Bodegas Rosell, Madrid

Siempre vuelvo. Maravilloso. Vinos excelentes y muy buen trato. Además la bodega es preciosa. Me llama la atención que el bar que tienen un poco más arriba de la calle no se cambie al mismo estilo de taberna antigua, como los otros 2 locales. Más bien, por el diseño, la tipografía y los colores, parece una peluquería. Os animo a que lo remodeleis.

Bar-restaurant de torrades, fustes de formatge, remenats d'ous, i plats més elaborats. Tot de primera qualitat, servei ràpid i atent i preus raonables. Al costat de l'estació de l'AVE, ideal per picar abans d'agafar el tren.

Uno de los sitios de Madrid dónde he tomado los mejores vinos. El trato y la comida buenísimos. Da gusto ir. Lo descubrí justo después de la cuarenta y me alimentaron el alma.

Hoy mi familia y yo hemos tenido una experiencia desagradable en este lugar. Cuando estabamos tomando el postre, ha venido un camarero y de muy malas formas nos ha dicho que nos fueramos, que habia gente esperando y que era una verguenza el tiempo que llevabamos alli. No habia turnos de comida como en otros restaurantes, y si nos lo hubiera pedido amablemente, lo hubieramos entendido, aunque el intervalo en el servicio entre plato y plato era largo.

Malísima la comida, aceitoso, han tardado mucho en servirnos y poca amabilidad. La comida estaba fatal para el recibo que cobran, ni en el peor bar de madrid

Sitio emblemático, el problema es que los camareros no pueden ser más bordes.
Y no ha sido ni una vez, ni dos. No volveremos

Das ist wirklich ein super Restaurant mit einer schier unendlichen Weinkarte und wirklich sehr gutem regionalem Essen! Volle Empfehlung, hier macht man gar nichts falsch. Und der Service ist aufmerksam.

El vermú está riquísimo con su guinda.cualquier plato que pidas aquí está muy rico, me encanta la ensalada con ahumados, y las croquetas. Muy buena relación calidad-precio, local auténtico de Madrid castizo

Nada que destacar, ni para bien ni para mal.
Quizá leyendo algunas reseñas pensamos que sería algo más interesante y no.
Un bacalao rossel excesivamente aceitoso y nada especial de sabor.
Unas croquetas con un rebozado que personalmente no me gustó y con dificultad para encontrar el sabor del relleno (mucha bechamel y poco ingrediente)
Y unas berenjenas con el mismo rebozado que las croquetas.
En próximas ocasiones probaré opciones del entorno antes de repetir.
Relación calidad precio poco interesante

Una bodega de las de toda la vida, mítica y con encanto, y en una ubicación inmejorable. La comida es maravillosa y de gran variedad. Como llamo yo a este tipo de comida casera: "comida de abuela" inmejorable. Muy buen trato y servicio. Precios fantásticos. Me encantan las patatas de la abuela y la variedad de croquetas. Riquísimo también el bacalao rebozado. Si resides en Madrid que sepas que esta es una bodega de visita obligada.

El servicio, que no para de rotar, o se aligera un poco, o está al borde de morir de éxito. He estado más de 20 veces, y está última un desastre de servicio. Que os vaya bonito.

A nuestra llegada a Madrid y tras dejar las maletas en el hotel, nos fuimos a comer a este sitio que habíamos reservado con antelación. Nada más sentarnos en la terraza, ya nos llamó la atención las malas formas del camarero que nos atendió, poniendo pegas a todo y hablando con mala educación y con mucho sarcasmo y malintencionado. A la tercera ya nos tocó las narices y entonces le paramos los pies, por que cada vez era peor, después de una breve discusión, parece que se relajó y a partir de ahí la situación mejoró. Aún así les doy una estrella, por qué no puedo dar 0. Pienso que cuando voy a cualquier sitio, me traten al menos con el mismo respecto que yo trato a los demás, y parece que algunos sitios están tan sobrados, que les importa un pimiento los clientes.

Toda la comida es buenísima, sin grandes sofisticaciones (aparentes). Pero su fuerte son los vinos. Dejaos recomendar.
Terraza agradable; calle ancha pero sin mucho tráfico.
Conviene reservar (bueno.o estar dispuesto a esperar un buen rato)

Me habían hablado muy bien para tapear y no se equivocaban. Buen trato, excelente servicio y comida de calidad. Muchas gracias

Ocurrido ahora mismo, desagradable el camarero de origen sudamericano, pongo esto para diferenciar de los otros que había, con muy poca amabilidad y cero modales, la terraza con muchas mesas vacías y todas reservadas para las 8 y media, según el desagradable camarero, o sea no nos podíamos sentar, y para un rato nos apartaba a la más sucia

No entiendo como el dueño de este emblemático local madrileño no pone remedio a la mala educación de algún empleado.
Soy un habitual de esta tasca y me encanta la comida y las tapas y le daría un 5 sin dudarlo, pero es inaceptable el mal trato de algún camarero.

Un santuario del buen comer y beber, taberna castiza con buen producto y excelso surtido de vinos, precios muy ajustados, para repetir y repetir.

Lo que más me ha gustado ha sido la predisposición de las camareras para que estuviésemos a gusto, especialmente una de ellas, que al decirle que era vegano, se preocupó por aportarme sugerencias. El ribera del duero que probé muy bueno y mis amigos dieron buena cuenta del bacalao desmigado y las croquetas de jamón, morcilla y cabrales. El dueño tuvo el detallazo de guardarme en la cámara dos botellas de sidra que había traido para celebrar las preuvas con mis amigos para después de la cena. Vente, te vas a encontrar muy a gusto en este local.

Bodega típica madrileña al lado de la estación de Atocha. Dispone de dos locales, uno es el restaurante y el otro es el de tapeo, la terraza parece que también era para tapeo.
La comida es aceptable, lo que nos trajeron era correcto.
Tienen una extensa carta de vinos pero difícil de entender, los vinos están agrupados por zonas vinícolas pero sin indicar el tipo de uva de los vinos. Por otro lado el vino que pedimos venía muy frío, era un vino tinto y venía tan frío como si fuera un blanco.
Le doy dos estrellas por la forma en la que nos atendieron, nos colocaron en una mesa de la terraza justo antes del cierre, casi al mismo tiempo que empezaban a recoger la terraza.
Al pedir la cena nos pusieron problemas con algunos de los platos, falta de pan, pero la sensación era que habían cerrado la cocina.
En definitiva, tuvimos una sensación de abandono, que sólo nos sentaron en una mesa para sacarnos el dinero.
Existen muchos otros locales de tapeo donde nos atendieron mucho mejor, este local parece que sólo buscan el dinero sin pensar en los clientes.

Como siempre que voy aqui todo excelente. Aunque si es verano y estás dentro prepárate para pasar calor.