Panadería Valero Forn Tradicional, Barcelona

Ruido, ruido y más ruido, parece que es necesario el ruido para poder servir mejor a los clientes, sin ruido el café no sale bien de la cafetera.
Debe ser el estilo del nuevo personal contratado pues no se entiende este ímpetu en aporrear, gritar, y rozar la arrogancia al ejercer el noble desempeño de servir un buen café.
Más que hacer café dan las campanas cada 10 minutos al son de los clientes que deben repetir el pedido pues no entienden bajo tanto decibelio descafeinado.

Aconsejable llevarse auriculares con cancelación de ruido.
El café y las pastas aceptables, pero el ambiente.

Si no sabes que hay que pedir en la barra y te sientas en la mesa pasan de ti. No vienen ni a limpiar la mesa ni a decirte que vayas a la barra a pedir. Yo estuve esperando unos 20 minutos hasta que pedí a la chica del mostrador si podían servirme y venir a limpiar la mesa. Fue entonces cuando me dijo que hay que pedir en la barra. Su compañera que era la encargada de limpiar y recoger las mesas pasó por mi lado en varias ocasiones sin decirme nada. Te lo sirves tu y además carísimo.

Una granja/bar/panadería, perfecta para almorzar, tomar algo con tranquilidad, o comprar algo para tomar. Tiene una terraza que está en la calle, y una segunda planta, la primera planta, es un poco pequeña y aún así acogedora.