Club Hípico las Palomas, Colmenar Viejo

Opinión de un cliente desde hace más de 9 años.

Puedo decir que nunca conocí un sitio como Club Hípico las Palomas. Las clases no consisten exclusivamente en montar. Desde el primer día el club fomenta que los alumnos pasen tiempo con los caballos pie a tierra, aprendiendo desde cuidados básicos hasta etología del caballo, todo dentro de un entorno familiar y de compañerismo. Cuando di mi primera clase de prueba, Inma (profesora, directora técnica y entrenadora) no dudó en decirme todo lo que debía mejorar en técnica para cuidar al caballo que estaba montando. Fue esto precisamente lo que estaba buscando, una hípica donde por encima de mí y mis ganas ponían por delante la salud y bienestar de los caballos.

Poco a poco fui conociendo a todos los integrantes del club, desde la dirección (Paloma y Jaime), los profesores (Inma y Gabi) y mozos (Fer y Salam). Todos forman un gran equipo, en el que además de cuidar su negocio, cuidan incansablemente de sus caballos intentando proporcionarles lo mejor y se preocupan por mejorar y formarse cada día por y para ellos.

Algo que les destaca es la metodología aplicada en las clases, donde se incluye enseñanza pie a tierra y se enseña a montar desde una base etológica. Cómo se desviven por entender al caballo y jinete para que den de ellos lo mejor, buscando mil y una maneras hasta dar con la clave. Un sitio, donde la carga de trabajo para cada caballo está adaptado a su edad y estado físico y mental.

Un sitio totalmente recomendable si quieres aprender no sólo a montar.

Agradecida de todo lo que he aprendido y lo que me queda por aprender. Gracias!

Yo monto ahi y los profes son muy majos las instalaciones muy buenas en general me encantay ahi muy buen ambiente

Club Hípico Las Palomas es una hípica pero también es mucho más. Desde hace más de 10 años he tenido la suerte de poder considerarme parte de esta familia, que te enseña a montar, a cuidar, a entender y a escuchar a los caballos. Elegirla no es solo por el nivel de las clases, en las que siempre he tenido sensaciones muy positivas gracias a los profesores Inma y Gabi, sino que es una elección de valores. No se me ocurre otro sitio mejor para compartir su pasión y su entrega por lo que hacen y te enseñan día a día.

Ya casi hace tres años que monto allí y solo puedo agradecerles lo mucho que he aprendido. Llegué con conocimientos bastante limitados y autodidactas que a día de hoy se han multiplicado por 1.000! He aprendido y perfeccionado tanto la monta, a dar cuerda, el manejo pie a tierra, a realizar curas, alimentación de los caballos… en general todo su día a día. Los profes nos enseñan un montón y los caballos son increíbles. Es una suerte poder montar allí y ver cómo viven. Prados enormes y en manada, súper cuidados tanto por veterinarios como por nuestra profe que es etóloga, en mi opinión un plus a la hora de entenderlos y entender el trabajo que necesitan.
Si os apetece iniciaros en el mundo del caballo, sin duda es un sitio genial para aprender tanto a montar como a cuidarlos!

Llevo montando desde que era una niña en el Club hípico las Palomas, desde que empecé alli tuve claro que quería dedicarme a este mundo, compartir mi vida con los caballos y ayudar a la gente a crecer y a aprender equitación con la pasión y el cariño que yo lo aprendí.
Me saqué la titulación oficial con 18, y ellos me diron la oportunidad de crecer como profesional, de dar clases, comenzar un poniclub desde cero, y sobre todo, de aprender unos valores con los caballos que espero tener presentes el resto de mi vida, esté donde esté.
Esta es mi casa y a pesar de no seguir trabajando allí, me encanta el método en el que se trabaja a los caballos, desde su cuidado, una buena alimentación y extrema paciencia para conseguir el mejor resultado.
Muy agradecida con el club y recordando siempre de donde venimos.

Vaya por delante, que para gustos los colores y, que toda opinión puede ser expresada, eso sí, y bien es cierto que con mayor o menor acierto, como es el caso de la crítica que he visto escrita desde la destrucción, el victimismo y la queja más que desde las ganas de crear y construir bonito. No obstante, y ha mi parecer la ignorancia, es atrevida.

Digo esto en primer lugar, porque si de desagradecidos está el mundo lleno, también lo está de gente con corazón justo. Y es de justicia, el resaltar la encomiable labor, que se realiza por todos y cada uno de los miembros del Club Hípico Las Palomas para que todos los alumnos y los caballos, disfrutemos de momentos únicos e irrepetibles.

