Colegio Mayor Santa María del Estudiante, Madrid

Ambiente extraordinario, nadie se queda al margen y no es excluyente con los estudiantes.

Madre mia. Ese fue mi colegio mayor de hace unos años ya y no lo reconozco. Era solo femenino por aquel entonces y estaba bastante viejo y en algunos casos, muy deteriorado. Tengo no obstante unos recuerdos magníficos de aquella época pero ahora está mucho mejor.

La residencia es fantástica, totalmente recomendable. Mi hija ha estado alojada allí y puedo decir que la ubicación, la comida, los servicios que ofrece y el trato recibido son de 10. Lidia, la directora, derrocha una gran humanidad, con nosotros se ha portado fenomenal.

Mi colegio mayor de hace 42 años. Magnífico ambiente y precioso lugar. Gratos recuerdos y grandes amigas (sólo femenino en esa época) que persisten desde entonces. Una alegría pasar por aquí y ver lo bonito que está.
Esa piscina, la recuerdo muy bien

El planteamiento de la residencia no es nada útil ni lógico. Funciona de manera distinta a otras residencias. Aquí pagas por el alquiler de una habitación, como si fuera un piso, pero no hay comidas, te cocinas tú en tu estudio o en la cocina. Además, está todo muy “monetizado” y solo buscan sacar dinero. Como si fueran Endesa, te cobran un plus por agua cada mes, otro por luz y otro por gas, aparte del alquiler de la habitación que ya de por si es elevado (recordar que NO hay comidas, y pagas unos 500-600 solo por alquilar una habitación). Por ese precio encuentras residencias de estudiantes con pensión completa incluida, y con un ambiente más sano y de menos putiferio.

El hecho de que admitan estancias cortas, hace que el número de estudiantes de la residencia a veces sea muy bajo, ya que alojan también a turistas que van un fin de semana, una semana… por lo que la gente entra y sale como en un hotel, siendo más similar al concepto de un hostel (pero con habitaciones individuales) o a un hotel, que a una residencia de estudiantes como tal. La gente no permanece estancias largas, por lo que tampoco hay ese trato familiar ni mucho menos se hacen amigos, ya que la gente está de paso, pocos son los que se alojan todo el curso como en otras residencias.
Esto de que sea un lugar más para turistas y estancias cortas hace que haya mucho alcohol, gente borracha los fines de semana… no es un lugar que yo lo recomiende para estudiantes ni para estancias largas.

Pésimo servicio y pésimo trato al huésped. El personal de la cena, es desagradable y expresa recismo hacia los Latinos. Tonos de voz altos para dirigirse al cliente y no buscan la forma de resolver al problema al huésped. Muy a lo contrario de América Latina o República Dominicana donde tratan a los extranjeros amablemente.

El tiempo que estuve trabajando fue genial, tanto los residentes como el resto de trabajadores, todos súper simpáticos, un lugar muy acogedor