Cervecería San Andrés, Madrid

Llegamos al barrio con bastantes expectativas de tomar una cervecita con una buena tapa, por favor, no hagáis como nosotros y callejear un poco más porque dimos con este sitio al llegar y nos sentamos pero la verdad que no acertamos pedimos una bravas y nos sirvieron unas patatas que parecían hechas del día anterior bañadas en una salsa de tomate que la verdad lejos estaban de nuestras expectativas. Del servicio nada que decir, el trato fue correcto.

La comida deja mucho que desear, hemos pedido unas patatas bravas y fatal, nos han sacado una tapa de arroz con las cervezas y tampoco estaba nada bueno, y precio elevado, no lo recomiendo.

Ni siquiera nos llegamos a sentar porque el mesonero de gafas ha sido lo más borde posible, tanto que le preguntamos si quieres nos vamos y si prespuesta ha sido: como quieran a mi me da igual que estén aquí así que se pueden ir.

No tuvimos nisiquiera la oportunidad de sentarnos a comer. Éramos 10 personas (12: 58pm) y no hicieron otra cosa sino insistir en preguntar si íbamos a comer o no. No lo teníamos claro aún porque queríamos conocer la carta, por lo cual no nos atendieron y evadieron. Pésima atención y nada agradable.

En plena Latina, una terraza agradable y con muchas mesas que está muy bien para tomar algo. La comida no es tremenda, pero está bien para salir del paso con raciones. Los camareros muy simpáticos, sobre todo Chema, un crack.

Encantada con esta terraza en el barrio de latina, el personal encantador, me atendieron rápido y muy bien. Siempre que vengo me encanta todo. Gracias!

Preguntamos al camarero para tomar café y nos dice literalmente: “no tenemos café”, claramente no quieren que nos sentemos a tomar café, ya que en otras mesas hay café. Lamentable.

Sitio muy céntrico y con amplia terraza. Nos atendieron súper rápido y buen trato.

La comida es normalita, nos pedimos ensalada de ventresca y cachopo para dos. Salimos llenos. Un poco caro, unos 57 euros con dos bebidas cada uno.

Personal grosero que, a falta de una mejor descripción, era desagradable. Demasiado caro también.

Buena terraza, pero el servicio fue normalito y la comida nada del otro mundo, y más para el precio.

Un servicio lamentable. Mi amiga y yo nos sentamos en la terraza para tomarnos un vino y una cerveza y pedimos dos vasos de agua (Madrid, 30 de julio a 32 grados por la tarde). El camarero (algo mayor, con pelo gris y gafas negras) los trae a regañadientes y un rato después pedimos otro vino y un vaso de agua. De manera jocosa nos dice que él no nos lo trae, que vayamos a la barra si tenemos sed, pero que él ya no nos trae más agua. Nos quedamos a cuadros con la respuesta, pedimos la cuenta y llamamos al encargado mientras el camarero que nos atendió seguía tratándonos de manera condescendiente y siendo casi que burlándose de nosotras. Es lamentable que se ofrezca un servicio así, hay tantas personas con dotes excelentes de atención en mesa que no entiendo cómo puede haber alguien así trabajando en una terraza tan popular. Ojalá se tomen las medidas pertinentes.

La comida no está mal pero es cara para lo que es. 7€ la sangría industrial (aunque no hay precio de bebida), platos a 18€ como mínimo. Atrapa turistas.

Servicio bastante rápido aunque algo seco y cortante. Las raciones fueron abundantes y bien cocinadas.

Muy mal servicio.pedimos unas consumiciones y unos vasos de agua. Al ir a pedir otra consumación, volvimos a pedir agua (33° grados a las 9 de la noche). Y el camarero nos dijo que no nos pensaba poner más agua, que si queríamos, fuéramos a por ella nosotras mismas, qué no era su trabajo servirnos el agua. Muy mal trato y muy poco inteligentes, teniendo en cuenta que íbamos a seguir consumiendo otras cosas y por ende, pagando. Una pena, porque entiendo que trabajar de cara al público es agotador pero es, al fin y al cabo, su trabajo y la forma tan antipática de dirigirse a nosotras.no está justificada.

Precios infladisimos, claramente para turistas, raciones de calidad justita. Una vez acabada la consumición en terraza nos insinúan que pidamos más o paguemos. Nos cobran y mientras voy al baño a mi acompañante le desmontan la mesa en sus narices, lo que le obliga a levantarse. No había clientes esperando de pie. Un trato muy poco respetuoso y sin pizca de cuidado por el cliente. Recomiendo no ir, deja tu dinero en sitios donde te traten bien

El servicio al cliente fue impecable sobre todo desde la barra. Pero en general El personal del bar era extremadamente amable, atento y conocedor de su amplia selección de bebidas. Me recomendaron opciones basadas en mis preferencias personales, y cada bebida que probé era fría e inmejorable. Los camareros demostraron un gran dominio y conocimiento.se tomaron el tiempo necesario para pretsarem la exelente atención recibida.

Rápidos en atender al cliente, en preparar lo platos que están bien preparados y cantidad suficiente. El único pero los torreznos, para mi gusto faltaban un poquito por hacer.

Fui a comer con mi pareja y la verdad encantados, cenamos unos gambones y una milhojas de salmon y aguacate, que te quita el hipo, todo gracias a la recomendacion de estos platos por parte de ivan.gran sitio y buenos precios, volveremos seguro.

Se preocupan por atenderte pronto, la comida muy bien y la sirven igual de rápido aún estando llena la terraza y la barra. Para mi gusto los TORREZNOS deberían estar algo más crujientes.

Lamentable el servicio, éramos cinco, cenamos varias raciones, pedimos varias rondas de cervezas pero al pedir el quinto vaso de agua el camarero nos dijo que no nos iba a servir más agua en la terraza, que no estaba obligado por ley, que si quería agua tendría que pedirlo dentro. Primera vez en la vida que nos pasa esto. Las formas horribles.