Arzábal Reina Sofia Museum, Madrid

Hermosa ubicación junto al museo Reina Sofía. Gran sangría, pésimo servicio. Los meseros no regresan a su mesa para dar seguimiento a los pedidos. Terminamos preguntando a numerosos servidores por comida y bebida y no obtuvimos ninguno. No hay un sistema establecido para el servicio.
Un desperdicio de un entorno precioso.

La comida muy escasa y sin sabor, clavada en el pan, ha bajado mucho la calidad del sitio.

Trato del personal deja bastante que desear, aparte fíjense en el % por persona que se les cobra por el llamado “servicio de pan” en el que se les obliga a pagar una cantidad por persona que en algunos casos no es deseada.

¡Bravas congeladas!
Se puede fumar en la terraza y no es muy abierta. Es muy incómodo estar comiendo y respirando el humo del tabaco de otras personas. Y cuando los clientes no son civilizados y tiran tabaco a los demás sin respeto.
No volveré y no sugiero.

Tanto el barman como la camarera Isabel, son maravillosos, trato súper atento y agradable por su parte y el cóctel estaba buenísimo

Revisen bien la cuenta porque hay dos precios … el real y otro más grande debajo con la propina incluida. Si no te das cuenta y no revisas pagas un 8% más de propina. Caro y raciones pequeñas pero el sitio es bonito y tranquilo.

Por el precio que tienen y calidad de servicio y comida sale más rentable en cualquier hotel o restaurante por Sol/Gran Vía.

Bonito lugar a tiro de piedra del museo Reina Sofia, un ambiente muy acogedor y con mucho encanto.
Cocina interesante, pero la ensalada César un poco extraña para nuestro gusto (ver fotos).

Es un restaurante espectacular a nivel de decoración, ambiente y servicio. Me extrañó que un sábado al mediodía no tuviesen jamón. La comida calidad/precio no da la talla en mi opinión.

Esta bien, tampoco es para tirar cohetes, caro, pero es lo que tiene estar en el centro y un poco lentos, pa tanto camarero que tiene

CARISIMO
Tenía buen recuerdo de otras veces, y el servicio ha sido bueno, pero más de 90€ por poca cantidad para dos personas. O bajan mucho los precios o no volvemos

La comida fría pese a que estaba medio vacío. Reservamos en una zona y nos cambiaron a otra porque decidieron no abrirla pese a que la ofertaban en la web. El servicio bien, pero con espera entre platos. Las croquetas, que nos habían dicho que estaban espectaculares, tampoco estaban cremosas ni calientes. Ante la queja de la comida fría, el camarero nos dijo que le iba a decir a la encargada, pero supongo que no le pareció importante ya que no vino a decir nada. Y además, calidad/precio muy caro (120€ por 5 raciones y no hemos pedido ni siquiera una botella de vino - sólo una caña, una copa de vino y una botella de agua- ni postres ni café.). Una pena porque íbamos con muchas ganas.

Me parece que la idea es bonita colocándole al lado del museo Reina Sofía y la decoración y el ambiente son muy acogedores pero no me gustó lo mal que sirven los camareros, particularmente el que tocó en mi mesa. Además me pareció bastante caro.

Absoluta decepción. La terraza es muy bonita, pero no puedes describir un sitio como elegante cuando no dejan de pasar carritos empujados con cubiertos y platos sucios, que no huelen bien y cuyo sonido es muy molesto. La comida nada del otro mundo, no está a la
altura del precio. Lo que podrías encontrar más barato en cualquier restaurante de un barrio un poco mono.
Servicio malo. No volveré. La pena es que aunque lo sigan haciendo así de mal, lo seguirían teniendo lleno por ubicación y nombre.

El trato durante la comida fue estupendo, el sitio es muy bonito y la comida está muy buena.pero los aseos son asquerosos. Parece que entras al baño de una discoteca a las 3 de la mañana.

Fui con altas expectativas que se cayeron al suelo a medida que discurría la comida. Comenzamos regular ya que reservamos en un espacio que decidieron no abrir. Mucho tiempo de espera entre los platos que estaban más bien fríos. En mi opinión, relación calidad-precio cara.

El lugar es agradable.pero si uno quiere picar algo lo tiene que hacer en el jardín abierto con mesas y sillas altas y solo se puede ingresar al restaurante cerrado si uno come. Esto me molestó un poco. Lo que pedimos estaba rico y la atención fue buena.

Diseño y calidad, de lo mejor de Madrid pero en algunas cuestiones se pasan en la relación calidad precio.
El trato es profesional y algunos platos son exquisitos como el Pulpo (a 25€).
Hay algunas opciones que deberían analizarlas, como los 19€ de las Alcachofas (literalmente 4).
Buena oferta de vinos donde la botella sale rentable y las copas excesivamente caras.
Postres a precios de 10€. El más barato 8€ y el más caro 15€.

Muy recomendable.
Buen servicio y magnifica comida.
Comida elaborada y ambiente impecable.
Celebramos en el salón interior un evento y resulto ser todo un acierto.
Pelín caro para todos los días, pero ideal para una celebración.

Buen servicio, espacio exterior agradable. Cocina " más de lo mismo". Precio excesivo por su calidad. Clientes de paso y lugar de tránsito.