Cafetería Spiegel, Madrid

Estuvimos en la terraza tomando seis consumiciones (más un "ahora os pongo unas patatitas" que nunca llegó) y al ir a pagar el camarero simplemente viene y nos dice "son quince euros", cuando lo suyo es que se traiga a la mesa un tique de caja desglosado, porque nos dijo quince como nos podría haber dicho veinte. Cuando le pido el tique de caja, en vez de traerlo directamente empieza a poner pegas y excusas. Como noto que algo oscuro quería ocultar (precios incorrectos, facturar en negro.) insisto en ello y, de muy malas formas, acaba trayéndome lo que se ve en la primera foto: un tique de caja sin desglosar. Insisto en que las cosas no se hacen así, que en el tique debe verse el detalle de las consumiciones, que así no vale. Cada vez de peores formas, me cuenta la historia de que la caja registradora es muy antigua y no se pueden hacer desgloses. Al final lo único que conseguí es una cuenta a mano, la que adjunto en la segunda foto, que tiene la misma validez que es la que puede hacer un niño en la guardería. Hay que ser más transparentes, señores. Apoyemos a la hostelería, sí, pero demuéstrennos que lo merecen, que cobran lo correcto y que lo declaran todo.

Como bar un clásico de los clásicos del pueblo. Terraza amplia en el centro del pueblo y servicio rápido. Para tomar unas cervezas, bien.

Terraza céntrica. Variedad de productos. Trato amable.
Baños limpios pero antiguos. Acceso por escaleras.

Un sitio magnífico para tomarte algo, cerveza muy fresquita, ideal, en el centro del pueblo y muy bien atendido, el camarero Gustavo muy amable, simpático y muy educado, así da gusto pasar la mañana en un sitio espectacular.

Gustavo dueño y señor de Becerril, me inclino ante ti por soportar nuestros aperitivos, tardes y copas de la noche. Ole tú