MISAKO Folguera, Barcelona

Estoy encantada con la atención recibida por Paula, una chica encantadora. Me ha resuelto todas las dudas, sin dudas volveré

Estoy súper contenta con la atención recibida en esta tienda. Me atendió Paula, muy simpática, atenta y dispuesta a ayudarme en mis dudas. Sin dudarlo volveré a comprar en esta tienda!

Llego a la tienda y la dependienta, que estaba hablando por el movil con una amiga, me dice que me espere que ha fregado. Al cabo de un momento me deja entrar y sigue hablando con su amiga. Al ver que estaba esperando para hablar con ella, me pregunta que quiero (sin colgar a su amiga).

Una pena ha bajado la calidad un montón, tenia una maleta de misako que me duró muchos años y por eso decidí cogerme otra, que mala elección por fuera es bonita pero se ve mucho menos rígida que la otra y por dentro da pena en vez de tela usan plástico y Antea había dos bolsillos interiores y una rejilla con cremallera ahora absolutamente nada, realmente ha sido una gran decepción.

La vendedora ningún tipo de interés en atender a los clientes. El local estaba completamente vacío y ni el buenas tardes responde, mucho menos colaborar en mostrar los productos ni ningún tipo de atención. Para nada recomendable.

Todas las mochilas que me comprado ahí, a la semana se han roto, o por que se han pelado o por la cremallera o por el hilo.sinceramente ahora entiendo que estén tan baratas ya que la calidad es pésima

Una chica encantadora, amable a mas no poder y aunque no resolvió mi problema, si me orientó muy profesionalmente y sali de su tienda muy agradecido, excelente Profesional

Las últimas dos veces que he ido me ha atendido una chica de color que no puede ser más desagradable. No te atiende, si le pides algo lo hace de malas maneras y está todo el tiempo pendiente de su móvil. Han perdido una clienta, no volveré nunca más.

Fui a hacer una devolución por un producto con tara y a pesar de que por ley han de devolver el dinero cuando el producto está tarado se negaron en rotundo y, además, la dependienta se rió de mí y ni tan siquiera supo rellenar bien la hoja de reclamaciones.