Refugi Bages, Lleida

Hemos estado dos dias y volveremos seguro. Nuevo equipo que lleva el Refugi, super agradables y cercanos. Muy atentos. Refugi super limpio, calido, calentito, chimenea encendida todo el dia, comida buenissima.ganas de repetir. Muchas gracias a tod@s! Besos

Hemos pasado una noche y ha estado genial! El nuevo equipo que gestiona el refugi es encantador. Todo limpio, la calefacción funciona a la perfección, la comida riquísima. Para repetir en breve!

Hemos estado pasando tres días con nuestros hijos y hemos estado muy agusto. Los propietarios un encanto, trato muy familiar y cercano. Un sitio agradable y buena comida.
Ya nos hemos ido y tenemos ganas de volver!

Un sitio genial! Un trato cercano inmejorable y la comida casera riquísima! Un sitio donde volveremos sin duda.:)

El Refugi Bages ha cambiado de equipo de gestión desde el mes de octubre de 2020. Está todo hiper limpio, la comida es insuperable. Dieta casera mediterránea fusionando cocina de la zona, cocina siciliana y valenciana y los precios son razonables. Muy recomendable.

Me encanta pasar unos días en Refugi Bages cada año por su ambiente familiar. Habitaciones y baño compartido limpios. Cocina casera muy buena. A pie de pistas.

Espectacular, super limpio, y las chicas muy amables y atentas, pero el mejor Noi, q es el q mejor vive.

Li poso 1 estrella perquè no puc posar 0. Servei pèssim, menjar horrorós i a sobre no era barat. Menjar d'hospital, menú amb escassa elecció. Em va fer desaparèixer la gana que tenia a sobre i de regal em vaig emportar un mal de panxa.
Ah, i dos gossos escampant pel mig del menjador venint cap a les taules on oloraven el menjar.
NO RECOMANABLE PER RES DEL MÓN

Hem passat tres dies de viatge de fi de curs i ens ha encantat. Les instal•lacions són correctes per ser un alberg. El menjar ha estat genial. L'entorn és magnífic i la gent molt amable.

Decepción. A pesar de parecernos caro teniendo en cuenta que es un albergue (menú 17,50€) decidimos entrar a comer. Gran error. Nada más entrar lo primero que ves son perros merodeando y banderas independentistas. Que se diría de un restaurante lleno de banderas españolas. En fin, ya a disgusto nos sentamos a comer: nos traen sopa aguada y 5 albondigas en un plato sin ningún acompañamiento, ni tan solo unas patatas fritas. De postre un plátano que te dejan encima de la mesa. Regentado por gente joven de filosofía hippie que para sorpresa te cobran 17,50€ por una comida de comedor social que ellos nunca pagarían. Una vergüenza. No es de extrañar que estuviera vacío y que sólo se viera gente fuera comiendo bocadillos traídos de casa.