Artes Escénicas en Madrid - Coolturetas

Experiencia de comida sensorial al lado de un arroyo en la zona de tres cantos, rodeado de narturaleza y tranquilidad, escuchando la voz de Carlos que te transporta a un viaje mágico, mientras vas distinguiendo los diferentes sabores de la comida. Totalmente recomendable! Gracias por este break de la realidad

Una ruta por caminos que llevan a Santiago. Y un oasis de paz y descanso donde los sentidos fueron agasajados.
Toda una experiencia para nuestro grupo de senderismo Dejando Huella. Una comida sensorial en la naturaleza. Lo recomiendo

Comida sensorial con los ojos tapados mientras la maravillosa voz de Carlos nos ha transportado a otros lugares de la Tierra y del Universo. Genial experiencia. Traen la comida en un food truck y la hemos degustado al lado de un arroyo por la zona de Tres Cantos. ¡Muy Recomendable! Ha sido muy agradable y una manera diferente de comer en el campo tras un senderismo con Dejando Huella. ¡Muchas gracias!

Les alquilamos la sala de teatro hace dos años para ensayar una obra y en el momento de alquilarla no se nos hizo saber algunos problemas que descubriríamos en seguida. El mayor problema fue el ruido (extractor, actividades en otras salas.) dichas actividades se llevaban a cabo con la puerta abierta y la música a todo volumen, mientras que a nosotros se nos obligaba a efectuar nuestros ensayos con la puerta cerrada y haciendo el mínimo de ruido posible ya que sino se nos llamaba la atención a las primeras de cambio, algo totalmente injusto, ya que habíamos pagado por ello.
La sala tiene un escenario bastante pequeño (no correspondiente a las fotos que aparecen en la página web de dicho establecimiento), las sillas para el público para los espectáculos son de plástico (algunas rotas) y se encuentra bastante mal insonorizada.
He de decir que el chico que nos alquiló la sala (creemos recordar que también era el profesor de teatro del establecimiento) se mostró ante nosotros siempre con una actitud encantadora. Cada vez que le comunicábamos los inconvenientes que teníamos se mostraba comprensivo y afectado ante nuestra situación, pero se veía que no estaba en su mano poder solucionar nuestro malestar. Eso sí, para compensar dicho malestar, nos dispuso la sala a cualquier hora y cualquier día (excepto cuando se llevasen allí a cabo actividades lógicamente). Por lo tanto las dos estrellas son única y exclusivamente por él.
Pero como se suele decir muchas veces en esta vida, una de cal y otra de arena. El hombre que estaba habitualmente en la entrada siempre se mostró ante nosotros con una actitud impertinente, haciéndonos sentir en todo momento que no estaba cómodo con nuestra presencia.

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