Casa Julio, Madrid
Direccion | C. de la Madera, 37, Madrid | ||||||||||||
Telefono | +34 915 22 72 74 | ||||||||||||
Horas |
|
||||||||||||
Sitio web | m.facebook.com/Casa-Julio-450441564997837 | ||||||||||||
Categories | Bar de tapas, Bar | ||||||||||||
Clasificacion | 3.6 10 opiniones | ||||||||||||
Empresas similares cercanas Restaurante El Lagar — C. de Ferraz, 39, Madrid Latazo — Mercado Anton Martín, C. de Sta. Isabel, 5, Madrid Metro Bistro — C. Imperial, 3, Madrid El 34 Bar de pinchos — C. de Atocha, 34, Madrid |
Bar Casa Julio opiniones
10 Muy recomendable. Autenticidad y amabilidad.
El jefe nos trató muy bien, hasta nos dio conversación. Recomendable 100% sentarse en barraa y provar sus albóndigas y su variedad de croquetas.
Además tienen varios vermús y vinos a copas.
Entré y no pude quedarme. No parecían buenas personas. Sólo para locales. Todo lo bueno no volverá y no lo recomendaré.
Buenas, estuve el pasado sábado día 21 con mi chica xq nos encantan las croquetas y según las reseñas son las mejores de madrid, pedimos media ración donde había coquetas de queso azul, picadillo y jamón. Sinceramente no sé si están amañadas las reseñas xq no entiendo xq unas croquetas que son todo harina y poco de relleno las ponen como las mejores de madrid. A parte pedimos dos vinos de Ribera y nos cobraron 4,20 euros por copa. Somos mucho de vinos y en madrid es el sitio más caro donde hemos tomado un Ribera.
El local y la gente que lo regenta muy bien pero siento decir que no volveremos.
De los pocos bares chulos y auténticos que quedan por Malasaña. Es pequeño o sea que si sois muchos puede que sea difícil encontrar sitio, pero merece mucho la pena. Además, la comida está brutal y es de los pocos sitios que quedan en Madrid en los que te siguen sirviendo cañas!
Las mejores bravas de Madrid. Sitio con solera y sin tonterías. Calidad y honestidad, sin más.
09/04/3019:
Un año después y siguen siendo las mejores croquetas de Madrid! Encamotada estoy hasta las trancas de este sitio. También hay que pedir las patatas con mojo picón?
04/04/2018:
Las mejores croquetas de Madrid!
Aquí estamos un lunes con poca gente. Son las 20: 30. Hemos pedido 2 vermut a 3€ cada uno. Y ni una patata frita ni aceituna.
Íbamos a pedir una racion.pero nos ha contestado la chica que no pone nada de aperitivo. Llevo años viniendo y es la primera vez. Así quieren en malasaña fomentar el turismo y Tapeo para los vecinos.yo ya no vuelvo ni traigo a nadie.
Came here to try the croquetas since it is on many lists for having the best in the city. I ordered a half racion and ate all of them. They were good but for me personally a bit too much bechamel. If you order a half racion or bigger you can choose two or more types. I chose jamon and the mushrooms. The server was friendly and attentive. I didn’t try anything else. I came around 2: 30 and it was empty but I can see it getting busy at other times.
Recomendable ir pronto porque es pequeño y por lo tanto es casi imposible sentarse. Tapas españolas económicas, contundentes. Platos grandes. Calidad de la comida buena. Buen servicio. Ideal para salidas de tapeo.
Vaya, vaya, fuimos por ser fans de U2, y el regocijo de disfrutar por fīn! De algun sitio en Madrid donde haya estado Bono y su banda, rabia me da, que solo tienen ojos para Barceloma y aquí vienen poco, pero a lo que vamos para mi, un imprescindible cuando baje a Madrid, que croquetas! ¡, la leche, , pediros una mixta y grande, bufff las bravas, y las albondigasssss, pero la tortilla, no sigo.mi descubrimiento del año en Madrid y soy de aquí! Es muy muy pequeña, pero ese es el encanto, tasca típica como pocas quedan, su cerveza bien tirada, ese vermouth único, y el trato super amable de todos;
Las croquetas de Bono
Casa Julio es un centro de peregrinación para los 'fans' de la banda irlandesa
Son unas manos pequeñas, ligeramente rosadas, suaves, a pesar de llevar toda la vida amasando pastas, batiendo huevos y cortando patatas. Bono, estrella del rock al mando de U2, acarició esas cálidas manos: "Las dos, ¿eh? ", dice la protagonista. "Se las llevó a los labios y las besó. Luego, dijo en castellano: 'Encantado, señora".
Maite Gil, de 68 años, habla mientras esos dedos que abrazó el cantante irlandés entran en contacto con la harina, se sumergen en un gran bol de leche y acaban rebozándose en pan rallado. Ella es la dueña, junto a su hijo Luis Torres, de 46 años, de la taberna Casa Julio, situada en el 37 de la calle de la Madera, el barrio de Malasaña. ¿Por qué es famoso este bar?
Vayan primero las cuestiones gastronómicas: las mejores croquetas de Madrid; la versión especial de la casa es una mágica combinación de queso, espinacas y pasas. Una delicia. Seis generosas croquetas, 4 euros; 12 unidades, 8 euros. Una ganga.
PUBLICIDAD
inRead invented by Teads
Pero Casa Julio es más popular por su leyenda musical. La historia empieza con los miembros de U2 buscando un espacio con encanto para realizar una sesión fotográfica. Era 2000 y el grupo se encontraba en Madrid para asistir a la entrega de los Premios Amigo. Pero antes querían hacer unas fotografías que servirían para una campaña promocional. Cuando entraron en Casa Julio lo tuvieron claro. "Les encandiló el aspecto de taberna antigua. En principio iban a estar dos horas, pero se quedaron más de cinco", relata Torres. Las anécdotas se amontonan en el discurso de Luis y de su madre. Los irlandeses comieron tortilla y jamón y bebieron mucho café. El bajista, Adam Clayton, probó el café y le dijo a sus compañeros: "Está buenísimo, tomadlo". Bono y el guitarrista, The Edge, fueron los más parlanchines. En el otro extremo, parco en palabras, se situó el batería, Larry Mullen. "Se sentó en una silla y sólo abrió la boca para comer", relatan los propietarios. Bono incluso puso buena cara al mal tiempo. Cuando el cielo se tornó sombrío, el cantante de U2 entonó un sonoro "o sooooole mío".
La sesión de fotos terminó a las dos de la tarde. A esa hora, Bono y The Edge se pidieron una copa de vino. "Sólo tomaron una, pero se llevaron al hotel una botella", informa Luis Torres. El grupo se marchó con el estómago lleno y las fotos que quería. Pero las famosas gafas de Bono se quedaron olvidadas en la taberna. Luis Torres: "La verdad es que las vi, pero no comenté nada al cantante. Económicamente para él no significan nada, pero me hubiese gustado tenerlas de recuerdo. A los pocos minutos, Bono regresó y las recogió". El grupo desapareció y, desde ese momento, Casa Julio se ha convertido en lugar de peregrinación de los fans de U2, que el martes edita su nuevo disco, No line on the horizon.