Restaurante Ca la Iaia, Barcelona

Es como estar en casa, con su decoración añeja, sus olores a comida casera de toda la vida, recién hecha. Cocina sencilla pero exquisita. Y el ambiente motero es genial. Para ir con tu grupo de moteros, con la familia e incluso solo, a disfrutar, sin más.

Hemos esperado una hora y aún así no tenía los platos, mala organización y los panes solo ponen dos y dale gracias

Hemos llegado a las 14: 15 y son las 15: 15, una hora de reloj y solamente nos han traído la bebida y las torradas, hemos venido porque nos gusta el mundo del motor y nos han hablado bien, pero nos hemos ido con muy malas impresiones, solo un tenedor para dos personas, hemos tenido que coger de la mesa de al lado, lo único bueno la butifarra porque las patatas eran congeladas. Enfin no vuelvo nunca más, y aún queda pagar, por arriba he leído que se pasan veremos a ver.

Muy caro por la calidad, dos almuerzos, patatas congeladas con huevos beicon y el otrto con buti negra cafés y 2 chupitos 37 euros, un abuso

Experiencia malísima. El restaurante se sitúa al lado de una carretera muy concurrida de motoristas e ideal para ir un sábado o domingo.
Fui con un par de conocidos que se habían enterado del sitio y parecía prometedor.
Cuando llegamos, estaba bastante lleno y saturado así que decidimos volver algo más tarde. A la vuelta, preguntamos por sitio y nos dijeron que nos sentáramos dónde quisiéramos, así que nos sentamos donde pudimos.
Tuvimos que llamar a la/el camarer@ varias veces para que nos atendieran, pedimos bocadillo de butifarra y a los 20 minutos nos dijeron que ya no quedaban, así que pedimos huevos fritos con patatas. Literalmente comimos después de 1 hora y media de llegar y a todo esto se le suma que la mesa no la vinieron a limpiar hasta que trajeron los platos.
La camarera estaba desbordada y nos decía que había poco personal.
Muy mala atención, la comida no mataba, el pan con tomate no tenía apenas tomate. Muy mal todo.
La parte buena es que era "económico", si llegara a ser caro comer unos huevos fritos que han tardado más de una hora en hacer. A no ser que los huevos de gallina frescos de ese mismo mediodía.
Muy desagradable, no volveré jamás.

Hombre está última vez no me gusto nada, nos hicieron desplazar a otras mesas sin limpiar ni quitar las consumiciones de otros, limpiaban sin atender primero, sin sentido alguno y encima caro.bastante caro.servicio y precios que dejan que desear.no es lo que era!

Perfecto para un almuerzo informal con tus amigos, compañeros de viaje he incluso para llaneros solitarios, buena comida casera y buena gente. JR

Todo el mundo me había hablado bien de este sitio. La comida era muy buena, pero vi cosas bastante extrañas entre los camareros que no me gustó nada. Vuelvo a decir que comí bien, pero el trato de la jefa fue muy poco profesional y nada deseable, para mi y para sus empleados. Aunque todos podemos tener un mal dia. La camarera que me sirvió fue excelente

Mítico. De parada obligatoria para todo motorista que se precie. Inaugurado en 1969. Restaurante para comer carnes a la brasa, ensaladas, y guisos caseros. Ambiente motero a tope aunque también se puede ir a comer en coche. Muy buen servicio, como la comida. Como ya he dicho, para mí es trozo de historia del mundo de las motos.

Atención vergonzosa. Hemos estado literalmente 20min para que vengan a traernos la carta, otros 10min para que nos pregunten que queremos comer. Para colmo, pido butifarra con judías y me traen butifarra con patatas, lo digo y me dicen que es que no les quedan judías y se va tan tranquila. Le llamo le digo que me lo cambie y me insiste que si no me gusta con patatas, que esta buena igual. Pues señora no es lo que te he pedido. Me cambia el plato, acabamos de comer y para cobrarnos hemos estado esperando en mostrador 30min (sabiendo ellos que estábamos esperando). Nunca más! Caros, mala calidad y mala atención

Ambiente motero 100% y comida correcta, aunque debido a la gran afluencia de está haciendo cada vez más pequeño

Punto de encuentro de moteros. Comida buena. Precio algo caro y los sabados y domingos mucha gente y tardan en servir

Esta bien la comida, el servicio de atender al personal un poco desorganizado, terraza para desayunos, y dentro se come

Sinceramente creo que la fama se les ha subido, el servicio nada atento y desganado, y dejar de hacer bocadillos a las 12: 00. Creo que ahora mismo solo piensan en dinero y han perdido el factor humano.

Bonito lugar, la comida esta bien las bebidas son un. Poco caras y el servicio es muy lento y caotico

Es un restaurant on s'hi pot menjar molt be, molt motero i lloc de reunio. El problema del restaurant es el tracte que reps. Algunes de les persones que et serveixen treballen de molt mala gana, i si els preguntes si fan entrepans o si pots menjar fora directament i amb mala cara et diuen que marxis a un altre lloc si allo es el que vols. Tambe es una mica car pero aixo no es el que fa que tot el nostre grup haguem deixat d'anar-hi. Es sobretot el tracte que es rep. Fa anys era un lloc on s'hi estava a gust, ara ja no. No recomano anar-hi. Millor anar a un lloc mes barat, igual de bo i on se'n cuiden de tenir un bon tracte amb tu, que per alla aprop no hi falten de llocs aixi.

La atención es pésima, tardan muchísimo! Comida, caro para lo que es y mas despues de tardar en atender y traerlo. Se les ha subido la fama a la cabeza, ya le di 2 oportunidades y no vuelvo mas!

Si eres motero de sangre, debes acudir aquí sin pensártelo mucho.
Las torradas de pan clásicas, oir el rugir de otras motos.
Lástima de la tierra para mover la moto.

Preciosa ruta con vistas increíbles, aire puro y el local es precioso para comer, quedar con los amigos. Restaurante muy rural, acogedor.

He estado como 3 veces por ser una de mis rutas favoritas, la brasa es muy buena. Pero tardan mucho en atender, mucho no, muchísimo. No creo que vuelva a pararme allí. El ambiente es muy bueno, los fines de semana se pone a tope. Si tienes algo de PRISA NO RECOMENDABLE.