Bar Congosto 47, Madrid

Buen restaurante, mejor terraza. Un poco desbordados, pero con paciencia todo llega, son todos atentos. El dueño debería de darse cuenta de que no dan abasto.

Muy buen lugar para pasar el rato con amigos o familia, muy buena comida y excelente atención

Fuimos a tomar algo y medimos unas raciones, cada vez son más pequeñas las raciones, las patatas con jamón y huevo enanas, calamares 4 calamares, oreja ridícula creo que no volveré más.

Según el cliente y según quien te despache te puede variar los precios. Un dia una cerveza te puede valer x y mañana y. Las raciones mismo precio y de una semana a otra la mitad de cantidad, te quejas y te contestan hablaré con el cocinero, para mi no voy a volver más ni yo ni los que conozco. Mal servicio, a la respuesta del dueño éramos tres y tocamos a un boquerón un calamar y dos chopitos, cuando siempre que hemos ido era bastante más, me queje al que estaba en la barra y le daba igual, y si nos cobro tres sesenta por la doble, cuando eso es la jarra

Local con terraza bien atendido, camareros atentos. Pedimos una ración de mejillones (al vapor, vendrían como unos diez mejillones como mucho), bienmesabe (sin duda llevaba en cámara muchos días, sabor a pasado). Además de no tener buena calidad, muy caras las raciones. Una pena, la terraza está en zona peatonal, lugar tranquilo, podría sacar mayor partido

Comida rica, casera y abundante y además buen precio para lo que es habitual. La fritura estaba estupenda. Muy recomendable.

Un desastre. Tienen un camarero que no se entera de nada. Le hemos pedido 2 SÁNDWICH CONGOSTO 47. Y después de pedirle a otro camarero que que pasaba con los sándwich su contestación a sido: es que eso se tarda en hacer. Pasado 30min aparecen con 2 TOSTAS CONGOSTO 47. Hemos pensado en decirles que eso no era lo que habíamos pedido. Pero pensándolo mejor no, porque ibamos a esperar otros 30min. Al camarero que nos ha dicho que eso se tarda en hacer, si para 2 filetes y 1 rulo de cabra tarda 30min que mejor se dedique a otra cosa. Porque encima después de la espera, no era ni lo que habíamos pedido.

Fatal. Peor imposible. Nos ponen una tapa fría y sin ganas. El trato pésimo. La mesa y las sillas llenas de bichos, y tuve que pedir que limpiaran la mesa, si no al camarero ni se le ocurre.
Aparte precio muy caro.
Antes atendían bastante mejor. Ya no vuelvo más. No recomiendo este bar para nada!

La.comida muy buena y bastante bien de precio. Las serás y la.feitua de pescado muy buenas y bien de cantidad.

El sitio está chulo y de precio medio. Ahora, el chico que nos atendió era muy lento, pedí un plato y me trajeron otro.

Acudo frecuentemente a este bar a tomar algo, pero esta última vez he quedado especialmente encantada.

Lo más destacable la atención de uno de los camareros (el más reciente creo, porque no le había visto antes) que nos atendió muy bien, nos recomendó lo que pedir y sin duda, acertó.

Cenamos 4 personas de raciones por unos 50 y poco euros, y quedamos bastante llenos.

Muy recomendables los huevos rotos con jamón y el bocadillo de tortilla de patata, a las fotos me remito.

Cervezas fresquitas bien tiradas, tapitas ricas y camareros muy amables. También se come bien tanto de menú como de carta.
Un imprescindible del barrio

Muy buena comida y atención. No le pongo cinco estrellas porque el churrasco tenía mucho hueso y ternilla. Actualizo.esta vez todo perfecto.

Lugar nefasto, por un menu de 20 euros, Ves el menu en el escaparate, en principio parece bien, entras y te sientas, y ya de entrada observas que la informacion del escaparate no refleja lo que indica la carta. BEBIDAS NO INCLUIDAS. Uno de los primeros platos que yo pedi arroz caldoso de pescado resulto ser un caldo de pescado con tropezones al que añadieron arroz blanco cocido, una autentica bazofia. De segundo lo que ellos llamaban merluza rosada a la riojana, de merluza si pero congelada y muy dura (Madre mia como se puede conseguir que la merluza se dura) y una salsa riojana que dios sabe con que estaría hecha. Visto lo lo visto se entiende que un garito como este un sabado a las dos y media de la tarde estuviera completamente vacio. Lo dicho para no visitar en los restos de la vida.