Taberna Kamikaze, Barcelona

Nos atienden al entrar y como es nuestra primera vez nos explican que se trata de un restaurante gastronómico. Hacemos caso y optamos por el menú largo.
Enseguida vemos que hay poca distancia (menos de 1 metro) entre las mesas por lo que escuchas aunque no quieras la mesa de al lado.
Sin manteles y ningún cambio de cubiertos en todo el servicio.
Los platos están bien aunque hay varios que bajan bastante (para mi gusto).
Menciones especiales al salmonete, al marmitako, al cordero y a los niguiri de toro y al de setas.
Precio excesivo a mi parecer para la experiencia, pese a reconocer el esfuerzo.
Muy buen servicio.

Las costillas con mantequilla de ponzu espectaculares, excelente atención y hermoso lugar. Un imperdible en Barcelona!

Per a nosaltres, ha sigut un descobriment. L'Enric, l'Aris i la Camila han agafat aquest projecte tan valent i l'han apujat a l'alçada dels grans restaurants gastronòmics amb estrella Michelin de Barcelona. Amb uns menús degustació amb una perfecta relació qualitat-preu, recomanem els nigiris (amb el millor arròs de sushi que hem tastat mai), el cristall de porro thai, la fulla de shiso, la falsa trufa i el marmitako. Els dos xefs ofereixen una experiència única potenciada per l'assertivitat de la Camila a l'hora de recomanar uns vins que mariden perfectament amb els plats i uns sakes que són del tot inoblidables.
Tornarem per tastar el menú degustació d'hivern, segur.

Lugar versátil, al que puedes acudir en pareja o con amigos. A destacar el tataki de rubia y los nigiris. No obstante, la carta es excesivamente limitada, con muy pocas opciones donde elegir. Además, me parece que los platos tienden a tener un precio bastante elevado.

Excelente los platos que probamos:
Berenjena en tempura
Shabu shabu de wagyu
Tataki de rubia gallega
Niguiris de atún, anguila y rubia gallega
Raya marinada

Fuimos en un grupo de 10 amigos y estuvimos cómodos. Anteriormente había estado, pero no comí nada más que probé el vermut kamikaze que es estupendo. Esta vez sí probé la comida y quedé muy impresionado. El entrante de berenjena marinada en miso es estupendo y la hoja de suizo fue algo muy interesante (tienen opción con setas en lugar de mejillones y lo recomiendo). Las salsas que han creado para acompañar tanto los pescados como la costilla de cerdo son increíbles. Probé ambos postres y me quedo con el de pistacho con te matcha. Lo único malo es que la mesera nos dijo que la carta cambia pronto y algunas de las cosas ya no estarán, ya que se adaptan al cambio de temporada para asegurar la calidad de los productos. Igual razón para volver, sin duda! El servicio genial… simpáticos, atentos y amables. Hubo muchas preguntas de parte de nosotros y nos explicaban los platos con gran detalle.

Platets força interessants, servei molt agradable de totes, especialment Camila, fins aviat

Cenamos un grupo de 8 amigos, sitio acogedor y comida excelente. Se nota que hay profesionalidad y un buen equipo.

Volveremos

El servicio, la comida y las recomendaciones de las camareras, es de 10, gracias por tratarnos como en casa o mejor, volveremos pronto!

Un sitio para ir volviendo. Hace 7 meses que abrieron y hemos ido a probarlo hoy. Platillos muy bien elaborados, bien pensados, dedicados al sabor. Nos hemos quedado con ganas de más. Muy buena cocina y una carta de vinos con sorpresas y bien de precio. Cuando estén consolidados les irá bien un poco de inversión en el local.

