Ágora, Madrid

Pongo una estrella porque no me deja poner menos, hoy día 25 de junio a las 18: 40, nos sentamos en la terraza y el camarero ni un hola, súper borde diciéndonos que que queríamos, al pedir, un refresco y una cerveza, y a parte dos vasos de agua, se niega a darnos los dos vasos de agua cosa que está prohibido, y por ley te lo tienen que dar, no lo recomiendo para nada, ya que en otra ocasión hemos ido y el camarero nos ha tratado con bordearías, no son capaces ni de ponerte una tapa, no volveremos más, este tipo de gente debería estar en la calle y darle trabajo a gente que se lo merece.

Pongo una estrella porque no se puede poner 0, el servicio malísimo y decepcionante. El camarero un mal educado, nos ha tratado con mucha bordería. No lo recomiendo en absoluto.

6 de la tarde el bar abierto y no nos dejan sentarnos porque supuestamente no hay camarero (esto dicho por el propio camarero) increíble pero cierto, segunda vez que venimos y la primera fue peor ya que nos atendieron fatal y encima pedimos bocadillos y nos trajeron hamburguesas diciendo que eran lo mismo, se salvan porque esta en toda la plaza del pueblo si no, no entraría nadie, nada recomendable.

La.comida es buena, el servicio y atención al si deja mucho que desear te sientas en la mesa y hasta que no te van a traer algo no te limpian la mesa

Está en pleno centro del pueblo. Los precios son bastante asequibles. Tienes copas por 4€ y al mediodía suele poner alguna tapita con la consumición.
Por dentro no está mal, decorado rollo futbolero.
Bar barato, sin lujos.

Esta noche fui a tomar algo con mi pareja. El camarero Luis Miguel un encanto, muy amable y profesional. En cambio su jefe/dueño muy desagradable, tuvo un par de comentarios muy racistas que no me gustaron nada. Me pareció una falta de respecto, incluso denunciables sus comentario, en medio de la cena envía al camarero que nos cobre. Perdona? No he acabado de cenar señor……
La comida generósa de cantidad y no ha estado mal para mi…. Pero escuchar comentarios tan fuera de sitio no……

Muy buena calidad precio, la verdad que el sitio es muy enigmático, el personal siempre increíble y el dueño fantástico. Lo que más puedo destacar es el buen repertorio de tapas que te ofrecen te transporta al origen de la gastronomía. Le daría un 9'99 porque la perfección no existe.

Nos hemos sentado a tomar un café y unas copas. Al principio nos atendió una chica muy maja, pero cambio el turno, el sábado a las 18,19 y el chico, la verdad bastante rancio, seco, no nos ofreció ni una tapa, le preguntamos por algo frío ya que la cocina estaba cerrada y tampoco, al final después de apretarle, y con 4 consumiciones en la mesa trajo un mini plato con 4 patatas fritas. Cambiaré de sitio y probaré otros que seguro me sirven con mejor cara.

Calidad en hamburguesas muy baja, mejor cualquier otro bar del pueblo, atención no muy buena. Público joven en general. Los precios no son altos pero la calidad de la comida es mala. Lo único bueno la ubicación, el local por dentro sucio y descuidado.

Lamentable servicio, sucio y comida penosa.ni si quiera en plenas fiestas son capaces de hacer un bocadillo y una hamburguesa decente.no pienso volver

Una cervecería sin más. En mi opinión lo único destacable que tiene es su ubicación, ya que está en plena plaza del pueblo, por lo demás el servicio es bastante lento y en cuanto a las tapas y raciones, poco que destacar.

EL camarero se acercó y nos preguntó qué queríamos con la mascarilla en el bolsillo. En cuanto nos vio las caras, se la puso con toda su calma. Le pedimos un segundo para pensar y al girarse, se la quito de nuevo. Evidentemente, nos fuimos inmediatamente. Si de cara al público no se cumple lo básico, no quiero imaginarme lo que ocurre en la cocina.

Horrible, para empezar la camarera se pasa el servicio con la mascarilla en la barbilla. Es decir, con boca y nariz al descubierto. Y por último, no aceptan el pago con tarjeta pero en ningún caso lo avisan. Lo peor, en la misma puerta del Ayuntamiento con mascarilla en la barbilla.

Nos tuvimos que salir porque el camarero nos dijeron que no estaba y que teníamos que esperar un rato.

Estuve tomando algo en verano, en la terraza, a pesar de estar medio vacía, tardaron una barbaridad en atender así que decidí entrar a pedir yo.

Las mesas altas estaban llenas de vasos para lavar, si solo hay una persona es comprensible pero teniendo el bar vacío y no estar haciendo nada no tiene justificación.

Trabajo en este sector y me parece muy poco profesional el servicio dado aquí, sin añadir que ni me pusieron aperitivo y la amabilidad brilla por su ausencia.

Es una pena por que el bar se le puede sacar mucho partido y esta muy bien ubicado, espero que ha estas alturas hayan cambiado un poco, aún siendo así no volveré, posiblemente sea el bar del Pardillo que peor calificación tenga.