Restaurante ogura, Barcelona

La comida de bastante baja calidad. El sushi no nos gustó nada, había uno con ketchup y otro con salsa agridulce, una mezcla muy extraña. En los mejillones echan ajo y perejil y le añaden salsa teriyaki, unas combinaciones que no pegan en absoluto. No repetiría

Buena variedad, buen servicio y cantidad correcta, rápido y bueno. La única pega que le encuentro es que el wasabi pica muy poco.

Nada recomendable. Hace años estaba bien pero ahora ya solo con entrar te das cuenta que la experiencia no irá bien.

Cenamos un grupo de 5 personas. No nos trajeron todo lo que pedimos. Había mucha comida que nadie pidió, eran plátanos fritos con arroz en dos platos. No nos sirvieron platos de salmón. Traje especialmente a mis amigos para que probaran esta comida, que nunca pudimos ver durante la noche. ¡Nunca volveré aquí y no lo recomendaré a mis amigos!

Aprendí del Ogura durante mi último viaje a Japón, el País del Sol Naciente.
Mi abuelo fue un prometedor Samurái, pero viajó a España para escapar del malvado emperador Hiroko Tanaka. Sin embargo, a punto de abordar el barco, uno de los amigos de mi abuelo le traicionó con un supuesto regalo. Envenenó una caja dorada de gyozas, que viajaron desde Tokyo a Barcelona con él, su hijo y su esposa.
Lo que nadie esperaba era que no fue mi abuelo quien se comió la gyoza maldita, sino mi abuela. Tras una fiebre corta, pero intensa, su mujer murió en alta mar.
Tras la muerte de la única mujer que realmente amó en su vida, mi abuelo juro venganza.
Desde el día que nací, me entrenó para ser un verdadero samurái. Apenas mamé el pecho de mi madre, me forjó una pequeña katana y la puso en mis manos: "tu serás un guerrero, es tu única misión".
Con tres años, ya era capaz de derrotar un oso con mis propias manos.
Con 10, podía derrotar tres osos con una mano, los ojos tapados y colgando boca abajo de un almendro.
Con 17, mi abuelo dijo: "ha llegado la hora" y me entregó su tesoro más preciado, la katana de su abuelo.
Embarqué solo en un pequeño barco fabricado con ramas de almendro y huesos de oso pardo. Tras 6 meses de trayecto, pisé tierra firme en Osaka. Una vez allí, pedí direcciones a una hermosa joven nipona. Me dijo: "si deseas encontrar a Hiroko Tanaka, es tan fácil como seguir la dirección contraria al viento más frío. Pero tenga cuidado viajero, pues ningún samurái ha sido capaz de derrotarle e incluso mi padre murió a manos de sus secuaces".
En ese momento, le juré que nos volveríamos a ver y que traería en mis manos la cabeza de Tanaka.
Emprendí el camino hasta dar con su palacio -una estructura enorme, que tapaba el sol del amanecer para que no llegarán sus rayos al pequeño pueblo que habitaban sus sirvientes.
Les prometí la libertad y ellos me ofrecieron sus espadas, pero les dije que esta misión la debía emprender yo solo.
Un sucio cobarde debió avisar a los guardias, por lo que estos me esperaban con sus espadas desenvainadas. Se mantuvieron firmes y como señal de respeto, sólo les corte la mano izquierda y el pie derecho. A los que huyeron, les degollé; y procedí a mear por sus gargantas expuestas, para que así murieran ahogados.
Cuando finalmente me encontré con Tanaka, me llevé una desilusión: era un señor mayor, feo como una cucaracha con lepra.
Estaba escondido tras su trono. Apoyé mi katana en el suelo, para así enfrentarlo con mis manos. Le di un bofetón a mano abierta, una patada en los testículos y finalmente un uppercut que lo levantó aproximadamente 6 metros en el aire.
"Esto es por mi abuela y el padre de la chica desconocida que me he encontrado esta mañana"
Recogí mi katana y le abrí el vientre con la punta. Deposité en su interior una granada en forma de gyoza, para cerrar el ciclo que él mismo abrió.
Hiroko Tanaka explotó en miles de pedazos, pero su cabeza quedó intacta. La recogí para mostrársela a la hermosa muchacha que esperaba en el puerto de Osaka. Ella me dió las gracias y me propuso hacer el amor bajo la luz de la luna.
Yo le respondí: "no me interesan tus encantos carnales señorita, simplemente me gustaría saber si conoces algún buffet de sushi en Barcelona que esté bien de precio".
Y así es como conocí el Ogura. Buena experiencia, el trato genial. Recomiendo pasarse a la hora de comer entre semana ya que el buffet sale más barato.

