Woki 304, Barcelona

Llevamos viniendo tres años y su evolución al castellano va en decadencia, hay un un camarero que siempre va mal vestido, es mal educado, pretende que le coja yo la mesa a pulso, tiene un carácter de deplorable, no nos trata bien, no se entera de nada, y nos está mirando mal mientras hacemos esta reseña.
El horario es un timo pone que cierran a las 12 y llegas a las 10 y te dicen que cierran a las 11, vamos un cachondeo. Nos planteamos no volver más pero siempre acabamos viniendo.

Es un buen sitio para comer allí y sobretodo para llevar. Buenos precios y comida rica. Nos hemos cogido un pollo rebozado para compartir y luego un wok cada uno. Las raciones quizá sin algo más pequeñas que otros sitios pero con un entrante y un plato estás más que saldado. Los camareros no entienden mucho el español pero lo suficiente para atender la comanda correctamente. Además nos ha repetido lo que ha apuntado para comprobar que estuviera correctamente cosa que se agradece ya que suele fallar algo. En mi caso pedí salsa de ostras y creo que tenía demasiada salsa ya que estaba algo salado pero estaba bueno y me lo podía comer sin problema. De postre pedimos dorayaki que doy por hecho era el original de pasta de judías ya que chocolate no era y unos Mochis de chocolate que aunque estaban algo congelados estaban buenos. Todo eso más la bebida por 17€ las dos personas. Sitio para repetir.la única pega es que el restaurante es un poco escaso si hay mucha gente