Ay mi madre! Malasaña, Madrid

Local de empanadas y pizza, ¿y para qué más? El local en sí es bastante pequeño pero todos los locales de la zona son del mismo tamaño, lógico al estar en el centro de la capital pero eso no le hace perder su encanto. Tienen un par mesas y sillas altas y un par bajas. Las empanadas buenísimas y las pizzas también (las rellenas, rellenan mucho, pero a la persona que las come. Sales rodando.) También hay unas cuantas opciones para veganos. El servicio es amable si bien tienes que esperar un rato.

Suelo frecuentar bastante el local con mis amigos y pareja, pero la última vez que pedí por Uber Eats, la carne llegó cruda, llamé al local y la única solución que me dieron fue la devolución de mi dinero mediante la app, en ese momento lo último que te importa son los 7 euros del bocadillo. No hubiera costado nada ofrecerme uno gratis en el local para recoger o alguna otra solución. Uber me devolvió el dinero un par de horas después, pero me quedé con muy mal sabor de boca.

Por lo demás, las pizzas están muy ricas y el local tiene cierto encanto.

La decoración mejor no hablar, mínimalista total, pero comer no se come mal aun que la carta sea muy corta y restrictiva. El servicio deja que desear y parece que hay que pedir hasta el vaso para la cocacola después de tener que servirte tu mismo de la nevera, muy mejorable.

Ligar pequeño pero donde si eres vegano se come esruoendamente. Totalmente recomendable. El menú genial, y los bocatas tb.

Restaurante pequeño, super acogedor, situado en una esquina de la calle Palma, en pleno barrio de Malasaña, decorado con estilo vintage, muy agradable y luminoso, la comida muy rica con menú del día y carta muy variada con precios muy económicos, incluye comida vegana, la atención muy buena y rápida, de verdad ha sido todo un acierto, es un local con pocas mesas pero si tienes la oportunidad pásate que merece la pena.

Empanadas y pizzas buenísimas, tanto la masa como el contenido. Se nota que es artesano. El sitio aunque es pequeño, está bien aprovechado para sentarse. También tienen opción para llevar.

La comida estaba buena, no demasiado cara, pero la persona que nos atendió fue bastante asquerosa y pasota.

Pequeña pizzeria argentina en el corazón del barrio de Malasaña. Ricas pizzas y empanadas argentinas. En el interior hay dispuestas 3 mesas altas con capacidad máxima para 9 o 10. La fugazzeta muy rica y el servicio agradable. Bien de precio. Recomendable si estás paseando por el barrio.

Me encanta la comida de este restaurante. A demás, tiene comida tanto vegetariana como no. Yo probé un plato que se llama milanesa y como si fuese una pizza pero la masa es pollo y por encima queso, está buenísima! Y el trato es genial! Sin duda alguna, volveré: D