Can Punyetes, Madrid

Buen restaurante catalán en el centro de Madrid. Estaba lleno, por supuesto fuimos con reserva. Todo muy rico, calçots, butifarras, escalivada caracoles a la llauna y asado de tira. Éramos 4 y comimos mucho y bien. La nota con bebida y dos postres: 108€

Como siempre los calçots y los caracoles a la llauna con Ali Oli de 10.
Hoy hemos cogido el turno de 13,30 para 4 comensales. Hemos sido muy puntuales y los caracoles estaban en un punto superior. Estaban tan ricos que saqué la foro cuando quedaban muy povos y el alioli había volado:). El resto de platos muy bueno

La especialidad aquí son las salchichas, que no me gustan mucho y que pueden reflejarse en mi puntuación. Restaurante bastante cómodo, pero nada emocionante.

Cumplió las expectativas. Fuimos a comer los calçots y bien. El atún con pisto bastante regular, y la media ración de parrillada muy bien. Probablemente el amo que viene repitamos

Comida en mal estado. El don Simon está mejor que la selección de la casa en el vino. Un abuso. No recomendable.

Obtuve un trozo de carne muy pequeño teniendo en cuenta lo mucho que costaba y estaba tan salado que consideré no comer. Toda nuestra comida era sosa y extremadamente salada.

Conocíamos el otro Can Punyetes, que nos encantó, y su hermano gemelo nos ha gustado igual. Buenísima comida catalana en pleno centro y a precio asequible (65 euros por pareja) visto el barrio en el que está. A destacar esas crujientes manitas de cerdo acompañadas de mongetes (un manjar) y el amplio surtido de butifarras. Y el servicio de diez, personal amabilísimo, atento y eficiente.

Especialidades a la parrilla! Las tapas de aperitivo son muy buenas. Los platos son buenos con especialidades locales pero demasiado salados en su mayor parte.

Cómo siempre un placer visitarlo la comida maravillosa y el ambiente y el servicio mejor todavia

Comida y servicio perfecto y precio correcto. Pedimos calçots, escalivada, entraña y todo rico

Los calçot crudos y la salsa sabia rarísima. Después de dejarnos una cuenta de 400 euros, encima, nos han negado unos chupitos. No me veo volviendo aquí pero la patata asada con ali oli no estaba mal

Una oportunidad totalmente desaprovechada! Una pena tener un sitio en Madrid para disfrutar de comer calsots, y otros platos de la buena cocina catalana, y que el resultado final sea decepcionante. Difícil de contactar y de reservar porque el teléfono no lk atienden. Rigurosos en el horario, comensales y reserva anticipada de raciones de calsots. El local bien ambientado algo recargado de cuadros antiguos sin mucha conexión con su origen o historia. Camarero desde el primer momento atento pero a lo suyo, lo que habéis pedido/reservado, sin recomendaciones ni sugerencias y cerramos a las 4. Mesa pequeña que no cabían los platos, además justos, no te traigo uno para que puedas comer porque no cabe. Calsots razonables pero con una salsa romesco, un acompañante principal, que se escurre por ellos sin impregnados de la cantidad de aceite que tiene. Excalivada escueta sin mezcla de sabores cada ingrediente por separado y sin aliñar. Butifarra seca como sus patatas acompañantes. Crema catalana tipo natillas con caramelo. Servicio muy justito en amabilidad y recomendaciones. Lo dicho! Una pena!

Es un sitio bien cerca del palacio de congresos con una carta amplia pero básicamente para comer carne, salchichas, botifarras, etc.a la brasa y bastante bueno. Si visitas el palacio de congresos y te apetece comer bien sin caer en sitios para turistas, aquí puedes comer bien.
Los entremeses son muy buenos y la carne esta bastante bien. El servicio es amable.

Calcots rosas por ser final de temporada, llegaron algo templados. Alguna butifarra algo cruda.
Local sin más.
Cerveza de botellín

Me habían hablado muy bien del sitio y quería probarlo. He llamado mas de 10 veces para reservar y me cuelgan, me he acercado en persona y, casi echándome, me dijeron que solo por teléfono… les debe sobrar trabajo porque no son formas!

Me sorprendió muy gratamente. Comida asada a las brasas y de altisima calidad y buen servicio. No es fácil que el conejo asado salga jugoso y de corte fácil, las codornices son un manjar que debes probar si o si, las entrañas, las tiras de costillar. Todo bien regado con cerveza fría o vino de la casa que te sirven en botellas y vasitos. Decoración auténtica. Da la impresión de entrar a una casa antigua, como lo que es. No te arrepentirás de probarlo.

Comida con sabor a hogar, las brasas le dan una sazón especial. La crema catalana muy buena, es su especialidad.

Ni más ni menos que lo que pedimos pero en su punto.
Nada excepcional pero muy bien hecho.

Recomiendo si vienes a Madrid y estás cerca de la zona de Huertas. Excelente comida, escalivada, butifarra, caracoles y los postres riquísimos.

Nos encantó este restaurante. La comida estaba riquísima, pedimos unos calçots y dos entrecots. Ambas cosas estaban estupendas y la carne perfectamente hecha. El mejor entrecot que me he comido en Madrid. Además la atención muy buena, los camareros majísimos y dispuestos a aconsejar en todo.