recomiendo!

La comida, no estaba mal del todo, nada que ver con la de otros años que hemos ido, pero por favor la calefacción que la pongan, hemos tenido que comer con el abrigo puesto, se nota que no son los de antes.

Un lugar para desayunar muy correcto, con buena calidad de ingredientes y raciones muy correctas.

Camarera muy maja, aunque una vez se iba ya no volvía a fuera a no ser que viese nuevas mesas ocupadas. Precios horribles para estar en un pueblo perdido a la mano de dios, se piensan que los motoristas somo ricos. Pedi un Bacon queso y la ración mini era buena cantidad y buena calidad

Fuimos a bebernos una birra y no pensabamos quedarnos a comer porque la verdad es que el local no llama a quedarte pero escuchamos el menú y decidimos quedarnos porque había mucha variedad. Brutal, la comida era la típica de casa la yaya, todo estaba buenísimo, pienso volver!