Restaurant EL Pont, Barcelona

Mi amigo y yo buscábamos un lugar para comer algo, un muy buen trato al cliente, con amabilidad, servicio perfecto. La hamburguesa el Pont magnífica! Ambiente tranquilo.

Un cambio a bien inmejorable!
Los nuevos dueños Miguel y Sandra son un encanto! Un trato súper familiar y la comida casera y riquísima!
Sin duda pasaremos buenos ratitos aquí.

Cada año Vamos al camping, desde hace casi 20 años! El entorno, la desconexion. Hacen que sea un destino perfecto!
Este año nos volvemos con cierta tristeza e impotencia. Al ver la gestion del restaurante, no por el servicio ya que las chicas son encantadoras. Sino por el trato de la encargada hacia ellas, comentarios de menosprecio, ironia, ridiculizandolas, una autentica verguenza el trato que hemos visto que reciben. Nerviosas por no recibir broncas, disculpandose todo el rato con los clientes. Imposible trabajar en estas condiciones de autoritarismo. Una lastima. Evidentemente asi se lo manifeste a ellas, q no aceptaran recibir esos comentarios, ya que eran muy validas. No solo fue un dia casualmente, Sino los tres dias que hemos hecho comida y cena viendo la misma situacion.
Esperemos este comentario sirva de reflexion. O quizas no. Pero en esta vida no todo vale!

El restaurante magnífico. La cocinera maravillosa (me dejo hasta poner su foto). Estaba todo tan rico que hemos devorado. Sólo me he acordado de hacer las fotos del postre ja ja ja

Es un sitio genial para comer en un entorno magnífico.

Fuimos a comer un grupo de unas 10 personas. Dos personas faltaban al llegar, por lo que fuimos pidiendo la comida. La camarera, muy amable, nos dijo que cuando llegara el resto que pidieran, ya que ellos iban a estar haciendo las comidas igualmente y no les cambiaba nada dos platos más. Cuando llegaron las personas que faltaban fueron a pedir y la cocinera, que creemos es también la encargada, les dijo que tenían que esperar a que terminarán de cocinar y ya luego se vería que quedaba. Ya de por si es raro, pero lo que no nos gustó nada fueron las maneras. Hubieron varios comentarios poco amables en las dos horas que estuvimos allí. La comida está bien y el precio también y puedo entender que estuvieran agobiados, pero creo que si uno se hace cargo de un bar, tiene que tener en cuenta que hace falta un mínimo de cordialidad y atención.