Caripen Bistro, Madrid

Era uno de mis favoritos para tomar magret, foie y mejillones hasta que la última vez que llegué estaba de capa caída de ambiente y no tenían algunas cosas de la carta. Le tengo que volver a dar una oportunidad.

Maravilla de experiencia, maravilla de servicio, maravilla de cocina y maravilla de coctelería! Lugar íntimo muy precioso donde degustamos un menú de San Valentín muy surtido con varias delicias donde recomiendo los Scargots, los mejillones y en especial el Magret de pato, los postres también son muy ricos y los cócteles espectaculares que Federico nos hizo para acabar la Velada, Esther estuvo pendiente de todo y a la que agradezco mucho su atención y simpatía, pondría 6 estrellas sin dudarlo!

Lugar entrañable con un secreto en su historia. Ambiente muy agradable. Son encantadores. Que más se puede pedir?

Lugar entrañable Madrileño conocido por ser el tablao donde bailaba Lola Flores. Lugar pequeño, íntimo y especial para pasar una velada tranquila hablando sin ruidos. Me extrañan los comentarios del trato porque a mí siempre que he ido me han dado un buen trato, ayer incluso salió la camarera por toda la calle para darnos las gafas que se nos habían olvidado. La comida, no puedo hablar en general, porque siempre que voy pido sus platos estrella que están inmejorables: mejillones a la crema, foie caliente y su super magret de pato. De postre la tarta tatin. Caro sí, es caro, la cuenta por estos platos subió a 125 euros pero volvería sin dudarlo. El encanto que tiene este pequeño restaurante escondido y oscuro me trae maravillosos recuerdos. Es un restaurante que estuvo muy de moda hace años aunque ahora está algo más de capa caída.

Un lugar fabuloso muy cálido y acogedor, la comida está riquísima, volveria una y otra vez a repetir.

Lo que pasa en el Caripén, se queda en el Caripén. Acogedor y ambientado, ideal para cenar a altas horas. Imprescindibles sus mejillones de roca y su magret.

Se publican como uno de los bares de Madrid que cierra a altas horas de la noche y además sirven cenas, pues bien.después de una larga caminata para llegar, no sólo nadie salía a atendernos ya que los dos que estaban allí se habían sentado tranquilamente en una mesa, si no que no nos dejaron ni sentarnos a pesar de haber gente consumiendo y un montón de mesas libres. En resumen: un engaño de publicidad y trato nefasto

Buena comida de madrugada, sin prisas en un ambiente con rollito underground. Los mejillones riquísimos y los caracoles a la bourguignon espectaculares!

La verdad es que no hay mejor forma de terminar la noche madrileña; Caripen tiene todo para ser uno de los bares referencia de Madrid. Es un sitio tranquilo y apetecible y su personal es muy agradable. Al entrar parece que entras en los viejos restaurantes franceses sin perder la esencia madrileña que le identifica. Sinceramente y con mucha honestidad, no podéis dejar de probar la burrata, las ostras y las zamburiñas. ¡ Un auténtico espectáculo de mezcla de sabores que hacen ver que todos sus platos presumen de una extrema calidad! RECOMIENDO enormemente ir!

Buena atención, buena comida, volveremos tiene variedad de vinos y una muy buena comida y muy rica, el personal muy bien muy atento a todo la verdad es que volveré a repetir por que merece la pena

The food, the attention, the ambiance. Couldn’t be more perfect. It really worth the price.

P. D. You really have to give it a try to the “Magret de Pato”, is just magic in a pan.

Caripén es un clásico de Madrid. Bohemio, canalla, romántico. Gran restaurante francés. Ir es una experiencia.

Restaurante canalla y divertido con buena cocina. Sirven cenas hasta muy tarde (antes del covid podías cenar perfectamente a la 1 de la mañana) lo cual es conveniente si quieres cenar con alguien cuyo vuelo llega bastante tarde.

Excelente el servicio! La atención fue espectacular! El lugar con decoración típica de un bistro, comida francesa muy bien lograda, muy buena relación precio calidad. Lo mejor 100% la atención!

Era la primera vez que iba, pero todo lo que probé me gustó muchísimo.
La pasta de rellena de trufa estaba riquísima, los mejillones de roca, las zumburiñas, el vino.
De postre pedimos un coulant de chocolate que vino acompañado de helado de violetas que está de muerte.
El camarero, Andrés, estuvo en todo momento pendiente de que no nos faltase de nada e incluso nos ayudaba a elegir si teníamos alguna duda.
Espero volver pronto

Es una maravilla de sitio, ambiente íntimo y recogido, y una carta riquísima. El servicio es estupendo. Para volver muchas veces.

Sitio intimo y perfecto para una cita romántica. Trato exquisito y comida deliciosa acompañado de las buenas sugerencias del camarero.
Un 10!

La comida y la atención es espectacular, muy recomendable. De los restaurantes más interesantes de Madrid

Estuve ayer cenando con mi chica y nos gustó mucho, sobre todo la atención que dan a sus clientes, sitio muy recomendable.

La comida buenísima, una de sus especialidades son los mejillones de roca a la crema, pero todo en general muy rico, pastas, carnes, postres. Local no muy grande pero con encanto, decorado al estilo Art Decó, fue el antiguo tablao que perteneció a Lola Flores.
Cocina al estilo francés, buena música, ambiente tranquilo para una buena cena con conversación, el camarero que nos tocó, Andrés, súper profesional y muy atento, un verdadero encanto.
Sitio cercano al Palacio Real y muy recomendable.