Tijuana Olesa, Barcelona

Tracto con el cliente agradable, comida buena y buena porción, opciones variadas y todo muy limpio, buen precio también.

Sitio muy interesante, agradable y con excelente servicio. Comida de muy buen sabor y decoración bastante autóctona. Recomendado.

La mejor cantina mexicana que conozco, tienen mucha experiencia ya que llevan muchos años haciendo esta variedad de comida, teneis que ir os encantará. Es muy familiar y hacen un equipo maravilloso, su alto valor humano les hace insuperables!

Volver al Tijuana, ahora en Olesa, ha sido motivo de muchos buenos recuerdos, que sean culinarios, de sabores, del ambiente. La comida sigue siendo genial y la simpatía del dueño y sus hijos inigualable. Volveremos.

Recordáis esos lugares donde íbamos de niños en los que al grito de vamos a comer al "xxxxx" a todos nos entraba un estado de euforia e ilusión que nos duraba hasta acabar rendidos en la cama.
Pues eso.el Tijuana es de esos sitios donde se crean los recuerdos más entrañables felices y sobre todo familiares.porque en Tijuana se crea familia, vayas con quien vayas.

Nos gustó mucho todo lo que pedimos. Trato muy amable por parte de los camareros y del cocinero y buena comida. Perfectamente señaladas las opciones sin gluten (hay muchas). Volveremos!

Todo perfecto.
Era la primera vez q iba y repetiremos.
Tanto la comida como el servicio como el precio ha estado dentro de lo esperado.
Me ha gustado mucho.

Un restaurante mexicano que hacia falta en olesa, no hay mucha variedad de platos y postres pero se compensa con la buena elaboración y la amabilidad del personal.

Trato excelente, muy amables y atentos. Las fajitas de ternera venían con muy poca carne, insuficiente para rellenar las 8 mini tortillas. Me sobraba el arroz y los frijoles. La enchilada estaba muy buena.
Se ha de reservar porque el local se llena.

No me ha gustado nada. El local estaba bonito y los camareros agradables pero la comida no.

Los nachos eran los típicos de Mercadona con lonchas de queso por encima calentados al microondas. El burrito, otra cosa más, masa de Mercadona, con carne prehecha y calentado al microondas. Por último, la enchilada tenía pollo pastoso y soso y, de nuevo, lonchas de queso calentadas al microondas, todo mal.

Se podría pensar que al ser principantes, pues bueno, es normal que no den con los platos, pero ni preparan la carne en el propio restaurante, la guardan hecha en la nevera y la calientan, como no, en el microondas.

En conclusión, una estafa de comida calentada al microondas y, no solo es que no estuviera buena ni tuviera sabor, sino que te revuelve el estómago y por el módico precio de 30 euros, me siento timado. No recomiendo el restaurante.

El local es muy bonito y el trato no está mal, pero la comida no se aproxima ni de lejos a la auténtica mexicana. No tenían de todo lo que ponía en la carta y lo peor, las tortitas de maíz, secas e insípidas.

Algo caro para lo que sirven, la comida es más mexicana por el nombre del plato que por el sabor, esperaba verdadera comida mexicana, la gente que está diciendo que es buena comida mexicana no ha probado comida mexicana en su vida, los nachos parecen del mercadona, el burrito soso y más masa que otra cosa, podrian almenos servir mas cantidad, para compensar que no es comida mexicana verdadera y lo caro que es, trato excelente y sirven rápido.

Cuina mexicana casolana. Local molt ampli en molta llum. Servei agradable. Preus populars. Margarides bonissimes. Recomanable.

Una puerta al cielo para Olesa de Montserrat. Se echaba en falta un restaurante que trajera la esencia, profesionalidad y originalidad de Barcelona a este pueblo, y qué mejor forma que con comida mexicana, que para encontrar un local lo más cercano posible había que ir al Parc vallés de Terrassa.

La comida está buena y la carta es variada. En concreto fuimos 4 personas y pedimos: enchillada de pollo, nachos, fajitas, chile con carne, ensalada tijuana, patata con chile con carne y queso, y de postre unos cócteles (mojito de fresa y tequila sunrise) y unos creps de chocolate con nata y siriope de caramelo. Acabamos llenisimas, aconsejo pedir algun plato menos porque viene bastante cantidad en todos, pero más o menos conseguimos terminar todo. Como sugerencia añadiría alguna oblea más al plato de fajitas, ya que al final acaba sobrando relleno. Por lo demás, genial.

El precio es el normal y esperado para un restaurante mejicano.

El servicio es excepcional. Personal de barra muy atento y servicial, y el cocinero sin parar en la cocina y además simpático.

El ambiente es muy animado y ponen música mejicana de fondo. Talvez haya un poco de ruido con las voces de los comensales, pero es normal al ser un ambiente entusiasmado. Las luces son cálidas y tirando a tenues. La decoración consigue hacer un guiño total a diversas referencias de la cultura mejicana. Los colores variados y estridentes de las paredes y de las persianas del local hace que nos llenemos de optimismo al llegar y al salir de la atmósfera!