Churrería santiaguinos, Madrid
Direccion | C. de Ardemans, 12, Madrid |
Telefono | +34 919 21 07 80 |
Horas | 07:00-14:00 |
Categories | Churrería, Cafetería |
Clasificacion | 3.9 50 opiniones |
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Churrería santiaguinos opiniones
50Bar de barrio para tomarte una buena cerveza con una buena tapa. Por las mañanas sirven churros recién hechos que están buenísimos
Lugar acogedor, los churros muy buenos, calientes y cricantes. De los mejores que he probado, la atención muy buena.
El menu de medio día está muy bien, muy buena calidad a buen precio y muy rápidos. Muy recomendable!
Gran local y grandes personas. Merece mucho la pena venir a tomarte unos vinitos o unos churros por la mañana, es un sitio muy agradable, de tapas de infarto y con una estupenda atención. Recomiendo mucho Los Santiaguinos, para muchos el mejor de Guindalera!
Una buena churrería. Ideal para los desayunos. Ambiente familiar y terraza cubierta para los fumadores.
Es uno de los mejores sitios donde comido churros y porras no están graciosos están perfectos camareros muy agradables lo único malo es el aparcar
Unos desayunos impresionantes churros porras bocadillos muy ricos. Aconsejo el santiaguino con queso curado ummh el trato es vastante bueno te sirven al momento prcticamente. Se comunican mediante pinganillos a tiempo real (cuando pides los de cocina directamente con los de barra empiezan a trabajar tu pedido) el chocolate riquiiiisimo y el cafe muy bueno LO RECOMIENDO
Estuve muy agusto en este lugar. Son generosos en los aperitivos que preparan. Lo recomiendo a todos
Mmm.demasiados camareros y poco rendimiento.se atoran con algo de volumen de gente.que al fin y al cavo no son mas de 20 personas
Las tres estrellas se las doy a la comida, que estaba muy buena para ser un menú, y que el cocinero no tuvo ningún problema en personalizar cuando le dije que no quería patatas. Además, como la cocina está casi en el propio local, el cocinero estaba muy a mano y se tomaba la molestia de preguntarte cosas. No suelten a ese cocinero, es de oro.
De resto me parece que cometemos siempre el mismo error, queremos meter tantas mesas que no dejamos espacio para moverse. Éramos tres, y al juntar dos o nos íbamos encima de los comensales vecinos, o les tapábamos el acceso a la ventana de cocina a los camareros. Señores, es muy incómodo. Les aviso de que la avaricia rompe el saco. Ah! Y el camarero es de los que creen que pueden decirte lo que engorda y lo que no. No te han visto en su vida, pero saben cómo funciona tu cuerpo. La chulería no me hace demasiada gracia, la verdad, aunque en esta ciudad abunda.