De mis japoneses preferidos. Menú diario a muy buen precio, en el que puedes pedir lo que te apetezca de la carta.

Una locura! Increíble restaurante, cada plato mejor que el anterior y de precio está muy bien. El servicio es rápido y bueno. Lo recomiendo 100%.

Bastante bien. Tiene buffet libre de muchos de sus platos. Resulta excelente el plato num. 29, y son imprescindibles los núms. 48 a 50, y los 59 y 60. No debes irte sin probar los núms. 20 y 30 o, el más picante, el 69. Bon appetit.

El menjar molt bo, sense llargues esperes i el preu decent (vam fer el buffett, 11'20 migdia). El temaki de salmó espectacular.

Best and cheapest sushi in Barcelona, only bad thing is the place per se, they could improve with some more decorations, but the food makes it worth it

No es el local con mejor diseño que encontraras por Barcelona pero seguro que si que uno de los lugares más baratos. La comida estaba muy buena aunque a veces tardan un poco. Invitan a chupitos al final que siempre es un plus.

Uno de los mejores lugares de bcn calidad-precio de sushi precio cerrado a la carta, con buen trato y servicio. Siempre que podemos vamos y salimos satisfechos. Recomendable

¡Excelente lugar donde comer buffet! Tienen una carta diversa, todo es de calidad, sirven con rapidez y tiene buena relación calidad/precio.

Excellent value, good service and decent, well-presented food. New bathrooms and clean overall. Awfully noisy though.

Excelente lugar y comida muy rica. La atención fue muy buena. Varios platos para elegir y degustar. Muy recomendable.

Varias veces hice el intento de ir a comer a este japonés, y no concretaba por muchas razones, de manera que había creado bastante espectativas al respecto.las cuales estuvieron ampliamente satisfechas, la carta del bufete libre es muy amplia, las porciones como a mí me gustan, pequeñas, para poder probar la máxima variedad posible, ya que la política es no traer otro plato hasta que no acabes el que has pedido, y si dejas comida la pagas, muy de acuerdo con ello, fui pidiendo mientras tuve hambre. El precio muy accesible, 10.90€, más la bebida, mediodia laborables.
La atención rápida, atenta a que te quedas con el plato vacío, sin ser pesados.
El único detalle es la acústica del local, donde hay que levantar la voz para poder conversar con tu acompañante.
Temperatura correcta.
En fin, vuelvo seguro

Sinceramente no entiendo las opiniones positivas de este sitio.la variedad del buffet de almuerzo ES PATETICAMENTE NULA.y encima lo poco que hay está mal cocinado.insulso.super aceitoso.y eso de que los camareros son amables sonrientes y rápidos.es una broma? El restaurante estaba con 4 mesas y los platos salían a un ritmo lentísimo y encima todo llegaba frío. No lo recomiendo EN ABSOLUTO.me da igual que sea económico.está claro que en este caso.la barato sale caro.

Est bien la comida, sin exageración, pero comestible. Las porciones son realmente pequeñas y te están vigilando cuanto pides, y avisan que no se puede dejar la comida.
El sitio est extremadamente ruidoso. El previo de noche y los fines son 14 50€ / persona. Las bebidas y postres aparte. Una botella de vino cuesta 7,50. Es buen precio en el centro de Barcelona. Los camareros a penas hablan español, pero son amables. Recomendable cómo una experiencia gastronómica económica.

Volvemos al restaurante luego de un poco más de 2 años. La última vez nos pareció, había decaído el sabor de la comida, pero ahora fue una grata sorpresa. Llegamos para el buffet de la comida, y todo lo que pedimos entre makis, sashimis, arroces, etc, estuvo rico. Hay platos que solo incluyen para el buffet de cena y fines de semana, el cual cuesta 4 euros más, pero tienes la opción de pagar un buffet cena, aunque hayas ido a la hora de almuerzo. El servicio muy bien, amables, sonrientes y rápidos. Repetiremos

Buffet libre a buen precio (bebida no incluida), se pide a los camareros en lugar de buscarlo uno mismo pero no tardan. El sushi está bien.