Bodega de la Ardosa, Madrid

Lamentable el camarero (alto, joven y moreno). Muy maleducado, realmente hace muy mal favor al bar.

La ardosa de toda la vida. Un buen aperitivo antes de comer nunca está de más. Unas buenas bravas con una cerveza o un vermú

Taberna tipica madrileña. Pinchos abundantes y variados. Las patatas bravas de lo mejor de Madrid.

Me he llevado una gran decepción, las famosas patatas a la brava, no me han gustado, estaban algo desechas y la verdad las he comido en otros sitios recomendados mucho más ricas. Una pena porque siempre que he ido estaba lleno y me quedaba con las ganas. Los camareros muy saturados de trabajo. No lo recomiendo

Buen vermut y salchichón, lo que he probado. Agradable terraza y precios ajustados como debe ser. Para repetir.

Ha cambiado mucho a lo que era. Carísimo es poco, los torreznos incomestibles de duros que estaban. Los fritos con mal aceite. Los nuevos camareros parece que van colocados de como van y los gritos. Debe ser lo más en su país. El nuevo dueño muy educado, mejor que el señor mayor de antes. La calidad de los productos h pasado a ser ínfima. Horrible y esos precios

Un espacio inconfundible, pero el legado de un fundador es difícil de trasmitir, creer que todo se sabe es el error común de los más comunes.
Hay que conocer esta bodega para que no se pierda, y defender el legado de quien supo hacer.

They were rude to us for no readon, but the patatas bravas were excellent but can’t get over the rest of it.

Nos encantó el pincho de tortilla. La camarera que había también súper simpática. Recomendable

De las mejores patatas de Madrid, estan increíbles, por favor no os confundais con la que esta en tribunal, nada que ver.

Una verdadera pena. Y pongo 2 estrellas por el cariño que tenía a este sitio, al que he vuelto después de 15 años. Las patatas recalentadas, sosas a pesar de echarle sal al final y la salsa sin sustancia ni gusto y de picante escasita. La chistorra mejir no decir nada. Que comerá la gente que dice que estas bravas son buenas, y si las bravas son malas ni me imagino el resto.

Estuvimos de cañas y cena. El sitio va justo de todo. De servicio y de calidad. Esperábamos más de un sitio con tanta "solera". Los camareros atosigando constantemente en cuanto a las cañas les quedaba 1/3.las raciones muy pequeñas para su precio, y la calidad de las mismas flojita. Las bravas muchas venían duras de su falta de cocción, y los chopitos fritos en aceite de varios días (esto es de primero de cocina, señores). Nada más terminar el camarero llegó y nos recogió la mesa al completo. Y se lo dijimos, que la sensación era de no estar disfrutando del lugar y de que querían dejar la mesa libre para el siguiente cliente.
En definitiva, por el trato y la calidad del producto, no volveremos.