Casa de Motta - Finca Los Aguilones, Rascafría

El lugar más mágico para celebrar nuestra boda. Tuvimos la inmensa suerte de encontrar Casa de Motta y, después de conocer a Cora y Raúl, decidirnos a celebrar nuestra boda ahí. Desde el minuto uno la finca te envuelve con su magia. Los alojamientos son especiales y preciosos. Nosotros nos quedamos el fin de semana entero y no les falta detalle. Menaje, limpieza.hasta café! Aunque la decoración de la boda no les compete, hicieron absolutamente todo lo que estuvo en su mano para ayudar a que todo quedase precioso. Me pusieron una mesa en la puerta del apartamento para desayunar con mis amigas, me dejaron elementos de decoración, se preocuparon de que todo estuviera perfectamente organizado y hasta de preocuparon de la sincronización de la música. Por no hablar de los consejos de Cora y las sonrisas cálidas de Raúl. Gracias chicos por hacer de nuestro finde de boda un finde INOLVIDABLE. Volveremos cada año a veros. Gracias de todo corazón

Buen lugar para aparcar el coche si vas al río a pasar el día. Recomiendo ir antes de las 10 los findes ya que el espacio para aparcar es limitado y enseguida se llena.

Un lugar tranquilo en plena naturaleza, cerca del pueblo y con piscinas naturales muy cerca.

Ubicado en un sitio excepcional, precioso. Las habitaciones estupendas. Sobre precio y demás no sé porque fui invitada a una boda pero el sitio realmente me encantó.

Este lugar es mágico y especial, tiene una energía muy bonita. Aislada y rodeada de calma y naturaleza, con una decoración y unas estancias que te hacen sentir como en casa, sólo es superada por una cosa: el trato increíble y cercano de Cora y Raúl, los dueños. Personas maravillosas, están dispuestas a ayudarte en todo lo que puedan y más, se nota que les encanta el lugar: el mimo y cuidado con lo que lo han acondicionado todo, el respeto por el medio, por la naturaleza y el trato cercano que tienen con los que allí llegamos, que te hace sentir como si fueras de la familia. Estuve en un evento durante un día, pero no hay duda de que volveré siempre que necesite desconectar de todo y volver a conectar.

Qué decir de la casa y de ellos. Fue la primera finca que visitamos para celebrar nuestra boda, después visitamos más, pero soñábamos con Casa Motta, conectamos con ellos y soñábamos en cómo sería nuestra boda allí y los sueños se hicieron realidad. Necesita poca decoración porque ya es preciosa la finca en sí, pero quedó mejor que en nuestros sueños gracias a la ayuda de Cora y Raúl que hicieron lo posible para ayudarnos con la decoración, con la ideas, con el catering, … el día de la boda estuvieron súper pendientes y ayudaron con absolutamente todo. Nos casaríamos otra vez allí sin dudarlo, con ellos y ya tenemos ganas de volver a pasar un fin de semana.

Mi casa/finca rural favorita. Estamos cogiendo por costubre ir mínimo una vez al año a celebrar mi cumpleaños. Los regentes son magníficos. Además hacen eventos y escapadas de yoga etc.