Desde que empecé a conocer el maravilloso mundo del caballo no he querido soltarme de su mano: de mi profesora Inma, (profesora de equitación y etóloga) mi hada mágica, porque con su empatía, es capaz de hacer magia con nosotros, siempre desde el respeto al animal y desde el cariño con el que nos arropa a todos los alumnos; de mi profesor Jaime (campeón de múltiples premios de doma clásica), que con su experiencia ha conseguido hacer brillar al diamante en bruto; a mi profesor Gabi (profesor de equitación), por sus múltiples consejos en nuestras clases con los caballos de escuela juntos a mis lindos compañeros de menor edad que yo, que me hacen tan feliz; a Paloma por su escucha activa, porque no todo el mundo sabe escuchar desde el alma, y ella sabe hacerlo con nosotros; a los mozos siempre dispuestos a echarnos una mano antes cualquier necesidad; y a nuestros caballos que como grandes maestros nos acompañan en el camino para llegar a ser nuestra mejor versión. ¡Olé por vosotros!

Nada es perfecto, porque la perfección no existe, empezando por nosotros mismos, pero lo que sí no se puede negar, es que cuando cualquier actividad, se hace desde un corazón noble como lo tienen los miembros del Club, su grandeza no tiene parangón. Quizá sea que no todos están capacitados para recibir tanto bueno, ni saben apreciarlo. De ahí, que haya más de un disconforme.

Además quiero añadir, como propietaria de uno de los caballos bajo el cuidado del Club, que mi caballo no podría estar en mejor sitio, ni en mejores manos. Los propietarios de mascotas que saben lo que se quiere a estos animales, sabrán perfectamente a qué me refiero. Desde el principio en Las Palomas, nos han cuidado, respetado, escuchado y entendido, por lo que estamos contentos y satisfechos de nuestra experiencia junto a ellos, y lo que es aún más difícil de conseguir, nos sentimos queridos.

Por eso, termino mi reseña desde la pasión que siento por el mundo del caballo, el cariño que siento por estas personas que conforman el Club, que para mí, puedo decir que son amigos, y desde la compasión por aquel que se equivoca, pero también, con la esperanza del que sabe pedir perdón si considera que se ha pasado de frenada.

Por todos ellos, dejo un poema de José León, para todos vosotros, los amantes del caballo:
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Llevo ya unos 5 años montando en esta hipica y no puedo estar mas contenta, las clases son productivas y se piensa en el bienestar tanto del jinete como del caballo.es genial para aprender y disfrutar con los caballos y compañeros de la hipica ya que hay muy buen ambiente, los profesores estan muy comprometidos y cuidan muy bien a los caballo y se aseguran que no les falte de nada, en resumen un sitio estupendo para ir a aprender y pasarlo bien.

Mi hija se inició en esta hípica hace más de 10, yo llevo algo menos.
Solo decir que el trato recibido por todos los integrantes de esta maravillosa instalación tanto profesores como mozo de cuadra como de dirección ha sido siempre maravillosa, siento que estoy como en casa, en un ambiente relajado y adeaprendiendo lo que más me me gusta. Aprendiendo que el mundo de la equitacion es mucho más amplio que montar acaballo, transmiten valores como la responsabilidad, el compañerismo y el trabajo en equipo. Leer recomendados en diferentes ocasiones y todo el mundo ha quedado muy satisfecho. Si tuviera que elegir otra vez no lo dudaria

No pongo 6 porque no se puede. El trato hacia los animales y a las personas es maravilloso.

Me gusta mucho el sitio y llevo viniendo desde los 7 años. Ideal tanto para niños como para adultos.

Llevo días intentando ponerme en contacto con ellos bien por correo electrónico y por los teléfonos de contacto que aparecen en la web. Incluso me he pasado a la hípica en horario y o estaba cerrada o no había personal de la hípica. Desde luego yo no tendría a mi caballo en una hípica que ni se preocupan en contestar el teléfono.

Parece una buena hípica pero no atienden al teléfono, ni llamadas ni Whatsapp.
A mi me interesaría ir, he llamado unas cinco veces al teléfono y nadie lo coge, tampoco me responden los Whatsapps ni los leen estando en línea. No recibo respuesta alguna y me he cansado un poco de insistir.
Realmente me parece un buen centro y me interesaría ir, pero claro fallan en cuanto poner atención al teléfono y a las llamadas.

Un trato inmejorable tanto con los caballos como con los clientes! Sin duda alguna la mejor hípica en la que he estado! 100% recomendable