Bar Santurce, Madrid

Si paseas por la zona del Rastro de Madrid es obligado recalar en este establecimiento famosos por sus sardinas asadas. Un bar de barrio que es toda una referencia, porque recuerda a las antiguas tabernas, de hecho se abrió en 1977. Los domingos está a rebosar, muy bullicioso, es de esos locales en los que tienes que hacerte hueco casi a codazos. Por supuesto si te has puesto tu mejor perfume ni se te ocurra pisarlo, ya que nada más entrar el humo y el olor de las sardinas se te va a quedar impregnado. No es el bar más cuidado e impoluto de Madrid, pocas mesas, palillos y servilletas por el suelo.así que te recomiendo que no te fijes en la limpieza. Además de las sardinas raciones de pimientos de padrón, boquerones y calamares son lo típico

Local pequeño. Bar de toda la vida, situado en el rastro de Madrid. Especializado en raciones de sardinas a la plancha, pimientos del padrón, cazón en adobo. Los domingos muy lleno. 100% recomendable.

Típico bar madrileño,
Sardinas excelente.
No pidan torreznos, ya que no es ni de cerca un torreznos

El q parece el dueño es un crack. Hay q tomar lo q el te diga y sino le parece mal, Lo de el cliente siempre tiene la razón y tratarlo bien ya forma parte del pasado. Para tomar unas sardinas está bien, sin más. Precio razonable para lo q se maneja en Madrid

El jefe o dueño del lugar debe de haberlo heredado de sus familiares y vivir de la fama obtenida, de lo contrario no se puede entender como un personaje tan grosero con los clientes y tan prepotente con sus trabajadores, tenga éxito a día de hoy. Vas a pasar un buen rato a comerte unas sardinas y tienes que aguantar el espectáculo de este personaje, domingo tras domingo, esta chalao,

SUCISIMO. Pensaba que era un sitio recomendable según las opiniones. Ahí va mi opinión: las sardinas, de sabor bien, para mi gusto demasiado saladas, pero lo realmente horroroso es el local. Está todo desordenado y lo peor de todo es que está SUCISIMO. Y me reservo los comentarios sobre el baño. No entiendo como sanidad no interviene en un local como ese. Lo tengo claro, NO VOLVERÉ, no quiero coger alguna infección.

Fabuloso bar con el que nos topamos paseando por el mercadillo de El Rastro. Absolutamente brillante. No hay asientos, simplemente te paras en una mesa o en la barra y un camarero toma tu pedido. Sardinas, chorizo, pimientos, 2 cervezas y 1 vino blanco costaban 25 euros. Fantástico.

Si quieres experimentar como era un bar de los años 80, sucio hasta espantar a las mismísimas cucarachas y recibir un trato humillante por parte del jefe del local, ¡¡Enhorabuena, este es tu sitio!
Eso sí, viaje en el tiempo a precios del S. XXI. Que es un bar “barato”, es unas mas de tantas leyendas urbanas. Sólo salvo el cazón en adobo y a los pobres trabajadores que tienen que aguantar a ese personaje de jefe. Para no volver.

Típica tasca de toda la vida, con muy buena cocina. Las sardinas y los boquerones espectaculares. Totalmente recomendable por la zona del rastro.

No hay tonterías aquí. Hacen buena comida y es tan simple como eso. Apenas hay mesas y sillas aquí y el servicio es básico, pero no me quejo porque los pimientos del padrone y las sardinas eran fantásticos. Recomiendo el vermut también. Por la noche hay un gran ambiente.

Bar de toda la vida en El Rastro, lo he visitado porque vi el documental del Chef José Andrés y quise probar las sardinas. La verdad que las sardinas y los pimientos bien (tampoco cosa del otro mundo) pero, podrían cuidar más la limpieza del sitio y del único baño.

Me encantó la experiencia para poder comparar con los espetos malagueños, sardinas y pimientos muy sabrosos.repetiría? Si.

Bar castizo madrileño con la esencia de los bares del mítico Rastro. Muy concurrido los Domingos por su historia y comida. Un clásico que merece la pena visitar.

Fuimos hoy a comer unas sardinas (iba acompañada con una persona que quería verlo en persona). La gracia que tiene el local es la poca limpieza que tienen, el humor seco del señor que atiende. Pero sinceramente como persona que se dedica a este sector que tanto amo, no podemos justicar que cobre 12,00 por un bocadillo de calamares a unos chicos turistas (cuando en la pizarra pone 3,20€, así no!). Pero bueno, les dará igual la reseña seguirán vendiendo y facturando. Y que luego la gente exigía más en otros locales de restauración es flipante.

¡¡¡¡¡Guauuuu! O mejor dicho ¡¡¡¡¡Miauuuu! Vaya sitio. Las sardinillas, el cazón, los pimientos de padrón, ñam, ñam. Todo rico, rico y con fundamento. En cuanto vuelva a Madrid, repito seguro. Gracias a mi amiga Eva M.que nos llevó una mñana de domingo en uno de nuestros fines de semana de escapada de chicas a los que nos invita mi gran Amiga Nuria V.

Las mejores sardinas asadas de Madrid. También calamares de verdad, gambas fritas exquisitas y cazón en adobo extraordinario. Sin olvidar los pimientos del Padrón. No pican.

Bar de toda la vida, ideal para tomarse unas cañas picar algo rápido de pie si estás de visita al Rastro o si estás por la zona de la Latina. Muy recomendables las sardinas a la brasa, los calamares y los chipirones a la plancha. Buena relación calidad-precio, tapas o raciones. Está a tope y ajetreado pero son rápidos. Muy buen trato especialmente por parte de Kevin. No esperes un sitio muy cuidado pero en la autenticidad reside su encanto. Volveremos!

Stunning padron peppers and sardines... Oily and salty and delicious. Not a great ambience, certainly no frills, but cheap and great fresh food!

Yo sigo llenado todos los domingos al rastro de tapas y es obligado ir al Santurce es mi santuario desde hace cuarenta años sus sardinas y los pimientos de padron

Las sardinas muy sabrosas, con cervecita fría, la atención muy particular pero le da un toque especial al lugar y un aplauso a las cocineras!