Alzhara, Madrid

Comida super rica, camareros muy atentos y agradables, y muy barato. Uno de los mejores restaurantes del barrio. Siempre que vamos nos suelen invitar al té o a algún postre. Si te gusta la comida árabe este es tu sitio.

Un placer estar en un comedor donde no hay griterío.
La comida es excelente, el trato maravilloso.
Muy recomendable la limonada, riquísima.
Lo que menos me gustó fué la pastella, a mis acompañantes sí.

Las personas que nos atendieron fueron amabilísimas, la comida deliciosa muy auténtica y extraordinariamente bien elaborada. Nos sirvieron un pequeño aperitivo mientras esperábamos lo que habíamos pedido para comer. El lugar muy tranquilo y agradable. Planificando volver en breve.

Un sitio muy bueno. Pedimos un menú de degustacion y estaba muy rico.
Viene muchísima comida, probablemente volveré.

Íbamos con expectativas, menú caro para un entrante muy pobre, no hania ternera y el cuscus de pollo más seco imposible, el postre escaso, no repeteriamos

Fuimos 3 personas a comer. Pedimos el menú degustacion. El primer fallo para mi es que ningún principal te da la opción de cordero. De los dos platos con ternera estaba dura, prácticamente incomible. Se salvó el de pollo que estaba muy bueno.
Sinceramente me decepcionó un poco.

Me sirvieron algun plato frio y tuvimos que insistir mucho en que nos trajeran la bebida. Es una pena porque hace un año me gustó.

Primera vez en la Mezquita de Madrid, en centro cultural es muy interesante y periten que lo conozcas, aunque vayas al restaurante.
El restaurante en sí es pequeño, conviene reservar, la calidad y cantidad de la comida son impresionantes y los precios más que correctos. Seguro repetimos!
NOTA: puedes aparcar dentro del parking de la mezquita si vas al restaurante (y no hay servicios o actividades), un plus!

Íbamos de vez en cuando antes de la pandemia y pensábamos que habían cerrado pero deseando volver desde que nos entramos que estaban abiertos. Hemos comido el menú y aunque hemos echado mucho de menos el bufet que tenían antes, así como el que cubrían el pan para que se mantuviera caliente, el resto maravilloso como siempre, hemos bebido té con el menú degustación, falafel, kibbi, muhamara, humús, mutabal, tabulé y como platos principales, cuscús de pollo y pastela, todo riquísimo, pero la pastela es la mejor que hemos comido hasta el momento.
La atención también estupenda, su amabilidad y la explicaciones que nos han dado sobre nuestras dudas.
Deseando volver.
Al terminar hemos estado viendo con detenimiento la exposición que tienen y ha sido muy instructiva.