El precio no corresponde a la comida, nos aconsejaron pedir 7 platos. Ninguno que fuese especial salvo el pescado que llego completamente frio y sin limpiar, lleno de espinas y escamas. Hubo un pequeño problema en el restaurante por lo que tuvimos que irnos de nuestra mesa y comer en la terraza algo incomodos. El personal nos desconto la mitad del importe del pescado por esto y por la queja que dimos a cocina del pescado.
Pedimos 6 platos, nos fuimos con hambre y no hubo ningún plato que nos gustase especialmente
Aun con el descuento, sin postre y agua y refresco de beber 83,33 para mi no lo merece
Hemos estados en muchos japoneses y japones fusión y sin duda este estaría entre los peores
Eso sí el personal encantador y muy agradable

Todo estaba bueno, pero nada nos encantó y la verdad es que la realidad queda lejos de lo que parece en instagram. El local es acogedor, pero sin tirar cohetes. El servicio correcto. Y la comida buena, aunque el precio es caro por la cantidad de comida que sirven y nada nos gustó mucho además que el pescado llegó un poco frío a la mesa. En reaumen, no repetiría.

Espectacular todo, el producto buenísimo el servicio muy amable, sin ninguna duda volvere pronto

Una combinación muy interesante en sus platos, muy rico todo. He pedido unas berenjenas marinadas en miso, una costilla de cerdo a baja temperatura con salsa tonkatsu y de postre cremoso de chocolate con bizcocho de praline de avellanas. Recomendado el vermut kamikaze blanco. Buen servicio.

Tengo que decir que ha sido una experiencia de orgasmos, como cocinero ha sido una experiencia de otro nivel, las camareras son cercanas y es lo que hace que el sitio tenga la mejor categoría a un nivel, que decir vuelvo que se queda cerca las ame. A todas y decirle a los cocinero lo bien que hacen su trabajo es un gran orgullo …. Volveré las veces que hagan falta

Atención muy buena por parte de todo el personal.
Comida exquisita y excelente presentación.
Precio adecuado.
Recomendable.

Muy buena experiencia, nos dejamos aconsejar por el personal y acertaron. Todo muy bueno. La atención también excelente.

Fuimos a cenar un martes. Todos los vinos de la carta de menos de 28 euros no estaban disponibles, finalmente la calidad del que nos sirvieron no correspondía con su precio.
De la carta faltaban varios platos y la calidad y cantidad de algunos tampoco era la que esperábamos por las reseñas. En resumen un restaurante muy decepcionante, para no volver.

Los platos son buenos, hay platos que nos han encantado como el tatami de vaca vieja, y platos que no han sido de nuestro agrado, como el paro Pekín (que al no acabarlo han tenido el detalle de descontarlo)
Las cantidades nos han parecido escasas, hemos degustado 8 platos para 2 personas y hemos salido con apetito…
Lo que nos ha estropeado la experiencia ha sido la falta de confort térmico, hacia mucho frío en el local, he pedido que pusieran la calefacción y han intentado disuadirme hasta que al insistir la han puesto… al rato han saltado los plomos… y la han tenido que quitar… en un local que la cuenta ha subido más de 100€ dos personas sin vino, ni postre ni cafés (estos dos últimos porque no queríamos seguir pasando frío) me parece inadmisible que no haya confort térmico…

Llegué al restaurante con mucha hambre. Reservamos una mesa para cenar para tres personas a las 20: 45. Sin embargo, el primer plato de seis no nos fue servido hasta las 21: 35. Por el precio de 18€ en la carta, esperábamos que el primer plato fuera uno de los platos principales, pero solo recibimos dos gambones en salsa (ni siquiera tres). Cabe mencionar que se pueden comprar 1 kilo de gambón salvaje por 30€.
Estuvimos muy decepcionados y aún hambrientos después de 5 platos con porciones de tamaño ridículo cuando nos sirvieron el último: dos piernas de pato Pequín, que eran muy pequeñas y con un sabor un poco amargo.
Además, estuvimos sentados al lado de la puerta principal, lo que hizo que pasáramos frío cada vez que alguien entraba, además la puerta no se cerraba automáticamente.
En resumen, no me gustó ni el restaurante ni tanto la comida. La relación calidad-precio no es adecuada.
Salimos hambrientos y hartos de toda la espera que hicimos.