Raimat Natura, Lleida

Bonito lugar para hacer una caminata tranquila. No ir en pleno verano, por el calor en la zona. Y probar el vino

Un espai idil.lic entre les vinyes d’una de les bodegues més importants d’Europa, Raimat. Tot al municipi de Lleida. Molt bon servei i excel.lent menjar.

Lloc espectacular rodejat de natura, la posta de sol preciosa, el menjar brutal i bon servei, aquests dijous torna amb companys de feina.

Un lloc fantàstic, el menjar espectacular i el servei molt atent hem estat molt be, repetirem.

Relación precio calidad muy buena y yo he ido más de 5 veces, puedo opinar, el problema es que si hay mucha gente es normal que el servicio no de abasto … pero pasa en todas partes …

Sitio espectacular con muy buenas vistas, servicio y comida excelente a cargo del restaurante Malena! Cien por cien recomendable. Volveremos.

Un sopar fantàstic. Els plats excepcionals i de molta qualitat. Mida molt correcta amb postres que no us podeu perdre. L’entorn i la posta de sol immillorable. Per tornar-hi.

Fuimos a cenar 4 personas.
El lugar nos encantó por sus vistas a los viñedos y la tranquilidad que se respira. La carta presenta productos de calidad, aunque podrían añadir algún plato más.
Sin duda, repetiremos.

Se ha notado muy considerablemente el servicio con el cambio de personal, las personas que lo llevan ahora ofrecen una gran experiencia en la hostelería y una experiencia única, no tiene ni punto de comparación con lo que ofrecían los que lo llevaban antes. En mi opinión y sin mas demora 10/10 en todo. Felicitaciones a Restaurant Malena por la profesionalidad que ofrecen siempre.

Prendre una copa de vi, mentres piques alguna cosa de menjar amb aquestes vistes idíliques no té preu! El servei molt atent. Tornarem segur!

Fuimos a celebrar un aniversario de boda y fue en general decepcionante.
Camareros con poca experiencia o nula, comida que quería ser de alto extandi y se quedó en quiero y no puedo, cada vez que queríamos agua teníamos que avisar a los camareros y tardaban en servirnos, no nos pusieron pan y al pedirnos, nos dieron cuatro trozos contados.
La comida venía preparada y le daban un calentón y al plato.
La sala no está preparada para restaurante (como mucho para hacer una cata) y éramos 24 personas y había muchísimo ruido y las conversaciones eran complicadas.
Un precio muy caro para lo que ofrecen.
Hay que reconocer que el sitio es expectacular y los vinos que nos sirvieron muy acertados.