Cerralbo Museum, Madrid

Increíble vivienda que perteneció a un tal Carlos Cerralbo. Fue un gran coleccionista de pinturas, arqueología, cristal de Murano y armamento de todo el mundo. Están Zurbarán, Greco, Tiziano.

Un lugar que no puedes dejar pasar y visitar, solo 3€ la entrada, la estancia es mas grande de lo que parece y todo esta muy bien organizado para que no te dejes ningun cuarto sin ver. Lo RECOMIENDO

Extraordinario, algunas estancias están poco iluminadas y se distingue poco los detalles.
Merecería la pena hacer una información detallada de las lámparas, son magníficas.

En nuestra visita al museo, me llamó la atención la cantidad de gente que había para la visita haciendo cola.
Es muy interesante.pero hay tal cantidad de obras de arte apelotonadas, que yo, era incapaz de prestar atención.
Sugerencia: en cada sala destacar una obra o pieza para no acabar con la retina llena de cosas.
Pero es un palacio muy bonito en el que puedes pasar horas.
Eso sí, tiene unos carteles explicativos breves pero suficientes.
Me imagino que ese palacio tenía una cantidad ingente de personal de servicio, y esa parte no sé muestra, sería interesante.

Casa musealizada de un aristócrata del siglo XIX, que la donó al Estado a su muerte. La parte visitable consta de dos plantas y un jardín. La exposición consiste en una abrumadora cantidad de objetos suntuosos: pinturas, muebles, lámparas, espejos, relojes, esculturas, joyas. También de una notable armeria: armaduras, espadas, picas, armas de fuego.además del valor artístico de la exposicion (tiene muchas pinturas de grandes maestros) particularmente me pareció también un muestrario de lo que significan el lujo y la ostentación y lo absurdo a que pueden llegar en su acumulación infinita de objetos y espacios inútiles. El museo está muy bien organizado y tiene precios muy asequibles, con múltiples descuentos.

Sublime museo donde el visitante deambula en una casa sin anfitrión. Los detalles y los objetos son todos más hermosos que el otro. La guía descargable está muy bien hecha, logramos orientarnos y descubrimos la historia de cada elemento de la habitación.

Es interesante el palacio y sus muebles son muy barrocos y impresionantes, como vivían en esos tiempos, la gente pudiente

Magnífica mansión privada de finales del siglo XIX. No te pierdas! ¡Colecciona las colecciones de una familia aristocrática española de finales de siglo! Allí se presentan obras maestras de pintura, marquetería y escultura. Admire las lámparas de cristal de Murano que iluminan algunas de sus habitaciones, ¡incluido el espléndido salón de baile! ¡Caímos bajo el hechizo!

Un museo precioso, con varias plantas, que incluye también exposición temporal.
Dispone de muchos cuadros que compró el mismo Marqués y los objetos están dispuestos la mayoría como estaban en su día. Tiene una biblioteca de madera divina y colección de monedas también en la misma sala. Un salón de Baile con balcón que causa sensación y en uno de los frescos puede encontrar pintado al Marqués de Cerralbo, vestido con casaca roja.
También le encandilará la preciosa escalera que tiene con unos espejos enormes, y unas lámparas increíbles en todas las salas, algunas de ellas de Cristal de Murano.
No pararía de describir tanta belleza que puede ver en cada rincón de dicho Museo.
En resumidas cuentas. Un museo para recordar y volver.
Aclaro que si va a visitarlo un día de diario y por la mañana como fui yo no es necesario hacer reserva con antelación, pero si quiere también asistir a alguna visita guiada eso sí debería reservarlo antes, como hice yo con la exposición temporal

Uno de los mejores museos que haya visto. Pura belleza, todo perfectamente conservado, te sorprende en cada sala y da la sensación de estar en un palacio.

Además por el precio es un regalo. Increible

La posibilidad de revivir el ambiente de una familia noble a caballo del XIX y el XX. Sus costumbres y su afán coleccionista. Mejoraría la luz para apreciar los tesoros artísticos, especialmente la pintura.

Un museo donde no hay cabida para el aburrimiento. Es realmente hermoso, nunca había visto algo así.
Todos los elementos presentes en la casa son auténticos, ninguna reproducción actual.

Un lugar que no se puede dejar de visitar. Rebosa belleza por todas sus salas, así como parte de nuestra historia.
El personal encantador y amable en todo momento.

Grandioso y que gracias al afán de conservación de mobiliario, cuadros, colecciones etc, del XVII del Maqués de Cerralbo, hace que la visita sea maravillosa.

Hermosa mansión de principios del siglo XIX. Está presentada tal y como vivían los marqueses de Cerralbo. El personal es súper atento y amable, te recomiendan como empezar la visita que suele ser primero por el jardín. La sala de invierno se ha vuelto a abrir y es una joya, los pasillos son hermosos con múltiples detalles y cuadros (podréis encontrar uno del Greco entre otros artistas), el despacho y la biblioteca no se quedan atrás pero a mí me enamoró la salón de baile. Para la próxima iré con visita guiada porque seguro que me dejo muchas cosas.
Aviso: Id con tiempo porque suele haber cola y más en estos meses que la entrada es gratuita.

Una visita muy recomendable y muy buena atención de su personal. Desde el momento de la entrada nos fueron guiando y explicando cosas

Visually stunning but physically suffocating. The house is stuffed with too much things signifying the inhabitants' insecurity and mental state. This may also affect the workers' mental state as as the aura or spirit usually stay.

SENCILLAMENTE IMPRESIONANTE! NO PUEDES VIVIR. O PASAR POR MADRID, SIN VISITARLO. SERIA UNA VERDADERA, PENA PENITA PENA. PERDERTE LO.

El Museo Cerralbo presenta la singularidad de ser uno de los escasos ejemplos en Madrid de palacete decimonónico que conserva su decoración original. Fue la residencia del XVII marqués de Cerralbo, don Enrique de Aguilera (1845-1922) y su familia, compuesta por su mujer doña Inocencia Serrano: y Cerver (1816-1896), viuda de don Antonio del Valle y los dos hijos que esta aporta al matrimonio, don Antonio del Valle y Serrano (1846-1900), I mar y qués de Villa-Huerta, y doña Amelia (1850-1927), marquesa de Villa-Huerta desde el fallecimiento de su hermano.

Como palacio-museo es un referente obligado para conocer la forma de vida de la aristocracia madrileña.de finales del sigo XIX y comienzos del xx.

Además, como museo de un coleccionista refleja el gusto artístico de su época, un conjunto considerado, en su momento, como una de las colecciones privadas más importantes del país y, sin duda, la más completa de su tiempo.

Un lugar con mucho encanto.uno no se espera todo lo que hay dentro.bonito por dónde lo mires.por poner una pega los jardines están faltos de mantenimiento.se podrían mejorar y mucho