Bar Galleta, Madrid

Hacía tiempo que quería visitarles, y elegí el fin de semana del 22 de julio.
La atención del personal fue correcta, muy justa, nada de amabilidades extra. No podría calificarla de profesional en ningún caso. Los tres camareros que nos atendieron tenían una actitud apática y aburrida, y no mostraron ningún interés en hacer que nuestra visita fuera agradable.
La comida correcta, las opciones de la carta bastante justas. Ese día hacía un calor insufrible, y hasta después de más de 30 minutos de haber abierto no se dignaron a encender el aire acondicionado.
En cuando al precio, correcto, pero algo que hoy en día no se tendría que aceptar es que nos sirvieron un mini aperitivo de la casa, que después nos cobraron sin habernos consultado. Al reclamar al camarero, no supo tampoco que decir.
No lo recomiendo en ningún caso, y por supuesto no volveremos.

La comida deliciosa y el postre increíble. La atención excelente y el lugar aunque es un poco pequeño muy acogedor. El único pero que puedo poner es que la cerveza estuviera un poco más fría y que estuvimos sentados cerca del ventanal de la entrada y a pesar de que estaba el aire puesto hacía bastante calor. Volvería sin duda.

Hem menjat genial en aquest curios restaurant. La olor només entrar ja et sorpren, la qualitat del menjar exelent.

Fatal no volveremos, la comida y el local muy bien.
La atención pésima, la camarera déspota, borde y con mala cara.
Llegamos a nuestra hora la mesa estaba libre y sin preparar éramos 7 personas, habíamos reservado el menú y la chica nos habla de muy malas maneras que hay que avisar sin ni siquiera ella comprobar que ya lo habíamos hecho.
No nos traen la botella de vino que entra en el menú pero si nos cobran todos los refrescos y para el remate total a las 24.30 le pedimos unos cafés con los postre a lo que ella nos contesta que no que van a cerrar en un ratito, tambien entraban en el menú, al final pagamos más de 35 euros por persona sin vino ni cafés.
El local cierra a la 1 así que hasta esa hora no nos movimos de la mesa.
No volveremos ni lo recomendarémos.

Comida deliciosa, buena atención. Yo les recomendaría tener bebidas sin alcohol, como cócteles o zumos naturales, ya que fuy en embarazo y solo había lo normal: Coca-Cola, tónica, etc.

Llamé al lugar donde tenía reserva a las 20.30 para avisar que me había surgido un imprevisto y que llegaría sobre las 20.45. La persona que me atiende me dice que llegue lo antes posible por una cuestión de que no se colapse la cocina.
Llegue al sitio a las 20.50 y ha habían dado mi mesa.
El chico que me atiende me dice que me reserva una mesa que hay libre en el mismo restaurante pero en tribunal. Me confirma que está reservada ye voy corriendo hasta allí.
Cuando llego me dicen que desde malasaña no le han reservado ninguna mesa y que además tenía todo completo.
BRAVO POR EL BAR EL PERRO Y LA GALLETA DE MALASAÑA.
Ahora, un sábado por la noche, y a las 21.20 busca sitio para cenar en pleno Madrid centro.

El servicio muy lento. Y además hemos ido sin reserva y nos han dicho q no podía ser. Hemos salido y a través de la web hemos hecho la reserva y vuelto a entrar. Y ya si había mesa. Igual hemos visto le pasaba a otras personas.nos hemos ido de allí y mesas sin usar y gente q se ha tenido q ir sin comer.como nosotros.si no se nos ocurre en ese momento meternos en la web

Es un sitio con encanto, luz escasa que le da un ambiente romántico y una escenografía muy chula. Poco bullicioso lo cual se agradece si buscas local tranquilo. La carta no es extensa pero la comida esta conseguida. La amabilidad de sus camareros hizo que la cena fuese muy agradable. Totalmente recomendable sobre todo a parejas.
Ah! Y puedes llevar también a tu mascota lo cual se agradece.

El lugar excepcional, el servicio muy atento, buena comida aunque te cobrannun aperitivo que te ponene que no pides. Pero despues todo fenomenal. Ordené Chipirones con falso risotto y estaba muy delicioso.

Restaurante super bonito asi como todos los del franchising. Nos ha enctandado el entrante de gambas con tempura, un poco menos los 2 arroces que de mi punto de vista estaban un poco pasados y sosos. Eso si, la presentacion excelente asi como el trato recibido.

En fin, ideal para una cita o para hacer meriendas dulces, un poco menos si el objectivo es comer estupendamente.

Increíble! Pedimos la hamburguesa, el tataki de lomo y los raviolis para compartir. Todo excelente, aunque lo que más nos gustó sin duda fueron los raviolis, más que recomendables! La atención por parte del personal inmejorable, tanto la chica que nos atendió al llegar como Andrés, el camarero que nos atendió fueron muy amables y profesionales! Ahhh, y la decoración exquisita! Repetiremos sin lugar a dudas!

Comida muy buena en términos de calidad y cantidad! El sitio es precioso con luces y música de fondo muy bonita. El servicio impecable también! Los ravioli, el risotto y las berenjenas top!

Comida bueniiisma
El sitio precioso
Puedes llevar a tu can
Estuvimos muy a gusto
El trato impecable

Me ha encantado el sitio, la decoración, la atención y la comida, un sitio agradable para comer tranquilamente y probar platos distintos y postres exquisitos

La decoración ideal, el trato bien y los platos distintos e interesantes. Recomiendo pedir algo de la carta de postres sí o sí. El olor corporativo del restaurante es una maravilla, olor a galleta por todo el establecimiento.

Me encantó la experiencia, la comida muy buena, y el servicio recibido también buenísimo, lo recomiendo y volveré

Un local pequeño pero muy espacioso, con todas las medidas Anticovid y el sabor de las galletas María de toda la vida como principal atractivo. El personal es amable y atento y los precios entran dentro de lo normal para la zona. El ambiente es agradable, la temperatura perfecta (algo que se agradece en verano) y la decoración muy chula. Pedimos la tarta de queso con helado de galleta María y nos encantó, estaba deliciosa. La porción es bastante grande así que si vais sin mucho apetito mejor compartir.

Repetiré sin duda.

Buen servicio y presentación local curioso próximo a una estación de bicis y cerca de Callao merece la pena ir trato correcto y amable.

Sitio acogedor, comida espectacular y la camarera estuvo muy atenta y pendiente. Repetería sin duda.

Fue una gran experiencia en su conjunto. El local y el ambiente en increíble, muy bonito y el olor a galleta le da un toque espectacular. Tanto la comida como el servicio fue de 10, con unos camareros excelentes, amables y muy atentos en todo momento. Sin duda no descartamos repetir más pronto que tarde